La guerra entre Alberto Weretilneck y Miguel Pichetto parece no tener vuelta atrás. Esta vez, parece que no habrá tregua como ocurrió tantas veces desde que el gobernador se hizo cargo del sillón que quedó vacío tras la muerte de Carlos Soria.

Mientras el mandatario apura por lo bajo su pase al Frente Renovador con la puesta en marcha de programas de seguridad que tienen el sello de Sergio Massa, ayer avanzó fuerte para nombrar a un nuevo vicegobernador y desplazar del segundo lugar en la sucesión a un hombre que responde al jefe del bloque de senadores kirchneristas.

El origen de la disputa se remonta al fallecimiento en abril pasado del vicegobernador Carlos Peralta, hombre del peronismo y que había sido ubicado en ese cargo por su cercanía con Soria. Tras ese trágico hecho, la sucesión se definió en la Casa Rosada y Pichetto impuso como presidente de la Legislatura a Ariel Rivero, resistido por el “albertismo”.

Weretilneck pretendía para ese lugar a Pedro Pesatti, quien finalmente quedó al frente del bloque del Frente para la Victoria (al que no responden los pichettistas). Otra concesión para el gobernador fue que Rivero no fuera designado formalmente vicegobernador, algo que ahora le abre la puerta para intentar sacarlo del segundo lugar de la sucesión.

En el medio, Pichetto confirmó sus intenciones de ir por la Gobernación y ordenó a sus legisladores bloquear un contrato de la provincia con Petrobrás, impulsado por el gobernador. Weretilneck blanqueó hace algunas semanas que la aprobación del convenio con la petrolera era parte del acuerdo que selló con el senador y que incluyó la designación de Rivero. La crisis por el contrato con Petrobras también derivó en la renuncia de varios funcionarios pichettistas (hoy selló su salida el ministro de Obras Públicas Julio Arrieta).

Es por eso que ayer Weretilneck golpeó la mesa y anunció que envió a la Legislatura un proyecto para designar formalmente a Pesatti como vicegobernador. "El Gobernador y el vice deben tener los mismos proyectos y objetivos, defendiendo ambos los mismos intereses (…) Un vicegobernador o presidente de la Legislatura que fuera opositor al propio gobernador, que utilizara la Legislatura en beneficio de un proyecto de Provincia distinto al que plantea el Gobernador, pondría en crisis lo que la propia Constitución establece", desafió Weretilneck.

La intención del oficialismo rionegrino es aprobar la designación de Pesatti mañana mismo y para eso contaría con el apoyo de un sector del radicalismo y monobloques, con lo que podría llegar a los 24 votos que necesita. Weretilneck ordenó al mismo tiempo frenar momentáneamente la llegada al recinto del acuerdo con Petrobras a la espera de recuperar el control de la Legislatura.

“No me sorprende porque denota otro grave error y falta de comprensión de la realidad y de los propios hechos”, fustigó Pichetto. “Esto es un error grave, el vicegobernador se elige con la fórmula del gobernador por el voto popular (…) Hace cuatro meses elegimos a Rivero y ahora lo quieren sacar porque lograron una mayoría circunstancial con algunos legisladores de otros partidos”, se quejó.

El salto al massismo

Mientras la guerra con Pichetto entra en fase crítica, Weretilneck ultima los detalles para blanquear lo que en la provincia es un secreto a voces: se convertirá en poco tiempo en el primer gobernador massista. Quizás en septiembre, aventuran algunos.

En el mundo político rionegrino se dice que el desembarco del líder del Frente Renovador en la provincia será, fiel a su estilo, vinculado a cuestiones de gestión. Como hizo en algún momento con el cordobés Ramón Mestre, Massa podría mostrarse con Weretilneck promocionando programas que resultaron exitosos en Tigre.

Anoche, el ministro de Gobierno, Luis Di Giacomo, tuvo que salir desmentir que la provincia tenga listo un contrato para “privatizar” la seguridad con una empresa ligada a Massa, versión que hizo correr el pichettismo. El rumor detallaba que parte del dinero que Río Negro recibiría por el acuerdo con Petrobrás sería destinado a tercerizar el sistema de vigilancia.

En su afán de desmentir la versión, Di Giacomo admitió que se busca “avanzar en la contratación de un software para ordenar y coordinar de manera sistematizada distintas vías de comunicación con la finalidad de que los ciudadanos puedan alertar sobre situaciones de emergencia en salud, seguridad, climatología, accidentología”.

"Simplemente se inició un proceso de consultoría y asesoramiento con una empresa argentina que ha desarrollado estos sistemas en gran cantidad de municipios desde hace diez años y no sólo en la municipalidad de Tigre", agregó el ministro. La descripción coincide con la información del portal ANBariloche, que reveló que funcionarios “albertistas” ya promocionan el programa 'Alerta Río Negro', una réplica del difundido 'Alerta Tigre'.

Ese medio indicó que la empresa en cuestión es Ardaq, que sería propiedad de Lucas Lanza, titular de la Agencia de Innovación y Tecnología del Municipio de Tigre. El proyecto incluiría la adquisición de cámaras de seguridad, sistemas de seguimiento vehicular, botones de pánico y otros elementos largamente desarrollados en el pago chico de Massa. En la web, ya está lista la web alertarionegro.com.ar. “Los modelos exitosos hay que copiarlos”, admitió Di Giácomo.

Massa fue hace dos semanas a Neuquén y se encargó de respaldar a Weretilneck de los ataques de “la vieja política”, en relación a Pichetto, aliado de Daniel Scioli. El vínculo entre el tigrense y el mandatario rionegrino se habría sellado en un encuentro en principio secreto -y casual-, pero que no tardó en salir a la luz. El anfitrión habría sido nada menos que el empresario Carlos Bulgheroni, el hombre más rico del país.