Casi dos meses después de perder la interna con Liz Truss, Rishi Sunak fue elegido nuevo líder del Partido Conservador y primer ministro de Reino Unido. El extitular de Economía pasó al frente de la formación este lunes después de que el expremier Boris Johnson y Penny Mordaunt, jefa del oficialismo en la Cámara de los Comunes, bajaran sus candidaturas. Sunak, un dirigente de origen indio de 42 años, será el quinto primer ministro en seis años y tendrá que remontar las turbulencias económicas que generó Truss en su breve gobierno.

Reino Unido: renunció la conservadora Liz Truss y los laboristas exigen elecciones adelantadas

Sunak advirtió que el país se enfrenta a un "profundo desafío económico" y, pese a haber tranquilizado a los mercados con su nombramiento, deberá convencer a los diputados tories y a los ministros sobre la necesidad de aplicar un ajuste que, a mediano plazo, podría costarle votos al partido. El primer ministro prevé mantener en Economía a Jeremy Hunt, designado por Truss y autor del plan de austeridad, aunque podría reservarse la autoridad para efectuar ciertos retoques.

La oposición viene pidiendo elecciones adelantadas, por lo que Sunak está obligado a preservar la unidad de los conservadores hasta las generales de 2024. El partido se ha atomizado en diferentes facciones tras el Brexit y ha fracasado a la hora de encontrar un acuerdo con la UE y un rumbo para el Reino Unido. Sin embargo, el avance de los laboristas en las encuestas y, sobre todo, la posibilidad de una implosión en las filas conservadoras, juegan a favor de Sunak.

"Tiene dos ventajas: asume con mucho apoyo de sectores diversos del partido, a diferencia de Truss. Eso es alentador para la estabilidad de su gestión. La otra ventaja es que si hay una rebelión eso llevaría a una elección general, que el Partido Conservador perdería por paliza. Quedaría con una bancada muy reducida y en vías de extinción. El instinto de supervivencia va a primar y los conservadores no van a tentar el destino. Sunak puede remontar un poco la posición en las encuestas. El nivel de los conservadores es tan bajo que debería subir", asegura a LPO Ezequiel González Ocantos, profesor de Ciencia Política en la Universidad de Oxford. 

Si hay una rebelión eso llevaría a una elección general, que el Partido Conservador perdería por paliza. Quedaría con una bancada muy reducida y en vías de extinción. El instinto de supervivencia va a primar y los conservadores no van a tentar el destino

Por parte, Keir Starmer, líder del Partido Laborista, sostuvo que el país no ha tenido "un crecimiento económico de la forma en que deberíamos haberlo tenido en los últimos 12 años y él es un factor importante en eso", en referencia a Sunak. El primer ministro deberá mantener a raya a la oposición e inclinar a la sociedad hacia su gobierno. Será una misión difícil, ya que Sunak es percibido por muchos británicos como una figura del establishment que hizo su fortuna en las finanzas. Su mujer, Akshata Murthy, es la heredera de uno de los fundadores de Infosys, el gigante tecnológico indio. Murthy evadió impuestos, lo que terminó afectando la imagen del matrimonio.

El líder del Partido Laborista, Keir Starmer.

AP

Según un sondeo de Ipsos, el 62 por ciento de los británicos quieren elecciones adelantadas. El escenario está abierto y Sunak tendrá que priorizar la estabilidad política. "Será un gobierno que muestre mayor competencia que el anterior. Lo que se puede esperar es austeridad en lo económico, porque necesita enviar señales al mercado en el sentido de ajustar las cuentas públicas para lograr que la deuda sea sostenible y demostrar capacidad de pago. Quizás tenga un margen mayor que otros primeros ministros, porque es un hombre al que los mercados le creen", dice el analista.

"El problema es que en un país que ya sufrió austeridad en el gobierno de David Cameron hay pocas áreas en las que se pueda seguir recortando sin afectar aún más la calidad de los servicios públicos, y en un contexto de alta inflación. Habrá reclamos para subir pensiones y salarios. Habrá recortes en ayuda internacional y quizás los conservadores no logren la promesa de subir al 3 por ciento el gasto en Defensa. Eso puede ser controvertido por la guerra en Ucrania", continúa González Ocantos.

Liz Truss echa a su ministro de Economía para evitar que los conservadores la saquen del gobierno 

Sunak habló 84 segundos luego de ser confirmado líder de los conservadores. Quiere resguardarse hasta ser oficialmente nombrado primer ministro. Su apuesta será un gobierno no sectario, que incluya a ministros en funciones y otros dirigentes cercanos a Johnson para intentar cerrar las heridas del último año. De momento, la carta más fuerte de Sunak es la novedad de ser el primer líder de origen indio en conducir un Ejecutivo en Reino Unido, gracias a las políticas de inclusión que impulsó David Cameron la década pasada. De cierta forma, la suerte de los conservadores depende del éxito de Sunak.