El libertario que preside la Bicameral de DNU, Juan Carlos Pagotto, habilitó la citación de dos de los principales ministros del gabinete nacional a pedido del radicalismo. Se trata de Nicolás Posse y Luis Caputo.
Oscar Parrilli pretendía que se incluyera en la nómina a Federico Sturzzeneger, autor del mega decreto, pero reconoció que la comisión no puede citar a un ciudadano particular que no tenga cargo o responsabilidad en la gestión. El senador kirchnerista aprovechó la situación para criticar al gobierno por tenerlo como custodio de la fracasada ley ómnibus y el DNU sin siquiera acreditar designación alguna por Boletín Oficial.
Además de Posse y Caputo, tendrán que asistir a la Bicameral el director del Banco Nación Armando Guibert, el secretario de Agricultura, Fernando Vilella, el secretario de Trabajo, Omar Yasin, el ministro de Salud, Mario Russo, y el director de Ansés, Mariano De los Heros.
El kirchnerismo insistió con la impugnación de la composición de la comisión y planteó que se trate en recinto el 70/23 porque están vencidos los plazos para su discusión en comisión. La entrerriana Carolina Gaillard consideró que "se está alterando la voluntad popular de las elecciones de octubre" y que "se vulneró la resolución de integración de las comisiones por sistema D'Hont que se votó el 7 de diciembre", acordada con Martín Menem.
Ese incumplimiento, reconocido incluso por el pichettista Nicolás Massot, dejó a Unión por la Patria (UxP) con un diputado y un senador menos en la Bicameral.
Asimismo, la legisladora reprochó que la comisión "no se haya conformado durante 74 días" y apeló al artículo 20 de la Ley 26122 para plantear que, vencido el plazo de 10 días hábiles desde que un DNU ingresa al Congreso, las cámaras le pueden dar tratamiento en recinto. "No queremos dilatar más el tratamiento del DNU. El plazo se venció. Nuestro bloque pidió sesión especial tres veces y la presidenta del Senado (Victoria Villarruel) no respondió nada", expresó.
En ese sentido, Massot advirtió que "es inminente el tratamiento de este DNU en los plenos, principalmente en el Senado". "Evidentemente hay una voluntad mayoritaria para tratarlo en el Senado y aparentemente hay una voluntad mayoritaria para rechazar el DNU", señaló.
La intervención del diputado bahiense fue central porque marcó el margen de maniobra de los que no quieren aprobar el DNU pero están de acuerdo con buena parte de su contenido.
Al respecto, marcó tres problemas. En primer lugar, adujo que el capítulo de la reforma laboral "es, sin duda, lo más importante que ha planteado este gobierno" pero alegó que "no hay ningún tipo de posibilidad de que esa reforma sea efectiva porque requiere una ley".
En segundo lugar, indicó que "versa sobre 16 capítulos, multitemáticos". "Tener que rechazar 300 artículos es un no a lugar", dijo.
Para argumentarlo, agregó: "Acabo de decir que estoy de acuerdo con una gran cantidad de atributos de la reforma laboral. Me parece muy bien que redeterminemos multas y multiplicadores, que le pongamos una cuota a los honorarios de los abogados, que redeterminemos todo aquello que infla la industria del juicio y las indemnizaciones multimillonarias que hacen quebrar a nuestras empresas. ¿Pero derogar a cero las multas por trabajo informal? La pucha. Hay que animarse, ¿eh?".
Y en tercer lugar manifestó que no está "dispuesto a avalar que un gobierno crea que va a poder legislar sustituyendo el Congreso". "Me cuesta mucho aceptar este DNU pero rechazarlo también es un problema", sostuvo, y propuso que se trate su contenido por ley.
El jefe del interbloque de UxP en el Senado, José Mayans, alertó que Javier Milei declaró en un reportaje concedido al Financial Times que "va a gobernar sin el Congreso". "¿Los otros diputados van a convalidar esto? Con esta acción están cerrando el Congreso", concluyó.
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