La cúpula de la UIA le reclamó a Sergio Massa una devaluación, durante el encuentro que el ministro y candidato tuvo el martes pasado con la cúpula fabril. Los industriales argumentaron que el supuesto atraso del tipo de cambio oficial afecta las exportaciones de manufacturas.
Si bien desde la entidad fabril eludieron precisar el porcentaje de corrección que impulsan, LPO consultó a economistas que defienden un modelo de desarrollo de la industria nacional.
La cúpula de la UIA le pidió a Massa que devalúe
Según Federico Zirulnik, economista del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO), el tipo de cambio no es la variable a ajustar para hacer a la industria más competitiva. "No creo que la dinámica exportadora de la industria este ligada a un tipo de cambio competitivo. Los productos que nuestra industria le vende al mundo depende más de las necesidades que presenta el contexto. Dependen más del acceso a lo mercados que del tipo de cambio".
"No hay tipo de cambio que te resuelva la brecha de productividad para competir con China. Ni con un dólar a 2000 pesos podes competir con la industria textil asiática", agregó.
Coincide MartÃn Burgos, economista del Centro Cultural de la Cooperación, think thank del Banco Credicoop. "El tipo de cambio no está atrasado, los salarios argentinos están en niveles correctos si lo pensamos en términos de costos laborales. E incluso son bajos si lo pensamos en términos distributivos y de requerimientos para fomentar el consumo interno, que es el principal mercado para la industria argentina", explicó Burgos.
De los planteos de ambos economistas se traduce que el único efecto directo que tiene sobre la industria la suba del dólar, es el abaratamiento del costo laboral medido en moneda extranjera.
Sin embargo dentro del campo de la economÃa heterodoxa, difieren los economistas de Fundar, sello que ampara a ex funcionarios de la gestión de MartÃn Guzmán y MatÃas Kulfas.
En un estudio realizado por Pablo de la Vega, Emiliano Libman y Guido Zack, propone "un esquema transitorio de desdoblamiento o unificación con suba de retenciones que modere el salto cambiario inicial y su efecto inflacionario".
No obstante estos economistas afirman que "hay diferencias esenciales entre tomar una u otra opción. La primera es que un desdoblamiento cambiario podrÃa simplificar y formalizar el caótico escenario cambiario actual, pero "sólo la unificación elimina los incentivos indeseados que surgen de la existencia de más de una cotización para un mismo activo".
Sobre el dólar industrial, en el Palacio de Hacienda estudian a Marcelo Diamand. Lo que le preocupaba a Diamand era que la baja productividad industrial y su requerimiento de divisas no alcanzaba a ser abastecida por las exportaciones agropecuarias, lo que generaba recurrentes cuellos de botella en el sector externo y fuertes presiones devaluatorias. En aquel entonces escribió: "Tenemos un sector industrial consumidor de divisas que no contribuye a producirlas y la provisión de estas divisas está a cargo del sector agropecuario de crecimiento mucho más lento". Bajo este argumento fue uno de los teóricos por excelencia del tipo de cambio alto para la industria.
Los ejes fundamentales del pensamiento de Diamand están expuestos en un famoso ensayo que publicó en 1972 bajo el tÃtulo "La estructura productiva desequilibrada de la Argentina y el tipo de cambio". El desequilibrio aludÃa a la existencia de dos sectores con realidades muy diferentes: el agropecuario, que goza de ventajas naturales y una productividad particularmente alta, y un sector industrial con una productividad mucho menor. En base a esa premisa, Diamand sostenÃa la necesidad de adoptar tipos de cambios diferenciales, con un dólar más alto para la industria que la proteja razonablemente e incentive su desarrollo exportador.
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Estos economistas, con sus burradas no ayudan... Argentina debe achicar gastos, para la emisión, bajar los impuestos, pues no podremos incentivar la industria y que se genere más trabajo.
Encima siguen añadiendo gastos (moratoria previsional), Massa está rifando el presente y futuro inmediato en su ambición desmedida, encima con un montón de ignorantes apoyando la peor gestión en economía desde el regreso a la democracía.
Los tipos de cambios diferenciales solo intentan maquillar un poco la situación.
Hay que lograr déficit cero y emisión cero para no seguir ampliando la brecha cambiaria.
Dolarizar para solucionar los problemas no es necesario.
Por más doloroso que sea y por más que nos perjudique a muchos de nosotros, hay que recortar fuertemente el gasto público.
Tener superávit fiscal a la larga trae beneficios para el conjunto de la sociedad.
Lo han dicho hasta el cansancio muchos economistas que adhieren como yo a la Escuela de las Expectativas Racionales de R. Lucas y T. Sargent.
Una de las escuelas de pensamiento macroeconómico más serias que existen en el mundo.
El dólar alto y el déficit presupuestario son drogas que hay que eliminar para curar al adicto (nuestro país).
Si la oferta monetaria excede el tamaño de la economía, cae el valor unitario del peso, disminuye su poder compra y suben los precios.
Si cae la demanda de pesos por una elevada inflación y crece el apetito por el dólar, estaremos siempre igual o peor.
Obviamente pocos quieren cambiar sus dólares por pesos, pero si se dan ciertas condiciones el peso sobrevivirá.
En relación a esto último, hay que enviar las señales correctas como mencioné anteriormente y se empezarán a ver cambios positivos en la economía.
La inflación que tiene la Argentina es de origen fiscal y evoluciona según el tipo de cambio. Hay una relación causa-efecto.
El exceso de pesos hace subir los precios y presiona sobre el tipo de cambio.
Además, los dólares se generan exportando más y con más inversiones.
Si hacemos bien los deberes, los dólares aparecerán y la inflación caerá.
El termómetro es la cantidad de dólares y la inflación es la fiebre.
Nuestro candidato oficialista sabe que se pueden mejorar muchas cosas.
Su adversario opositor de la LLA es una caja de pandora.
Pero seguramente, si UXP gana la elección del 19 de noviembre la sociedad no le entregará un cheque en blanco. Habrá que ponerse las pilas.
Ninguno habla de las distorsiones macro producto del exceso de gasto que terminan en infinitos tipos de cambio para tapar el sol con el dedo.
Pasan las décadas y ninguno aprende, ni políticos ni economistas.
Con Ventajita, vamos a tener 20 tipos distintos de devalueta. A vos te devaluo esto, a vos esto, a vos esto otro. Se viene un gobierno divertido, si la gente quiere eso claro.
Dolar blue sin subsidio: 1300
No, para nada esta atrasado.