Obra Pública

En el mercado hay dudas con el fideicomiso del PPP y piden postergar las obras

Los bancos mantienen las dudas por el caso de los cuadernos. La oposición otra vez pone la mira en el endeudamiento.

La idea de Guillermo Dietrich de crear un fideicomiso como último recurso para que los bancos no se bajen del financiamiento de los contratos de participación público privada (PPP) no termina de convencer al mercado, donde el caso de los cuadernos y la crisis financiera sigue pesando más que cualquier promesa de garantía oficial.

Según trascendió, el Gobierno lanzará en los próximos días un fideicomiso que será administrado por el Banco de Inversiones y Comercio Exterior (BICE), que conduce Francisco "Pancho" Cabrera, para que sea esta entidad pública la que tome los fondos que los bancos internacionales habían comprometido a las UTE que ganaron la licitación de los corredores viales. Así, el BICE sería una especie de intermediario que tomaría los fondos y se los traspasaría a las empresas.

La idea de aplicar este mecanismo tiene que ver con que los bancos y fondos de inversión internacionales no queden directamente vinculados a las empresas que intervienen en el PPP, varias de las cuales están salpicadas en el caso de los cuadernos. Como explicó LPO, por normas internas y de regulación de sus países de origen, las entidades internacionales no pueden otorgar créditos a firmas implicadas en casos de corrupción.

La mitad de los PPP están en riesgo por los cuadernos y la suba de tasas

Sin embargo, la idea del fideicomiso no convence a las entidades internacionales que por ahora se estarían resistiendo a ese mecanismo (que por otro lado aumentaría el ya de por sí alto costo financiero de los PPP), porque saben que tarde o temprano podrían quedar mezclados con empresas involucradas en la causa, explicaron a LPO fuentes del mercado.

Ante esto, las fuentes indicaron que el Gobierno estaría intentando que el Banco Mundial se sume al fideicomiso como una especie de mayor garantía para los inversores. Esto incluiría que las empresas firmen una especia de convenio de integralidad con el BM, como compromiso de asumir normas contra la corrupción.

La idea del fideicomiso no convence a las entidades internacionales que por ahora se estarían resistiendo a ese mecanismo, porque saben que tarde o temprano podrían quedar mezclados con empresas involucradas en la causa

Como sea, en las empresas que ganaron contratos son cautelosos con la idea del fideicomiso y aseguran que todavía el Gobierno no informó ni pidió nada al respecto. Tampoco están al tanto de la posibilidad de que el Banco Mundial tenga una participación más activa en el proceso, aseguraron desde una de las constructoras.

En las firmas ganadoras prefieren eludir el mecanismo del fideicomiso y se inclinan por demorar noventa días el inicio de las obras, es decir llevarlo de noviembre a febrero. Así, aseguran, habría un panorama más claro de la situación financiera y también de la causa judicial.

La causa de las coimas complica el financiamiento de ganadores del PPP

Otro problema en paralelo a las dudas de bancos y empresas es que el cambio del mecanismo de financiación de las PPP podría derivar en complicaciones políticas para el Gobierno. Es que incluso podría derivar en una objeción del FMI, que aceptó las PPP a regañadientes porque la línea del organismo era considerarlos "deuda encubierta". El acuerdo con el Fondo establece una posición intermedia, que es empezar a contabilizarlo como déficit a medida que el Estado vaya otorgando los títulos, de acá a tres años.

Ahora, en la oposición creen que la creación de un fideicomiso público convertiría a los créditos para los PPP en deuda soberana a contabilizar inmediatamente. Además de la posible objeción del FMI, en el peronismo ya avisan que el tema será cuestionado en el Congreso, a través de la bicameral de PPP. "Esto así no va", resumió un diputado.

Con un agravante, la figura que quiere crear Dietrich podría ir acompañada de otros cambios que hagan más atractivo el negocio. Esto implicaría alterar lo expuesto en pliegos por los que se licitaron los corredores y los grupos que perdieron podrían impugnar el proceso aduciendo un cambio en las condiciones. De hecho, este viernes el CEO de Techint Ingeniería, Carlos Bacher, lanzó la advertencia en algunos medios: "si las condiciones cambian para aliviarle las cargas a las empresas ganadoras, nos parece injusto, porque nosotros licitamos bajo otras condiciones".

Techint compitió por el corredor vial B, que es la construcción de una autovía en la ruta 5 que une Luján con La Pampa y perdió por precio con la UTE integrada por una constructora china y la local Green. Las empresas chinas tienen acceso a créditos con tasas subsidiadas por el Estado chino y eso las vuelve más competitivas.

José Cartellone

El escándalo de los cuadernos ya afecta a 5 de los 6 contratos PPP firmados por el Gobierno, por la vinculación directa o indirecta de las empresas adjudicatarias en la causa o por las complicaciones de la financiación. Es que la sombra del caso golpea a toda la obra pública argentina, ya que los bancos internacionales no saben hasta donde escalará la investigación y prefieren esperar para definir el financiamiento.

Dos de los contratos (corredores E y F) se los adjudicó la UTE liderada por Helport, de Eduardo Eurnekian, que quedó complicado luego de que su sobrino Hugo admitió haber hecho pagos al kirchnerismo. Aunque no está vinculado con la constructora, habría complicado las posibilidades de financiación de un grupo que necesita conseguir algo más de 1700 millones de dólares.

Además de Eurnekian, en el escándalo de los cuadernos quedaron salpicados otras dos empresas, Vial Agro SA (corredor A) y José Cartellone Construcciones (corredor C), mencionadas en la confesión de Carlos Wagner. Como reveló LPO, Cartellone analiza acogerse a la figura del arrepentido.

Por otro lado, la constructora Rovella Carranza, que ganó el corredor Sur (rutas 3 y 205) con una oferta de 699 millones de dólares, sufre la complicación de la situación financiera. En este caso, el banco Goldman Sachs está renegociando con enormes reservas su apoyo financiero y exige incluir una gran cantidad de cláusulas que le permitan retirarse ante cualquier problema que surja.