Un elemento central en la elección del domingo 13 es la presencia de fiscales en cada una de las mesas electorales, responsables de la fiscalización y, principalmente, de la reposición de los votos a lo largo del domingo. En Córdoba, los responsables de conseguir esa primera línea de militancia están chocando contra una pared: el número de fiscales es limitado y no alcanzan para los dos bandos en disputa de la coalición opositora.

Con una carta marina de casi 9.100 mesas, el cálculo es simple: ninguna tribu de Juntos por el Cambio está en condiciones de aportar esa cantidad de fiscales de mesa, por lo que la disputa por llegar al mayor número posible se ha vuelto visible y descarada ya que ambos sectores acordaron que no habrá fiscalización cruzada: cada sector de la interna repone y cuida sus votos.

Patricia aceptó compartir búnker con Larreta y ahora la discusión es por la sede

Rodríguez Larreta parece tener una ventaja en el despliegue de esta logística: cuenta con el respaldo de Ramón Mestre, quien, aunque horadado tras cuatro años en el llano, conserva buena parte del despliegue territorial que sembró durante 8 años, cuando fue intendente de la ciudad de Córdoba; de Rodrigo de Loredo, quien pese a la derrota de junio mantiene bajo su influencia a un grupo significativo de intendentes, entre ellos Marcos Ferrer, de Río Tercero; Juan Negri, con presencia en seccionales de la ciudad de Córdoba (pese a la presidencia de su padre); y otros caciques territoriales vinculados a Mario Decara, el defensor del Pueblo. Se sumó a este operativo el jujeño Gerardo Morales, de paso por Córdoba.

Horacio Rodríguez Larreta parece tener una ventaja en el despliegue de fiscales: cuenta con el respaldo de Ramón Mestre quien conserva buena parte del despliegue territorial que sembró durante 8 años como intendente de la ciudad de Córdoba; de Rodrigo de Loredo, que mantiene bajo su influencia a un grupo significativo de intendentes y de Juan Negri.

En este campamento dan por sentado que Soher El Sukaria, electa concejala de la ciudad por haber sido candidata a vice intendenta de De Loredo , enviará fiscales, pese a que es tropa de Mauricio Macri. Aunque en el esquema de Larreta hay desconfianza respecto del compromiso de Soher, nadie quiere limarla y que huya hacia Patricia Bullrich. Por su origen macrista, tratará de surfear la ola, aunque el apoyo de María Eugenia Vidal a Larreta convalida la jugada con el alcalde porteño.

Gerardo Morales con Mario Negri este sábado en Cordoba.

En este recuento, la rama más militante del juecismo, la Juventud que comanda Martín Juez -concejal electo e hijo del senador-, está enrolada con Rodríguez Larreta, y promete aportar fiscales en los barrios de la ciudad de Córdoba. Aquí también milita Daniel Juez, legislador electo y nexo directo con el juecismo histórico, el más territorial.

En la cuenta fina, el larretismo asegura tener cubierto 21 de los de los 23 departamentos en que se divide la provincia, y garantizada la fiscalización en el 100 por ciento de las escuelas de la ciudad de Córdoba, donde se concentra el 40% del padrón y requiere del despliegue de 3.800 personas, y de las principales ciudades de la provincia.

En el larretismo hay una incógnita: qué hará finalmente Javier Pretto, electo viceintendente de la ciudad de Córdoba junto a Daniel Passerini, y expulsado del PRO una semana después de ese resultado. Pretto indicó que en la interna apoyaría a Rodríguez Larreta.

Patricia Bullrich, quien le asigna a Córdoba un rol central en su estrategia electoral, cuenta con el aval de los radicales Marcos Carasso, presidente de la UCR y referente del sur provincial; Diego Mestre, presidente del radicalismo en la ciudad de Córdoba y hermano del ex intendente, por lo que hay además una rivalidad entre los Mestre; Luis Picat, intendente de Jesús María y primer precandidato a diputado; la diputada nacional Soledad Carrizo, quien es fuerte en el norte de Córdoba y desplegó su espacio en varios puntos de la provincia; y Miguel Nicolás, legislador electo y uno de los tradicionales caudillos de la ciudad de Córdoba.

En el marco de la estrategia de Luis Juez de dividir la tropa, al campamento de Bullrich llegaron Ernesto Martínez, ex senador nacional junto a Rodríguez Machado; el legislador electo Juan Pablo Peirno, rival de Ferrer en Río Tercero; Walter Gisper, legislador electo en Punilla, uno de los próximos jefes legislativos del juecismo; Nancy Almada y Graciela Villata, legisladora y concejala electas, respectivamente,

Todo el esquema de fiscalización es coordinado por Laura Rodríguez Machado, jefa de campaña, quien admite las limitaciones: "Vamos a cubrir la mayor cantidad de mesas posibles".