El sistema de participación público privada (PPP), principal carta electoral del Gobierno para 2019, con la que apostaba a tener un boom en la obra pública sin el correspondiente aumento del déficit fiscal, sufrió una importante corrección que podría alterar su atractivo en la construcción de infraestructura.

Como anticipó este medio, el FMI no ve con buenos ojos la ejecución de este programa en el marco de la coyuntura actual argentina por tratarse de "deuda encubierta" y esto quedó demostrado en la carta de intención y el memorándum de entendimiento técnico entre Argentina y el FMI que publicó el Ministerio de Hacienda este jueves.

"Las asociaciones de participación público-privada (PPP) financiadas por el Gobierno serán tratadas como adquisiciones públicas tradicionales. Las obligaciones del gobierno nacional asociadas con las asociaciones público-privadas se registrarán de forma transparente en las cuentas fiscales y se medirán como parte del déficit del gobierno nacional a medida que se produzcan", detalló el comunicado.

De esta manera, pierden el único atractivo que las caracterizaba y el encarecimiento de los costos de las obras -que el propio Gobierno admitía producto del mayor costo de fincanciamiento que tienen las empresas respecto al Estado- ya no tendría sentido porque espiralizaría el déficit fiscal.

Es una preocupación especial del Fondo, si vos no registras los pasivos del Estado a partir del PPP, finalmente lo que tenías escondido termina apareciendo y se hace más costoso en términos fiscales.

"Esta es una preocupación del Fondo a partir de lo que ha pasado en varios lugares en el mundo, por lo tanto le presta especial atención. Si vos no registras los pasivos del Estado a partir del PPP, finalmente lo que tenías escondido termina apareciendo y se hace más costoso en términos fiscales", afirmó Rafael Flores, ex presidente de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).

Sin embargo, lo ambiguo del texto deja lugar a dudas entre los especialistas que no tienen claro de qué forma se computarán en los gastos presupuestarios. La hipótesis de algunos, es que dicho párrafo fue agregado en el memorándum para contentar al FMI, pero que finalmente se intentará seguir contabilizando tal cual estaba pautado.

Para un importante empresario de la construcción que participará de este programa, "la contabilidad fiscal se realizará a medida que el Estado vaya otorgando los primeros títulos con los que irá pagando lo adeudado a los privados". Desde Hacienda aseguran que no se realizará ningún cambio a la ley de PPP y que la contabilidad fiscal será respecto "al fee que se pagará a las concesiones" y que recién va a impactar en las cuentas públicas "de acá a 3 años".

"El tema es de qué forma se registra. En la ley de presupuesto se plantea que esto no es deuda. Pero lo correcto sería que se informe como un pasivo contingente", comentó Flores a LPO.

El problema radica en que si se llegara a contemplar como un gasto, las metas fiscales acordadas correrían un gran riesgo de ser incumplidas. En el mencionado memorándum, Hacienda ratificó que las metas serán del 2,7% de déficit para este año, 1,3% para el 2019, equilibrio fiscal para el 2020 y superávit del 0,5% para 2021.

Para ello, Dujovne había anunciado un recorte de la obra pública de $30.000 millones a comienzos de mayo, en medio de la corrida cambiaria. Esto generó que la industria de la construcción, que fue la estrella de la economía durante el 2017, pase a depender exclusivamente de los proyectos PPP.

Si bien en Cambiemos aseguraron que "se continuarán ejecutando los proyectos de obra pública esenciales para dinamizar la competitividad de nuestro país, pero pospondremos aquellos que no lo sean", la Cámara de la Construcción se mostró muy preocupada respecto al acuerdo con el FMI y advirtió que "hay 430.000 empleos en riesgo".

El presidente de la cámara Gustavo Weiss, alertó que "el PPP ayuda, pero no alcanza para ejecutar las obras que se recortan".