Los datos económicos recientes indican que Estados Unidos está disfrutando de un mercado laboral sólido, un crecimiento económico constante y un enfriamiento de la inflación luego de la breve recesión debido a la pandemia de COVID-19. Sin embargo, según los datos de las encuestas, la percepción hacia la economÃa no está mejorando y muchos hogares dicen tener una insatisfacción general con el estado de la economÃa. ¿A qué se debe esa desconexión entre el estado de la economÃa y el sentimiento de los estadounidenses? Brookings Institute realizó un webinar del cual participó LPO para tratar de develar ese misterio. Pero, como en otras ocasiones, sigue siendo un misterio porqué la administración Biden no puede capitalizarlo en las encuestas y de cara a las elecciones números que son objetivamente favorables.
Para Ben Harris, Vice President y Director de Brookings y ex asesor del Tesoro hasta abril del año pasado, hay tres explicaciones plausibles. La primera es evidente: la gente realmente considera que la economÃa actual es insatisfactoria. "Esto podrÃa deberse al descontento con el nivel de precios o al descontento con problemas estructurales de larga data como la desigualdad económica y la asequibilidad de la vivienda, pero la hipótesis central es que la gente no está contenta con este panorama económico actual", dice.
Una segunda explicación se relaciona con lo que el columnista del Wall Street Journal, Greg Ip, que participó del debate, llama "dolor referido": la noción de que el descontento de las personas con cuestiones no económicas afecta la forma en que describen sus puntos de vista sobre la economÃa actual.
La tercera explicación tiene que ver con cómo las personas reciben y procesan la información. Parte de esto podrÃa tener que ver con la amplificación asimétrica, o sea la idea de que los republicanos amplifican más fuertemente el sentimiento negativo cuando un demócrata está en la Casa Blanca. "Otro aspecto de esto podrÃa ser que la información sobre noticias económicas se ha vuelto sistemáticamente más negativa en los últimos años. Pero este misterio sigue sin resolverse en mi opinión", sostuvo Harris.
Por su parte, y en la misma lÃnea, el economista demócrata Jason Furman, ex director del Consejo Económico de Barack Obama y profesor de Harvard, ensayó más respuestas pero comenzó diciendo que "la gente deberÃa estar realmente feliz" con la economÃa de Biden. Dijo que la percepción de la gente por la cual dice que la economÃa está mal es porque se compara con 3 o 4 años atrás en lugar de un año o perÃodo más reciente.
Y dio como ejemplo lo que pasó en Acción de Gracias. "La cena de esa noche fue más barata que la del año anterior. Pero, por supuesto, se puede observar cómo creció la cena de Acción de Gracias en los tres o cuatro años anteriores, y aumentó alrededor del 30%, más que cualquier aumento de tres o cuatro años del DÃa de Acción de Gracias en la historia", dijo la explicar o tratar de entender cómo puede ser la percepción de la población con respecto a la economÃa y los precios.
"Creo que la pregunta es, psicológicamente, cuando la gente está formando su visión de la economÃa, ¿durante qué perÃodo miden la inflación? ¿La miden durante, digamos, seis meses, en cuyo caso la inflación es realmente bastante baja? ¿Lo miden durante 12 meses, en cuyo caso es razonablemente bajo, aunque sea un poco más alto que antes de COVID? ¿Miden más de 17, 26, 38, 44 meses? Cuanto más tiempo mida la gente la inflación, más probable será que experimente algo que a menudo llamamos coloquialmente un nivel de precios alto, y un nivel de precios decepcionadamente alto", sostuvo Furman, quien trabajó durante la gestión de Barack Obama.
El economista de Harvard advirtió, no obstante, que los salarios e ingresos reales todavÃa no son perfectos para muchas personas, aunque están mejorando rápidamente. "Sin embargo, todo eso no creo que en su mayorÃa no sea económicamente relevante. No tiene casi nada que ver con el gasto de los consumidores. Asà que realmente, para mÃ, está la respuesta en el ámbito polÃtico. Y, por último, eso plantea importantes objetivos polÃticos", sostuvo. "Sin embargo, mi conclusión más importante es que encuentro este tema infinitamente fascinante e infinitamente confuso", admitió Furman.
Sara Eisen, co conductora de "Squawk on the Street" y "Money Movers" de CNBC, que actuó como moderadora de un panel, preguntó por qué cosas se perciben en los famosos Ãndices que miden el sentimiento del consumidor cuando, precisamente, la economÃa está bien y el empleo sigue fuerte, para entender el malestar social. "Los consumidores están contentos de estar trabajando. Algunos de ellos han experimentado aumentos salariales significativos, especialmente si se encuentran en servicios donde habÃa escasez de mano de obra. La gente está contenta de que los precios no estén subiendo tan rápidamente. Y también están contentos de que las tasas de interés no estén aumentando tanto y que las tasas hipotecarias hayan bajado. Pero todavÃa están molestos por el hecho de que todo cuesta mucho dinero, especialmente lo básico como alimentos y energÃa", explicó Dana Peterson, Economista jefe y lÃder del Centro de EconomÃa, Estrategia y Finanzas de The Conference Board (que elabora precisamente una medición del sentimiento de los consumidores en el paÃs).
