Muchas agencias europeas cuentan con modernos sistemas de control, que las hacen mucho más transparentes. |
“Desgraciado el pueblo donde se aprecia la estupidez, pero aun más desgraciado aquél donde los vicios se toleran como costumbres del siglo” [Quae fuerunt vitia mores sunt. Séneca].
Los requerimientos de las agencias de inteligencia y las normas de una sociedad abierta representan el más notable de los dilemas aparentes de un gobierno democrático. Las agencias de inteligencia, por su naturaleza, funcionan en secreto sin estar sujetas a las reglas normales del Estado. Una sociedad abierta, por otra parte, aborrece del secreto e insiste en que todas las agencias gubernamentales sean plenamente responsables ante la ley.
Esta finalidad del control, es plenamente aplicable al control de la actividad de inteligencia. Sin control, facilitamos el camino hacia actividades delictuales. Estamos creando un organismo que manejara más de mil millones de pesos.
Muchas agencias europeas cuentan con modernos sistemas de control, que las hacen mucho más transparentes. Nosotros contamos con organismos de control que pueden llevar adelante esta actividad, y brindar garantía de transparencia.
La actividad de inteligencia debe ser realizada con legitimidad y eficacia, ello permite que rinda máxima utilidad a la sociedad a la que sirve y que justifique plenamente los montos que el Estado debe invertir para su adecuada realización.
Plantear las cuestiones relativas del control supone partir de una base: la convicción acerca de la importancia de la actividad de inteligencia y de su necesidad para todo Estado moderno.
El punto principal es garantizarle a la sociedad y a sus ciudadanos que el desenvolvimiento de esta actividad no será perjudicial para el sistema, ni para las libertades públicas; obteniendo por otra parte que también para esta actividad rijan plenamente los principios de economía, eficiencia y eficacia requeridos para la actividad estatal en su conjunto.
También implica tomar conciencia de la existencia de determinadas características de esta actividad opuestas a aspectos fundamentales del sistema republicano y democrático, como la publicidad de los actos de gobierno; y lograr que tales características no sean perjudiciales para el fortalecimiento de dicho sistema.
La peor imagen que se puede dar del control, y la más frustrante para las trabajadores del sector, es decir que su labor solo sirve para contar los muertos y establecer las causas de los decesos.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.