Alberto mantiene todo igual y manda una ley para zanjar la discusión con Larreta
Alberto Fernández anunció que no habrá nuevas restricciones y hasta el 21 de mayo continúan las actuales medidas en el Área Metropolitana de Buenos Aires. El presidente adelantó que mandará un proyecto de ley al Congreso para zanjar la disputa con Horacio Rodríguez Larreta.
"Hay zonas del país que están en situación de alarma epidemiológica, donde el sistema de salud está muy tenso. Allí se restringirá circulación y actividades comerciales hasta las 19 horas y el dictado de clases exclusivamente será a distancia", dijo el mandatario, sin identificar esas zonas aunque en clara referencia al AMBA.
De esta forma, Alberto mantiene la suspensión de las clases presenciales y se abre una nueva disputa política con Horacio Rodríguez Larreta, que como explicó LPO pretende mantener la presencialidad en el nivel inicial y primario, y pasar a la virtualidad a parte de las escuelas secundarias.
El mensaje del presidente fue muy sorpresivo -se especulaba con que sería por la tarde- y anunciado menos de diez minutos antes de que fuera difundido. El apuro de la Casa Rosada fue interpretado como un intento de cortar con las presiones internas para ir hacia una cuarentena más dura.
Alberto evalúa el pedido de Kicillof para imponer un cierre total por 15 días
En ese sentido, quedó muy debilitada la posición de Axel Kicillof que venía planteando la necesidad de restricciones muy fuertes durante 15 días para bajar drásticamente los casos. En la provincia dicen que no alcanza con frenar la velocidad de contagios, lo que se logró con las actuales medidas. "Si seguimos en esta meseta es un desastre", el gobernador en la reunión con Alberto.
El mandatario admitió en parte la gravedad de la situación sanitaria, aunque con un tono menos pesimista del utilizado en la Provincia. "La situación no se encuentra de ninguna manera resuelta, la cantidad de casos es realmente muy elevada.La situación epidemiológica en el AMBA es crítica y tenemos otras zonas con alta tensión sanitaria", reconoció Alberto. "Las próximas semanas pueden llegar a ser muy duras", añadió.
Pero el presidente y su entorno no querían saber nada con esa idea por dos motivos. El primero netamente económico por el daño que provocaría a la recuperación de diversos sectores y por el agujero fiscal que generaría la necesidad de reflotar programas como el IFE y el ATP. El segundo motivo es político y tiene que ver con la dificultad de que la sociedad acompañe un nuevo encierro.
La discusión estuvo marcada por las posturas de Nicolás Kreplak, que sostiene que el sistema no soporta esta cantidad de casos diarios y que en el caso de la Provincia necesita bajarlos de 11 mil a 3 mil diarios, y la de Carla Vizzotti, que quería mantener las actuales medidas. La ministra dijo que las restricciones funcionaron para frenar el crecimiento de casos y sostuvo que no hay indicadores que muestren que el sistema no soporta como dice Kreplak. Vizzotti cree que hay que guardarse la carta de una cuarentena dura para el invierno.
El dato más novedoso del anuncio de Alberto fue el envío de unproyecto de ley alCongreso para tratar de zanjar políticamente la disputa que Larreta llevó a la justicia ordinaria y a la Corte Suprema para eludir lo establecido en los DNU presidenciales.
De acuerdo a lo adelantado por Alberto, la norma tendrá como objetivo establecer "criterios científicos claros y precisos" para facultar al Presidente y a los gobernadores a "tomar restricciones y medidas de cuidado durante esta situación excepcional". La decisión parece intuir un fallo adverso de la Corte.
"Este proyecto de ley ratifica mi vocación al diálogo", dijo en un mensaje directo a Larreta, con quien esta semana hubo una pequeña tregua. "Es la política quien debe tomar las decisiones y encontrar las respuestas al desafío que enfrentamos", agregó en referencia a la judicialización planteada por el GCBA. "Es imposible especular electoralmente y al mismo tiempo ayudar a la gente. Cualquier especulación ayudará al virus", lanzó.
El proyecto de Alberto es un espejo a una ley que impulsó en Alemania la canciller Angela Merkel para reforzar su poder respecto a las regiones. La norma establece que las restricciones se establecen automáticamente cuando la tasa de incidencia de casos supera los 100 cada 100 mil habitantes durante tres días consecutivos.
Las medidas para las zonas críticas
Para todo el país continúan vigentes la prohibición de los viajes grupales y de las reuniones sociales de más de 10 personas, mientras que se divide en cuatro zonas de acuerdo al riesgo epidemiológico: bajo, medio, alto y situación de alarma.
Para las zonas de alto riesgo quedan suspendidas las actividades sociales en domicilios particulares, las reuniones sociales al aire libre de más de 10 personas y los deportes en lugares cerrados de más de 10 personas. Además deben cerrar casinos, bingos, discotecas, y salones de fiesta.
Los bares y restaurantes pueden abrir hasta las 23 horas con un aforo del 30 por ciento. Esa limitación también rige para gimnasios, cines, teatros y eventos religiosos o sociales. La circulación está prohibida entre las 0 y las 6 horas .
En tanto, en las zonas de alerta epidemiológica y sanitaria se suma la suspensión de la actividad de centros comerciales y shoppings, y las actividades deportivas, recreativas, sociales, culturales y religiosas en lugares cerrados. Además, los locales comerciales deben cerrar a las 19 horas, con excepción de los esenciales.
Los gastronómicos continúan con la apertura hasta las 19 horas sólo con mesas al aire libre.Luego de las 19 pueden abrir con delivery y take away. La circulación nocturna sigue prohibida desde las 20 horas. También están prohibidos los deportes grupales, salvo los federados.