Diana Mondino, canciller designada por Javier Milei, lanzó un balde de agua fría a los industriales que la invitaron a hablar en la Conferencia de la UIA: "Vayan comprándose un generador porque no da para todos".

Además, como ya había hecho el designado ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, cuestionó el gasoducto de Vaca Muerta, acaso la obra más trascendente de la presidencia de Néstor Kirchner: "¿Por qué tiene que ser estatal? ¿Por qué el gasoducto tenía que ser estatal? Quiero que una persona me diga por qué el gasoducto debía ser estatal. Son empresas petroleras grandotas que se lo venden a empresas de energía grandotas ¿Por qué el cañón lo pagamos entre los 47 millones de argentinos?", le preguntó a los empresarios.

Lo llamativo es que aún con el amplio respaldo que obtuvo esta obra a la que todos los empresarios del sector reconocen como crítica para el desarrollo de Vaca Muerta, el único que salió a responderle a la futura canciller, fue Darío Martinez, ex secretario de Energía que dejo su cargo sin poder comenzar esta obra. 

"Señora Mondino el Gasoducto beneficia a los 47 millones de argentinos. No sólo el Gasoducto beneficia directamente a los 47 millones de Argentinos, sino que terminar la segunda etapa y la reversión del Gasoducto Norte ayudará al nuevo gobierno a reducir drasticamente el déficit fiscal y los subsidios al Gas y la Electricidad, bajando los costos de la Energía a la economía, todo en simultaneo", afirmó Martínez.

¿Por qué tiene que ser estatal? ¿Por qué el gasoducto de Vaca Muerta tenía que ser estatal? Quiero que una persona me diga por qué el gasoducto debía ser estatal. Son empresas petroleras grandotas que se lo venden a empresas de energía grandotas ¿Por qué el cañón lo pagamos entre los 47 millones de argentinos?

 Martinez declaró que "está obra la construyó y financió el Estado, porque era imprescindible hacerla y el sector privado no manifestaba ninguna convicción sería en participar" e indicó que "los números son contundentes en inmensos beneficios en materia disminución de costos para toda la economía". 

Lo cierto es que en sus primeros 4 meses de funcionamiento, el Gasoducto ya generó un ahorro del gasto público de USD de 448 millones debido a que el gas de Vaca Muerta tiene un costo de USD 3.50 contra los USD 10 que cotiza el GNL importado.

Además, en Argentina los únicos gasoductos construidos por el sector privado fueron exclusivamente para exportar a Chile en la década del 90.  La red troncal compuesta por el caño San Martín, Neuba I y II, Gasoducto Norte, y tramos mas cortos, que abastece de gas natural por red a todo el país fueron construidos por el Estado. 

De hecho el Gasoducto Nestor Kirchner, es una iniciativa original de Mauricio Macri (no con ese nombre, claro) bajo el régimen  de asociación público privada conocido como PPA que no se pudo hacer porque no había actor disponible a poner USD 3.6000 millones de dólares.

Hay una cantidad de regulaciones enorme. Dentro de esas regulaciones, está una que establece que Argentina, por algún misterioso motivo, considera que los dólares no son del que exporta, que los dólares son del Banco Central. Lo primero que hay que hacer, no el 11 de diciembre, pero lo más pronto que se pueda, es llegar a una situación en la cual los dólares sean del exportador.

Como sea, la exposición de Mondino en la conferencia industrial dejo definiciones nítidas sobre la hoja de ruta del gobierno: "Hay una cantidad de regulaciones enorme. Dentro de esas regulaciones, está una que establece que Argentina, por algún misterioso motivo, considera que los dólares no son del que exporta, que los dólares son del Banco Central. Lo primero que hay que hacer, no el 11 de diciembre, pero lo más pronto que se pueda, es llegar a una situación en la cual los dólares sean del exportador", afirmó la economista. 

Se trata de una vieja polémica que en su momento el economista Marcelo Diamand abordó, cuando lanzó su teoría sobre la Estructura Productiva Desequilibrada de la Argentina, que se caracteriza por un sector exportador primario competitivo internacionalmente que genera divisas pero poco empleo y un sector industrial que -con sus matices- no logra competir internacionalmente, pero garantiza mayor empleo y para sobrevivir necesita los dólares que provee el campo para para comprar sus insumos importados.