
El caso es sumamente incómodo para el PSOE. Más en medio de una campaña polÃtica centrada en la protección del medioambiente y en la lucha contra el cambio climático, dos banderas que los socialistas reivindican en contraposición del "negacionismo" del PP.
LPO dio cuenta de la contradicción de Ferraz de, por un lado, criticar la actitud de los populares de querer destruir Doñana -un humedal vital para la penÃnsula- con la propuesta de legalizar cientos de regadÃos clandestinos, y en paralelo defender el resort de lujo de Valdecañas, construido en plena zona Red Natura 2000 (un espacio protegido), que tiene altos impactos ecológicos, según las voces cientÃficas.
En las últimas horas, el Tribunal Supremo dictaminó que no admite los recursos de casación de la Junta de Extremadura, elevado por su presidente, Guillermo Fernández Vara, ni tampoco de las dos promotoras, Marina Isla Valdecañas, S.A. y Golf Valdecañas, S.L., que pretendÃan evitar la demolición del complejo.
El fallo obliga al Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) a ordenar la demolición inmediata de la urbanización ilegal.
Al conocerse la sentencia, la agrupación Ecologistas en Acción, que con una demanda en 2012 inició este proceso judicial, insta a la Junta de Extremadura a "pedir disculpas por "su nefasta y cuasiprevaricadora gestión de este asunto". También reclama que se atienda de forma especial a los habitantes de los municipios afectados por esta urbanización, con las medidas de compensación que se consideren adecuadas.
En marzo, Fernández Vara envió al Parlamento un proyecto de ley -que fue aprobado- para legalizar este complejo urbanÃstico y, con ello, evitar el derribo ordenado por la Justicia.
El PSOE tuvo que echar mano de su mayorÃa absoluta para obtener la luz verde. El rechazo de la oposición, con 28 enmiendas presentadas, fue total. Tanto el PP como como Unidas por Extremadura se opusieron a su aprobación por la evidente "vulneración" a las directivas europeas y a las sentencias firmes del Tribunal Supremo.
La oposición en bloque calificó de "chapuza jurÃdica" la propuesta de ley aprobada, que incluye 55 nuevas Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPAS), entre las que sobresale Valdecañas, con el objetivo de poder argumentar que, al momento de la construcción de esta urbanización (2007) de 135 hectáreas (200 campos de fútbol), el área carecÃa de protección ambiental, pese a que la Unión Europea las reconoció como tal en 2003 y 2004.
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El resort cuenta con 85 chalés, un hotel, campo de golf de 18 hoyos, piscinas, playa artificial y otras instalaciones deportivas. Entre los propietarios figuran grandes empresarios y personalidades como el cantante Carlos Baute y un hijo del expresidente José MarÃa Aznar.
La urbanización se construyó sobre la Red Natura 2000, una superficie protegida que no puede ser trasformada urbanÃsticamente, como lo estipula la UE y defiende el propio ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico que preside Teresa Ribera.
En 2020, el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura dictaminó que, a pesar de esta ilegalidad, la urbanización no debÃa demolerse. Los jueces alegaron el gran impacto socioeconómico -145 millones de euros- además de los graves perjuicios para la economÃa local.
En febrero, el Tribunal Supremo rechazó este planteo al alegar que "los perjuicios económicos no pueden anteponerse a la ilegalidad de la construcción". La Junta presentó un nuevo recurso, desestimado en las últimas horas.
"Naturalizar esta urbanización es dar un mensaje muy peligroso y sentar un precedente nefasto en un contexto en el que la polÃtica tiene que demostrar valentÃa para luchar contra el cambio climático. Estamos justificando legalizar lo ilegal a favor de determinados grupos económicos en detrimento del medioambiente, sin más", cuestiona la diputada y candidata Irene de Miguel (Unidas por Extremadura).
Critica la "doble vara" del PSOE en su "supuesta defensa del medio ambiente". Por un lado, arremete contra el proyecto de "legalizar lo ilegal" en el caso de Doñana y, por el otro, defiende "legalizar lo ilegal" en el caso de Valdecañas.
"Que Pedro Sánchez defienda Doñana cuando tiene a Valdecañas en su espalda es de una tremenda hipocresÃa", sintetiza.
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