Las verdaderas razones de Insaurralde para irse con Massa
Martín Insaurralde medita con extremada precaución los pasos a seguir en su inexorable camino a Tigre. El diputado ya no oculta en sus declaraciones su posible salto y hasta en el massismo y el sciolismo lo dan por hecho. Pero, más importante que los coqueteos son las razones que lo mueven a abandonar el barco.
El ex intendente de Lomas de Zamora tiene tres grandes motivaciones que lo llevaron a decidirse por pasarse a las filas de Sergio Massa, algo que empezó a insinuar apenas pocos días después de las elecciones del año pasado, cuando el kirchnerismo duro ya le había soltado la mano.
La primera de esas razones nace de un sencillo análisis de la coyuntura económica. El novio de Jesica Cirio cree -como muchos otros dirigentes del oficialismo- que la situación económica seguirá deteriorándose en 2015 y eso complicará las chances de Daniel Scioli o cualquier otro candidato kirchnerista a la presidencia y la gobernación. Las consecuencias del default, la recesión y la crisis del mercado laboral parecen darle la razón.
El segundo motivo que esgrime Insaurralde es el más determinante en términos políticos. El lomense desconfía de Scioli y recuerda cada vez que puede que el gobernador bonaerense nunca le garantizó que va a ser su candidato a sucederlo. "Daniel siempre que me junté me da todo su apoyo, es macanudo. Pero nunca me dijo que voy a ser su candidato a gobernador”, repite.
Además, Insaurralde cree que al final del camino, cuando el kirchnerismo se disponga a cerrar las listas, Cristina terminará imponiéndole a Scioli el candidato a gobernador y, por supuesto, no será él. El ex intendente de Lomas piensa que el ex motonauta no se sacrificará demasiado para defenderlo.
Al respecto, Insaurralde piensa que con Massa tiene más garantías de ser el candidato a gobernador, porque el tigrense no tiene que consultarlo con nadie y tampoco tiene en sus filas una opción más alentadora.
Guillermo Viñuales, jefe de Gabinete de Lomas de Zamora y uno de los hombres más cercanos a Insaurralde, blanqueó días atrás ese pensamiento: “Lo que está ocurriendo es que los que se están precandidateando en el massismo a la gobernación hoy no los conoce ni el 10% de la Provincia y también tienen muchas dificultades por generar consenso dentro de su espacio y entre sus propios dirigentes”.
La tercera razón de Insaurralde para irse con Massa tiene que ver con volver al lugar en el que más cómodo se siente: la intendencia de Lomas. Desde el mismo día que fue electo diputado, Insaurralde dudó en dejar su cargo para irse al Congreso, una alternativa revelada por LPO. Previsor, creía que ser uno más en la Cámara de Diputados le quitaría espacio para mostrarse gestionando, algo que de todos modos siguió haciendo.
El propio Insaurralde blanqueó ayer que “la banca es del Frente para la Victoria” por lo que "si pasara al Frente Renovador la dejaría". Volver a la intendencia, donde tiene licencia, le permitiría levantar su perfil de gestión de cara a las elecciones, y no sólo mostrar su perfil mediático en lo de Marcelo Tinelli.
Con ese paso, el diputado lograría cerrar otro frente de conflicto de cara a 2015 y es la interna entre el intendente interino, Santiago “Beto” Carasatorre, y el mencionado Viñuales. El primero ya avisó que haga lo que haga Insaurralde seguirá en el kirchnerismo y meses atrás salió a caminar con Gabriel Mariotto, eterno rival de Insaurralde. Viñuales, en cambio, es un incondicional del novio de Jesica Cirio.
Mientras tanto, esta tarde Massa le hará una caricia a Darío Giustozzi y lo acompañará en un acto en Almirante Brown. El motivo formal es festejar el primer aniversario del triunfo del Frente Renovador en las primarias, pero Giustozzi aprovechará para ensayar el lanzamiento de su precandidatura a gobernador.
No obstante, en el massismo todos creen que al final del camino el intendente interino de Almirante Brown terminará negociando con Massa y se bajará de la contienda con Insaurralde, a sabiendas de que no tiene chances de ganar una interna en la que arranca con una desventaja de más de veinte puntos.