Peterson admite que los niveles de precios son altos y la gente lo nota. "Además, en lo que respecta a los servicios, los costes de la vivienda y los alquileres siguen siendo bastante elevados. Y luego, incluso si quieres comprar un automóvil u obtener, ya sabes, un seguro de vida, es más caro. Todas estas cosas, por un lado, hacen que los consumidores se sientan un poco más optimistas, pero también están muy preocupados. Y también añadirÃa que muchos consumidores todavÃa están muy molestos porque no pueden comprar las casas que quieren porque, aunque las tasas hipotecarias no son tan altas o ya no son del 8%, sigue siendo mucho más de lo que hemos visto en los últimos años. Entonces creo que es una historia muy variada", sostiene.
"Los consumidores se sienten tanto bien como mal al mismo tiempo", agrega. "Pero en relación con la situación actual de la economÃa, ¿le sorprende que no se sientan mejor?", preguntó la conductora de CNBC.
"Bueno, creo que la economÃa se compone de muchas piezas diferentes. Asà que podemos verlo en términos de industrias o por componentes del PIB. Hubo algunas industrias que definitivamente sufrieron recesiones el año pasado. Y si trabaja en esas industrias, probablemente tenga muy malas perspectivas sobre la economÃa. Por ejemplo, industrias como la tecnologÃa y las finanzas, pero incluso la manufactura y el transporte, el almacenamiento, la construcción residencial e incluso ciertas partes del comercio minorista. Entonces esas son grandes industrias. Y las personas que están en esos sectores vieron pérdidas de empleos o vieron que las ganancias de sus empresas disminuyeron. Pero luego hay muchas industrias a las que les fue muy bien, industrias que se centraron en los servicios", explicó la directora de The Conference Board.
Greg Ip es el principal comentarista económico de The Wall Street Journal. El periodista también ensayó su respuesta al misterio que acecha a la administración Biden. "La inflación es realmente el elefante en la habitación. No resuelve todo ese misterio, pero en parte. Pero sà quiero creer que la inflación probablemente esté teniendo un impacto más profundo de lo que la gente cree, y ciertamente más de lo que los economistas pueden explicar", remarcó.
"La gente odia la inflación porque es fundamentalmente desestabilizadora. La sensación de que los precios están subiendo rápidamente y no todos al mismo ritmo, sino que cosas diferentes están subiendo a ritmos diferentes, es extremadamente desconcertante. Es desestabilizador, transmite falta de control. Y es por eso que la inflación ha sido particularmente mala para los gobernantes en el poder a lo largo de la historia", enfatiza el columnista estrella de The Wall Street Journal. De hecho, dice, el sentimiento es tan malo como lo es hoy en la década de 1970 cuando la inflación era tan mala como lo es ahora.
"De hecho, pregunté a la gente hacia dónde quiere que vayan los precios; no sólo quieren una inflación más baja, sino que quieren deflación. Quieren que los precios vuelvan a estar donde estaban hace tres o cuatro años", apunta Ip.
Finalmente, Justin Wolfers, miembro senior no residente de Estudios económicos en la Universidad de Michigan, recordó una investigación pasada para explicar este fenómenos.
"Intentamos rastrear lo que sucede con la felicidad, no con el sentimiento del consumidor. Y hay toda una literatura donde analizamos lo que impulsa la felicidad. Y resulta que una regla general aproximada serÃa que el desempleo como punto porcentual es dos veces más importante para la felicidad que la inflación. HabÃa literatura muy antigua en la que solÃamos utilizar el Ãndice de miseria. SumarÃamos inflación y desempleo. El Ãndice de miseria ahora no es un mÃnimo histórico, pero está llegando allÃ. Pero si se le da al desempleo el doble de peso que a la inflación, y eso es considerando la felicidad promedio de toda la población, el hecho de que el desempleo esté cerca de su nivel más bajo en 50 años es absolutamente espectacular y parece sugerir que, sÃ, que la economÃa es notablemente fuerte", enfatizó.
Wolfers dice que hay dos hechos empÃricos sobre la mesa: una es que la economÃa es fuerte, la otra es que la gente se siente miserable. "Creo que es realmente difÃcil contar una historia de que la economÃa no es fuerte".
Y cerró con una historia. "Si te hubieras quedado dormido a finales de 2019, te despertaras a principios de 2024, descubrirÃas que el PIB, de hecho, era más alto que cuando te quedaste dormido. Y entonces le dirÃas al enfermero: Dios mÃo, ¿qué cosas positivas le pasaron a la economÃa mientras yo dormÃa? Y te sorprenderÃa saber, de hecho, que has dormido durante una pandemia global y una recesión global", reseñó en otro intento por explicar lo que al parecer resulta un misterio para los economistas y para la Casa Blanca.
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