El discurso de Joe Biden no podÃa conformar a todos. Tampoco reparar con palabras las polÃticas de sus tres años de gobierno. Lo sabÃa el presidente y también los asesores de la Casa Blanca. Sin embargo, las crÃticas y muestras de disgusto de los demócratas ante el mensaje de Biden por el Estado de la Unión pueden expresar algo más que puntos de vista personales y dar cuenta de un malestar extendido en las filas del partido. Algo que al candidato Biden le puede costar caro en las elecciones generales en las que va a enfrentar una vez a su "predecesor", Donald Trump.
Biden se topó con los crÃticos de su partido desde el momento mismo en que ingresó al Congreso. Los legisladores progresistas decidieron levantar carteles con un mensaje que se repite en las calles, durante las inéditas manifestaciones de protesta en rechazo al respaldo de Estados Unidos a Israel. "Dejen de enviar bombas", decÃan. Se pudieron ver en alto mientras Biden se referÃa en su discurso a la guerra en Medio Oriente y el conflicto con Hamás. Entre los que portaban la consigna, se destacaban la representante Rashida Tlaib (demócrata por Michigan), la única miembro palestina del Congreso, asà como las representantes Cori Bush (demócrata por Missouri) e Ilhan Omar (demócrata por Minnesota). No fue casual.
Biden ganó sin problemas las primarias demócratas en Michigan, pero las expresiones de rechazo a su polÃtica exterior fueron sorprendentes. El voto de los uncommitted (no comprometidos) o "sin preferencia" alcanzó al 13,3% y 101.000 personas decidieron ir a las urnas para manifestar su oposición a la polÃtica de la actual administración demócrata. Michigan es un estado clave, Biden le ganó ahà a Tump en 2020 por 150.000 votos y las elecciones de noviembre generan grandes interrogantes.
Tal como contó LPO, el movimiento tiene el impulso de los árabes estadounidenses, que son alrededor de 300.000 en Michigan e independientes, en protesta por el apoyo de Biden a Netanyahu. Minnesota es un caso que también preocupa en la Casa Blanca. Con casi el 90% de los votos esperados contados en Minnesota, el 19% de los demócratas marcaron sus votos como "no comprometidos" para mostrar su oposición al respaldo de Biden a los ataques de Israel contra Hamás en Gaza. El voto "no comprometido" también estuvo en la boleta demócrata en otros seis estados del Supermartes: Alabama, Colorado, Iowa, Massachusetts, Carolina del Norte y Tennessee. Según Edison Research, el apoyo en esos estados osciló entre el 3,9% en Iowa y el 12,7% en Carolina del Norte, con más del 85% de los votos contados en cada uno de esos estados.
Pese a las diferencias que Biden tiene con su viejo amigo "Bibi" Netanyahu, el presidente decepcionó a la crÃtica de su partido con su intento de hacer equilibrio en medio de la guerra. Afirmó que "Israel tiene derecho a perseguir a Hamás" pero también remarcó que muchas de las 30.000 vÃctimas palestinas no tienen vÃnculos con el grupo terrorista. Además, tal como anticipó LPO, la administración demócrata anunció el jueves que inaugurarÃa un muelle temporal destinado a ayudar a dirigir la ayuda a Gaza.
Su comentario más duro con el gobierno de Israel aludió a la necesidad de proteger a los civiles. "A los dirigentes de Israel les digo esto: la asistencia humanitaria no puede ser una consideración secundaria ni una moneda de cambio. Proteger y salvar vidas inocentes tiene que ser una prioridad", dijo.
El conflicto en Medio Oriente no fue el único tema que generó disgusto en el ala progresista. Biden disgustó a los demócratas que pertenecen a la comunidad latina cuando usó la palabra "ilegal" para referirse a un inmigrante indocumentado acusado de matar a Laken Riley, una estudiante de enfermerÃa que fue asesinada en Georgia en febrero. El presidente quedó enredado en el reclamo que le hizo la trumpista Marjorie Taylor Greene, que le dio un botón con el nombre de Riley apenas ingresó al recinto.
El peor de los traspies se produjo para Biden cuando usó el término ilegal como sustantivo y enfureció a los activistas por los derechos de los inmigrantes y a los demócratas progresistas. No pasó inadvertido para nadie. La mismÃsima Nancy Pelosi decidió aludir al tema y corregir al presidente: "DeberÃa haber dicho ‘indocumentados'", dijo a CNN. Además, el representante demócrata texano Joaquin Castro dijo que Biden habÃa quedado "peligrosamente cerca del lenguaje de Donald Trump que pone el objetivo en las espaldas de los latinos en todas partes" y el representante de Illinois de origen mexicano Chuy GarcÃa se declaró "extremadamente decepcionado". "Como inmigrante orgulloso, me decepciona mucho escuchar al presidente Biden usar la palabra "ilegal", escribió GarcÃa en X.
La sensación de malestar se generalizó entre los demócratas de origen latino. "Fue doloroso. Y probablemente fuera del guión", le dijo a PolÃtico la directora ejecutiva de Las Américas, Marisa Limon Garza. Más aún, tal como contó LPO, Biden en realidad se proponÃa utilizar su discurso para exponer a Trump ante la comunidad hispana.
Por último, Biden disgustó a parte de sus seguidoores con su decisión de no mencionar la palabra "aborto" durante todo su discurso. El término habÃa sido incluido por sus colaboradores en el mensaje pero el presidente, que -tal como informó LPO- aludió al tema de manera extensa, prefirió evitarlo. En cambio, habló de defender el acceso reproductivo y de la FIV, e incluso se refirió a Kate Cox, una invitada texana que tuvo que viajar fuera de su estado natal para abortar.
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