Peronismo

Los gobernadores desesperados por evitar una foto con Cristina, temen el impacto en sus distritos

Quisieron boicotear el encuentro de mañana en la Rosada. El factor Nisman golpeó duro en las encuestas. Campañas suspendidas y fotos "tóxicas".

Los gobernadores peronistas intentaron darle un golpe muy duro Cristina Kirchner, haciéndole un desplante histórico. Pero, como tantas otras veces, se quedaron en el amague. La necesidad de fondos y el temor a represalias, terminaron sepultando una vez cualquier mínimo ensayo de rebeldía.

Los mandatarios quedaron maniatados al sistema de refinanciación de deuda que implementa el Gobierno desde el año pasado. Lo que antes se hacía anualmente, desde inicios de 2014 se estableció cada tres meses y bajo control de las finanzas provinciales. Cristina no tardó en usarlo como un látigo para mantener a raya a los gobernadores: lo sufrieron Sapag, Buzzi, Paco Pérez y Weretilneck cuando se opusieron a la nueva ley de hidrocarburos, y también Bacillef Ivanoff cuando se peleó con Capitanich.

Cada vez que los mandatarios (son 17 los que necesitan refinanciación) firmaron la renovación del convenio, el Gobierno los reunió en la Casa Rosada y los mostró alineados. Ahora, los funcionarios se apuraron a armar un encuentro para esta semana, con el objetivo de que posen para la foto junto a Cristina, en un momento en que la Presidenta intenta salir de la crisis que generó la muerte del fiscal Nisman.

El problema es que hace apenas una semana los gobernadores se fueron furiosos de la reunión del PJ por el documento que les impuso Carlos Zannini. Hartos de este tipo de actitudes y por temor a quedar pegados en el escándalo de Nisman, la mayoría no quería saber nada con nuevas fotos por el momento.

Aunque a ninguno se le pasaría por la cabeza deslizarlo en público, en privado todos reconocen que una foto de ese tipo es letal en este momento. El impacto de la muerte de Nisman derrumbó a Cristina en las encuestas. Por caso, como reveló LPO, José Ottavis tiene un sondeo que muestra una caída de trece puntos en la imagen positiva de la Presidenta. Los gobernadores manejan números similares, con bajas de entre 10 y 15 puntos.

Pero lo que más los preocupa es que en sus propios distritos el FPV-PJ se desplomó en las encuestas. En donde el escenario aparecía peleado, como en Tucumán o Jujuy por ejemplo, ahora está mucho más complicado. Varios empiezan a hacerse la idea de que la posibilidad de perder es muy concreta y, por supuesto, están desesperados por revertir el panorama. La foto con Cristina en este contexto podría volverse tóxica para el año electoral.

Es por eso que algunos mandatarios provinciales intentaron boicotear el encuentro. El método fue llamar al rebelde Alberto Weretilneck para que se amotine y no vaya a la Casa Rosada, suponiendo que así se caería la firma del acuerdo. Pero el massista los cortó en seco. "Yo ya puse las bolas en su momento, ahora les toca a ustedes", les respondió, según confiaron fuentes del peronismo a LPO.

Así las cosas y con la necesidad de dinero que tienen las provincias, mañana al mediodía habrá una presencia casi completa en la Casa Rosada. Cristina se irá el fin de semana a China con la foto que quería con los gobernadores. Se cumplirá el pronóstico que un importante dirigente del PJ hizo ante LPO: "Van a ir todos, son unos cagones".

El factor Nisman

Este medio explicó días atrás cómo Daniel Scioli empezaba a despegarse tibiamente de la Casa Rosada y expresar el hartazgo de los gobernadores, algunos de los cuales llegaron al límite de tolerancia cuando se enteraron que Zannini sugirió que el Gobierno juega a perder la elección presidencial.

Pero el problema no es sólo ese, sino también la pesada carga que les genera el caso Nisman de cara a la campaña electoral. Las encuestas de los últimos días coinciden en que la enorme mayoría de la gente descree de la versión del Gobierno y una buena parte lo señala como el responsable del fatídico hecho. Esto, obviamente, repercute en la aprobación de todo el kirchnerismo.

Algunas voces del peronismo repiten por estas horas que Scioli habría perdido entre 3 y 6 puntos por el impacto del caso Nisman. Esto explica la distancia que tomó el bonaerense de la versión oficial, su notoria incomodidad en la cumbre del PJ, y que apenas se haya expresado con declaraciones de ocasión.

Esta situación obligó a la mayoría de los dirigentes del oficialismo a suspender sus campañas de verano. La mayoría se recluyó en sus distritos y apenas se asomaron en pequeños actos. El contacto con la gente es imposible: los que lo intentaron no escucharon otra cosa que reclamos por la muerte de Nisman.

Por ejemplo, Scioli inauguró la temporada veraniega a un ritmo frenético. El ex motonauta se instaló en una Mar del Plata de color naranja y no paró un minuto en las primeras semanas. Recorridas por las playas, inauguraciones, partidos de fútbol, entrevistas a orillas del mar, y mucho más. Hasta se animó a nadar como un turista más, mientras la prensa oficial se encargaba de mostrarlo rodeado de gente.

Pero desde la muerte de Nisman eso quedó en el pasado y las apariciones del mandatario han sido mucho más cuidadas. Ayer, por caso, se mostró en una escuela de policías de Quilmes y en la inauguración de un tramo de la ruta 6 en General Las Heras. Bien lejos de la muchedumbre.