El sapucay que gritó uno de los suboficiales de Gendarmería mientras sonaba en los bafles el tradicional chamamé Kilómetro 11 fue un buen resumen del clima que se vivió durante todo el día en el Edificio Centinela, la sede que tiene en Retiro la fuerza de seguridad que protesta desde hace tres días.

“Esto es una manifestación pacifica, esto no es un golpe, somos gente democrática", se cansó de repetir el suboficial Raúl Maza, erigido en vocero de los gendarmes que reclaman cobrar lo mismo que cobraron el mes pasado. 

Los gendarmes esperan una señal del Gobierno, que durante todo el día no agregó más información a la que circuló desde la mañana, que indica que ya depositó los sueldos sin descuentos para prefectos y gendarmes y que el martes que viene firmará la resolución respetando los reclamos, entre los que se incluye la garantía de que los manifestantes no recibirán sanciones.

Pero como la señal sigue sin aparecer, los gendarmes ya se organizaron para esperar hasta el martes en el Centinela. "Hasta que no esté el papel firmado nos vamos a quedar, sea el martes o cuando sea", señaló a LPO uno de los suboficiales.

Uno de los gendarmes explicó que todos los días se va a pasar el birrete para pedir colaboración para la comida hasta el martes. Ya se conformó una comisión encargada de cocinar. El menú para esta noche es arroz con pollo.

Al lado de un afiche que decía “los gendarmes también son seres humanos”, un suboficial señaló a este medio que otra comisión se encargará de la música. “Van a traer instrumentos porque hay muchos músicos”, explicó.

Luego de cantar el himno nacional y la marcha de San Lorenzo, otro de ellos señaló que se van a respetar las guardias: “vamos haciendo relevos con las guardias, ningún puesto va a quedar vacío”.

"No pedíamos que echaran a nadie, queremos que respeten nuestro salario", dijo a LPO Javier, un gendarme que vino esta mañana desde Corrientes. De esta manera se referían los gendarmes al descabezamiento de la fuerza dispuesto por la ministra de Seguridad, Nilda Garré, que lejos estuvo de resolver el conflicto.