Finalizada la intervención de Héctor Timerman, que duró unas cuatro horas, se produjo un incidente con una familiar de víctimas del atentado. Laura Ginsberg, integrante de la Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA (Apemia), exigió a Daniel Filmus -que llevó las riendas del plenario- que se le permitiera hablar junto a los representantes de Memoria Activa y de la agrupación Familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la AMIA.

La mujer se acercó con vehemencia hacia donde estaba Filmus junto a Timerman y exigió a los gritos que se le permitiera participar. No obstante, en la transmisión oficial de Senado TV no llegó a escucharse lo que decía. "Son tres las organizaciones de familiares y ustedes lo saben. Todos tenemos derecho a hablar", señaló.

La respuesta de Filmus fue que no se trataba de “una audiencia pública” y por lo tanto descartó el pedido. Al mismo tiempo, se lo vio a un ofuscado Miguel Pichetto responder a los gritos: "Esto es el Senado y acá no se puede hacer cualquier cosa", según contaron los periodistas presentes. No obstante, las entidades, las organizaciones de familiares y la oposición terminaron logrando que Ginsberg hable.

Su discurso fue el más duro que se escuchó desde la comunidad judía. La integrante de Apemia afirmó que “si se trata de buscar la verdad, el memorando no sirve. Va en contra de la verdad”. Además, indicó que "la comisión de la verdad va a ser una comisión encubridora".

Asimismo, dirigiéndose a los senadores les recriminó que "si apoyan la sanción de esta ley van a hacer obediencia debida. Van a sancionar la ley de punto final de la causa AMIA". Finalmente le pidió al gobierno que abra los “archivos secretos” que “mantiene ocultos” y se preguntó: "¿Qué pasa si la Comisión dice que no hay evidencia? Esto va a vía muerta".

En contraposición, las otras dos agrupaciones respaldaron el acuerdo. Diana Malamud, de Memoria Activa, dijo que está a favor de que "las indagatorias se realicen donde sean", y señaló que a 19 años del atentado contra la AMIA "lo único que tenemos es impunidad". "Queremos que nos garanticen que no van a caer las alertas rojas y que el Estado argentino se va a retirar de la negociación en caso que no sea de esta manera", añadió.

Por su parte, Olga Degtiar, de la organización Familiares y Amigos de Víctimas de la AMIA, indicó que escuchó muchas críticas "pero ni una propuesta para destrabar la causa". "Lo único que quiero es la verdad, es lo único que le va a dar paz a todos los familiares", manifestó.

Más críticas de las entidades

Como lo ya lo venían haciendo desde hace varios días, las entidades judías rechazaron en el Senado el acuerdo con Irán. El presidente de la AMIA, Claudio Borger, reiteró que "rechaza de plano" el memorándum y reiteró que provoca que la Argentina sea "tierra fértil para un tercer atentado", algo que le había valido duras críticas.

“Es verdad que este Gobierno ha impulsado en varias oportunidades esta causa tan larga. El presidente Néstor Kirchner logró las alertas rojas que hoy estamos discutiendo (…) Pero Irán jamás dio la cara. Su presidente niega la Shoá, el Holocausto. ¿Con estos vamos a asociarnos? Cuando el mundo le cierra las puertas a Irán, nosotros acordamos con ellos”, agregó.

Esto provocó la respuesta de Pichetto, que lo acusó de actuar con "gran irresponsabilidad". "Abrir la instancia de un tercer atentado sin elementos de pruebas es de una gran irresponsabilidad. Si hay algún elemento sería importante que el Congreso argentino lo conozca", señaló. "Si tiene alguna prueba, algún indicio, de que eso pueda ocurrir me parece importante que el Estado argentino la tenga", insistió en línea con lo que había reclamado Cristina Kirchner.

"Por supuesto que no tengo fechas ni puedo decir que el tercer atentado vendrá", respondió Borger. "No tengo más información que esa, es la percepción de un ciudadano argentino", concluyó.

A su turno, el titular de la DAIA, Julio Schlosser, opinó que rechaza el acuerdo porque Irán "no es un interlocutor válido y creíble". No obstante, aclaró que “Aquellos que piensen que la posición de la DAIA es de enfrentamiento con el Gobierno están equivocados, porque no partimos de su mala fe, sino de la mala fe de Irán”.

“En estos términos que está escrito el acuerdo no podemos reconocerlo (…)Queremos un memorándum total y absolutamente claro, hasta el último punto y hasta la última coma", pidió.