
Emmanuel Macron nunca escondió que avanzarÃa en la reforma de las pensiones en caso de ser reelegido y finalmente presentó el proyecto esta semana. El problema para el presidente francés es la impopularidad de la iniciativa, que este jueves fue rechazada por una huelga general que tiene paralizado al paÃs. De hecho, se registraron 200 protestas en todo el territorio francés, con serios incidentes en ParÃs.
La propuesta del oficialismo busca retrasar la edad de jubilación de los 62 a los 64 años -el plan original era hasta los 65 años- y adelantar a 2027 los 43 años de aportes necesarios para cobrar una pensión completa. Aquellos que comenzaron a trabajar antes de los 20 años podrán jubilarse a partir de los 58, una concesión del gobierno para rebajar al menos algo el malestar social.
Crisis en Francia: Macron enfrenta un paro general y se rebelan sus aliados en el Congreso
Macron insiste en que el sistema previsional no es sostenible porque la población envejece y la esperanza de vida se extiende. La alternativa, dice, es subir impuestos o recortar las pensiones. Y los sindicatos, los primeros en reaccionar, quieren bloquear la reforma. "Las medidas del actual proyecto amplÃan aún más las diferencias entre trabajadores al penalizar a los más modestos", aseguró Laurent Berger, secretario general de la Confederación Democrática del Trabajo (CFDT).
El presidente está decidido a sacar adelante el proyecto previsional y para eso cuenta con Los Republicanos, la derecha gaullista que tiene mayorÃa en el Senado y que en la Asamblea (la cámara baja) puede aportar sus diputados para que la legislación prospere. El diario Le Monde asegura que ya hay un acuerdo cerrado con el gobierno, aunque una parte de la bancada cuestiona algunos puntos de la reforma.
"Habrá un debate parlamentario, por lo que el proyecto podrá variar. Buscamos compromisos y un acuerdo. Mi objetivo es convencer a los franceses de que esta reforma es justa y ofrece mejoras sociales", declaró la primera ministra Élisabeth Borne. Otro de los argumentos del Ejecutivo es que Francia es uno de los paÃses con la edad jubilatoria más baja de la UE. Los sindicatos le recuerdan a Macron y Borne que Francia tiene una tasa de empleo entre los 55 y 64 años por debajo de la media europea.
Con todo, si el oficialismo no consigue una mayorÃa para pasar el proyecto, Macron podrÃa recurrir al artÃculo 49,3 de la Constitución que le habilita a aprobar la ley sin someterla a votación. Es una jugada peligrosa: el gobierno puede perder los votos que necesita y la oposición puede sumar voluntades en la Asamblea para presentar una moción de censura en 24 horas y tumbar tanto el proyecto como la primera ministra.
Mélenchon y Le Pen disputan el liderazgo de la oposición tras dejar a Macron sin mayorÃa
La coalición de izquierda Nupes, integrada por los ecologistas, los socialistas, los insumisos de Jean-Luc Mélenchon y los comunistas, se opone a la reforma al igual que la ultraderecha de Marine Le Pen. Ambos espacios esperan que la presión de las calles -un millón de personas en toda Francia, según los sindicatos, u 800 mil de acuerdo al gobierno en las manifestaciones de hoy- termine por persuadir al gobierno o a Los Republicanos, que podrÃan verse tentados a acompañar la moción de censura.
Es la primera vez que Macron no cuenta con mayorÃa propia entre su partido, Renacimiento, y los aliados, pero descarta la idea del 49,3 y prefiere seguir las conversaciones con los conservadores. El diario Le Figaro asegura que el presidente se reunió el 5 de enero con el exmandatario Nicolas Sarkozy, referente de Los Republicanos, y habrÃan hablado de las pensiones. Fue Sarkozy quien retrasó la edad de jubilación de los 60 a los 62 años en 2010.
Los ocho sindicatos franceses están unidos por primera vez en mucho tiempo y no descartan más movilizaciones. La última encuesta del Instituto Elabe para el canal BFMTV demuestra que el 66% de los franceses rechaza el proyecto y un 56% respalda las protestas. Es demasiada la oposición a la reforma. La pregunta es hasta dónde llegará la determinación de Macron.
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Franceses a joderse por haber entrado al euro, con el franco no hacían ninguna reforma, tomaban deuda y/o emitían, luego devaluaban y listo, hacían la gran peronia.
Ahora con el corset del euro y los límites de endeudamiento y déficit acordados por la UE están al horno.
Va a ser divertido verlos joderse por pelotudos y se lo merecen por complicarle la vida a las finanzas internacionales con su bendita OCDE que no es más que una organización que defiende y beneficia a las castas políticas globales.