Al menos una docena de personas han muerto en tiroteos en todo Estados Unidos durante el fin de semana en que el país celebró un Día de los Caídos (Memorial Day Weekend ) empañado por la violencia. Chicago, Atlanta y Washington, fueron las ciudades que en las últimas horas registraron más incidentes de violencia armada.

Solo en Chicago, al menos 8 personas murieron y otras 35 resultaron heridas en el que históricamente ha sido una festividad marcada por los incidentes violentos, convirtiéndo esta fecha en uno de los períodos más desafiantes para la seguridad pública en la ciudad. Un total de 52 personas fueron baleadas y nueve asesinadas el fin de semana festivo del año pasado. Ahora, uno de esos incidentes ocurrió a unas dos cuadras de la casa del propio alcalde, donde una persona falleció y se investiga el caso de supuesto homicidio.

El fin de semana fue visto como una prueba crucial para el alcalde afroamericano de Chicago, Brandon Johnson, quien asumió el cargo a principios de este mes con el compromiso de abordar la seguridad pública a través de "enfoques inteligentes y holísticos" en lugar de confiar únicamente en la dureza. Por su parte y con el empeño de reducir la violencia, el gobernador de Illinois, JB Pritzker, anunció la semana pasada que se desplegarían "fuerzas de paz" en toda la ciudad para abordar cualquier conflicto.

Johnson responde a los incidentes en Chicago con un mensaje contradictorio y asume cuestionado por su política contra el crimen 

En las primeras horas de la mañana del domingo, un hombre de 20 años fue asesinado a tiros en Washington Heights. Minutos después, tres hombres fueron baleados mientras caminaban por una acera al norte de Chicago. En el vecindario de West Garfield Park, dos personas recibieron disparos mientras estaban sentadas en un automóvil estacionado poco después de las 2 a.m. En otro incidente, un joven de 26 años fue acribillado a tiros en su automóvil después de salir de una gasolinera el sábado por la noche. Una niña de 14 años fue víctima de otro tiroteo el sábado mientras se encontraba entre una multitud en Englewood. El sábado otra mujer murió y tres hombres resultaron heridos en el vecindario de Auburn Gresham. La policía dijo que un vehículo se acercó a los cuatro y abrió fuego.

Brandon Johnson, el alcalde demócrata de Chicago. 

AP

Esta festividad conflictiva precede a la época más complicada para lidiar con el crimen: el verano. Con las miradas puestas a los problemas por venir con el buen tiempo, el recién nombrado alcalde de Chicago ha presentado el nuevo plan de seguridad de verano que incluye no solo a la policía y al gobierno de la ciudad, sino también a grupos comunitarios que colaborarán para ayudar a mantener segura la ciudad.

Esta festividad conflictiva precede a la época más complicada para lidiar con el crimen, cuando empieza el verano y crece la preocupación por los problemas que pueden venir junto con el buen tiempo.

Chicago CRED, que significa Creando un Destino Económico Real, es una de las organizaciones de prevención de la violencia que ayudó a la ciudad y al estado a mantener la paz este fin de semana y durante todo el verano. "Antes de que se cometa un delito, tratamos de entrar y preguntar a los vecinos pues este es un pueblo que te abrazará, este es un hogar en el que puedes encontrar refugio", dijo Kanoya Ali, trabajador de intervención de violencia con CRED.

En contraposición al papel que juegan varias organizaciones en el punto de mira de Johnson para ser incorporadas en las tareas de combatir el crimen, aparecen grupos como la Orden Fraternal de la Policía de la ciudad, que apuntaron que la victoria del líder sindical docente iba a resultar en violencia y caos.

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"Si este tipo entra, veremos un éxodo como nunca antes", había advertido John Catanzara, presidente de la orden de la policía, prediciendo que entre 800 y 1000 policías dejarían el trabajo si Johnson era elegido. Luego fue incluso más allá y prometió que habría "sangre en las calles"  si ganaba el dirigente afroamericano.

A su entrada en la alcaldía y consciente de las reticencias dentro de las fuerzas del orden, Johnson prometió capacitar a 200 nuevos detectives y ocupar puestos destacados en la fuerza policial, pero también se comprometió a poner fin a las órdenes de arresto, cancelar el contrato de la ciudad con ShotSpotter -un sistema de videovigilancia inteligente- y borrar la base de datos de pandillas "racistas" del departamento de policía.

Pese a las cifras que muestran a Chicago como capital del crimen en Estados Unidos, la ciudad todavía tiene una de las tasas más altas de policía per cápita de cualquier ciudad importante del país. "Si más policía igualara la seguridad, seríamos la ciudad más segura del país", dijo Jacobin Aislinn Pulley, codirectora ejecutiva del Chicago Torture Justice Center. "Y no lo somos".