"200 años de Prefectura, ¡qué orgullo! 200 años de sueldos en negro, ¡qué vergüenza!", rezaba una bandera colgada sobre la entrada del edificio Guardacostas de Puerto Madero, el foco de la protesta que lanzaron los efectivos de Prefectura ante los brutales descuentos de sueldo que recibieron a raíz del decreto 1.307.

Con la avenida Eduardo Madero cortada, los manifestantes ocupaban la calle en grupos dispersos, algunos de ellos acompañados por sus esposas y familiares.

Los mates y las botellas de gaseosa pasaban de mano en mano, mientras la batucada que se encontraba en la altura de la entrada del Guardacostas no paraba de sonar, hasta que alguno de los sucesivos voceros salía del edificio a hacer algun anuncio. En ese momento las fuerzas se replegaban, la batucada frenaba y se acercaban para escuchar mejor.

No faltaron silbidos ante las palabras "Nilda Garré", que enseguida eran acallados por la mayoría.

"Seguimos a la espera de una respuesta concreta, y hasta que no la tengamos no nos vamos a ir de acá", contó a LPO uno de los suboficiales que participaba de la movida y que no dudó un instante ante la posibilidad de pasar la noche ahí si no había novedades, "como ayer".

Concretamente aguardan que el Gobierno difunda un nuevo decreto de Cristina que anule el que disparó la protesta. De ahí que pese a las promesas del jefe de Gabinete, Juan Manuel Ab al Medina, de mantener los sueldos como venían cobrando, sigan con la protesta.


"Por el momento no hay novedades", decían resignados. Y advertían que “el comunicado todavía no nos llegó”, en referencia a la promesa de Abal Medina de volver atrás con el decreto 1.307.

Un reclamo sindical


En todo momento los manifestantes se preocuparon de dejar en claro que la protesta es exclusivamente por temas sindicales y que de ninguna manera buscan dar un golpe de Estado. En ese sentido, subrayaban que no estaban armados.

"Esto no es un golpe de Estado ni queremos derrocar a ningún gobierno. No queremos desestabilizar a nadie", indicó uno de los voceros. 

"Yo estoy cumpliendo con mi onceavo año de servicio y me encontré que ahora cobraba 4.000 pesos", explicó otro efectivo indignado. Más cerca del centro de la protesta, un suboficial junto a su esposa relataba cómo con 26 años en el servicio ahora encontraba que iba a cobrar $3.000 menos.

"Estábamos cobrando con medidas cautelares", señaló un prefecto, que permitían combatir la resolución del caso Zanotti, que reducía fuertemente los ingresos del personal militar.

Los prefecturinos contaron que el 60% de los salarios de la Prefectura estaban en negro, que se cobraban como viáticos y otros ítems y por ende no entran para el cálculo de las jubilaciones.

Más cerca de la plaza, unos jóvenes suboficiales dieron algunos detalles sobre sus reivindicaciones, entre las que se encuentran un básico de 7.000 pesos.

Además hablaron de la "desconexión" que existe entre los suboficiales y las cúpulas, con la que denunciaron existe una descomunal brecha salarial. "El reclamo además es porque queremos que también nos reciban a nosotros", se despachó uno de ellos, a pesar de que había señalado que "no había ningun problema" con sus superiores.

La entrada del edificio estaba ocupada suboficiales y familiares cantando y protestando por los ajustes. Las paredes que daban a la calle habían sido decoradas con banderas y carteles de apoyo de otras seccionales y provincias: Formosa, Neuquén, Río Negro, entre otras.

"El puterío está ahí adentro", marcó un grupo de prefectos que se apoyaba sobre un vehículo de la fuerza, termo y mate en la mano, mientras señalaba con la cabeza al edificio que depende del Ministerio de Seguridad. Es que era allí en donde las negociaciones se estaban llevando a cabo, teléfono mediante.