La alianza de Javier Milei con el bloque del peronismo cordobés que lideran Martín Llaryora y Juan Schiaretti atraviesa un momento delicadísimo. A través de sus diputados, Llaryora le anticipó a Milei que rechazará distintos puntos de la ley "ómnibus", por lo que reclama que desguace el DNU y abra la discusión punto por punto del plan libertario, en particular los los cambios en el régimen de biocombustibles, la desregulación del sector farmacéutico, la modificación en Ganancias y el recorte en la coparticipación.

El gobernador reunió en su despacho a dos ministros y a los representantes de la industria de los biocombustibles, sector con el que Llaryora tiene una alianza estratégica ya que integró a su gabinete, como presidente de la Agencia Innovar y Emprender, al empresario Manuel Ron, fundador de Bio4, la principal empresa de biocombustible de Córdoba.

Luego de ese encuentro, los ministros cordobeces fueron convocados por Guillermo Francos para destrabar el conflicto. Según fuentes al tanto de las conversaciones, Francos anticipó que habrá modificaciones al texto original, regresando a las retenciones cero para productos agrícolas y manteniendo el actual régimen para los cortes de bioetanol y biodiesel. Pero no es un secreto que las promesas de Francos deben pasar todavía el filtro del jefe de Gabinete, Nicolás Posse y del propio Milei, que un día parece ceder y al otro rechaza cualquier cambio.

Antes del encuentro en la Casa Rosada con el ministro del Interior, Llaryora había sentado ante los empresarios de biocombustibles al ministro de Bioagroindustria, Sergio Busso, y a su par de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica, el macrista Pedro Dellarossa, una de las figuras de Juntos por el Cambio que se pasó a Hacemos Unidos. Como se recordará, Dellarossa fue el primer intendente del país que ganó una elección con el sello Cambiemos, en 2015, cuando se quedó con la intendente de Marcos Juárez.

Productores de biocombustibles aseguran que la ley de Milei aniquila a las pymes y beneficia a las petroleras

Busso cruzó de frente a Milei y al lobby petrolero: "Quieren cambiar las reglas de juego para el mercado de los biocombustibles y favorecer a las petroleras. Vamos a defender todas las inversiones que se hicieron en este sector que genera muchas fuentes de empleo y es clave para el desarrollo de la provincia". Tras la reunión con Francos, bajó un cambio, pero reiteró que la orden de Llaryora es defender la producción de Córdoba.

Antes de reunirse con Francos, Dellarossa había señalado que "esta ley ómnibus elimina ocho artículos de la ley 27640 y desregula casi en su totalidad la actividad, lo que haría peligrar a las pequeñas y medianas empresas que fabrican biodiesel y bioetanol". Ahora, confía en que el Gobierno nacional mantendrá "como punto de partida" un corte de 12% para el bioetanol y del 7,5% para el biodiesel; con el compromiso de "discutir hacia adelante una nueva legislación que permita crecer como lo han hecho otros países de la región".

Quieren cambiar las reglas de juego para el mercado de los biocombustibles y favorecer a las petroleras. Vamos a defender todas las inversiones que se hicieron en este sector.

En alerta, y antes de la reunión entre Francos y los ministros de Llaryora, el sector de los biocombustibles rechazó la ley omnibus: "No hay una mezcla obligatoria mínima y, por lo tanto, puede pasar cualquier cosa con la demanda de bioetanol en los próximos meses, si se aplica esta ley. Esto dejaría fuera de la cancha a gran parte de la industria y nos pondríamos en una crisis de la cual no sé cómo saldríamos", advirtió en ese reunión, celebrada en el despacho de Llaryora, Patrick Adam, director ejecutivo de la Cámara de Bioetanol de Maíz.

Guillermo Francos con funcionarios d elas provincias que producen biocombustibles, este lunes en la Casa Rosada.

En paralelo, Ignacio García Aresca, el diputado nacional con quien Llaryora mantiene una profunda amistad desde niño, dijo que la intención de los peronistas cordobeses integrados al bloque Federal es que el DNU sea desguazado y que se debata como "iniciativas individuales dentro de la Cámara". 

"No queremos votar iniciativas a ojos cerrados por el solo deseo del presidente de la Nación", destacó García Aresca, que es la voz de Llaryora en el Congreso.

En ese punto, García Aresca avanzó: "Si el DNU se rechaza en el Congreso, el gobierno debería sacar cada uno de los temas que componen este decreto de manera individual a través de proyectos de ley".

No queremos votar iniciativas a ojos cerrados por el solo deseo del presidente de la Nación. Si el DNU se rechaza en el Congreso, el gobierno debería sacar cada uno de los temas que componen este decreto de manera individual a través de proyectos de ley.

Para tener una dimensión de quién es García Aresca: cuando el actual gobernador era un niño y su papá estaba en la clandestinidad, perseguido por la dictadura, vivió durante varios meses con la familia García Aresca. Por eso Llaryora se refiere a Ignacio como "hermano de la vida". Ese es el vínculo.

En este marco García Aresca reiteró que Llaryora no está de acuerdo en que se restablezca el Impuesto a las Ganancias para los trabajadores. "Para eso tenemos que encontrar un mecanismo que permita distribuir a las provincias los fondos que se recibían por Ganancias", dijo García Aresca al pedir la coparticipación de la Ley de Cheques. "En este caso se debería destinar el 26,7 % de toda la recaudación de la Ley de Cheques es lo que se debería destinar para las provincias", anticipó García Aresca.