Su destape público de este lunes en La Jornada fue milimétricamente calculado. Detrás de esa decisión hay varios dÃas de análisis y grilla: ocurre que el secretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX, Omar GarcÃa Harfuch, analiza presentar su renuncia esta semana para poder cumplir con un artÃculo de la Constitución local y, de esta manera, comenzar a trabajar su campaña. Según pudo saber LPO, su dimisión podrÃa llegar una vez que se de a conocer la candidatura presidencial del partido guinda este miércoles. "Si renuncia, lo hace el jueves o viernes", confirmó una fuente reservada de la CDMX.
"Estamos listos para enfrentar cualquier reto", manifestó GarcÃa Harfuch este lunes en una entrevista que generó fuertes repercusiones. Ante este escenario, el equipo del secretario de Seguridad, según pudo confirmar esta redacción con distintas fuentes de Morena, prepara su renuncia al frente de la oficina más importante del gobierno capitalino para cumplir con el punto F del inciso B del artÃculo 32 de la constitución local, que establece que aquellas personas que busquen un cargo a través del voto popular "no deben tener mando en instituciones militares o policiales, a menos que se separe del cargo antes de la fecha de inicio del proceso electoral local correspondiente".
El mismo pareciera hablar especÃficamente sobre GarcÃa Harfuch ya que es la persona al mando de la PolicÃa de la capital nacional y, ante este escenario, deberÃa renunciar esta semana para poder competir en las elecciones de 2024, según las fechas electorales establecidas por el INE. Su futuro es diferente al del resto de las figuras que ocupan en la actualidad algún cargo público ya que él deberÃa renunciar antes del inicio del proceso electoral, pero aquellas figuras que no están al mando de "instituciones militares o policiales" solo deben hacerlo seis meses antes de la jornada electoral.
"No sé si estoy listo para la encuesta porque no sé si voy a estar y si mi mente empieza a estar en la encuesta no voy a estar en seguridad", afirmó el secretario en una entrevista que le brindó al diario La Jornada, donde comenzó a delinear una posible salida suya del gabinete que comanda Martà Batres. Asimismo, anticipó que durante sus años de gestión junto a su equipo de trabajo y de Claudia Sheinbaum Pardo ha "aprendido un poquito" y se siente "preparado para cumplir con cualquier tarea" que se le presente en la CDMX. "No somos polÃticos. Mi tarea ha sido muy clara: bajar los Ãndices delictivos y mejorar la PolicÃa. En pocas palabras, mejorar la Ciudad", agregó.
Estas declaraciones son las primeras que brinda el secretario de Seguridad en las que reconoce sus intenciones de competir por la Jefatura de Gobierno. Hasta el momento, su posible candidatura estuvo envuelta en misterios y sospechas entre dos posiciones hacia el interior de Morena. Por un lado, la de aquellos sectores que sostienen que GarcÃa Harfuch no ostenta una buena relación con Andrés Manuel López Obrador y que esto podrÃa acabar con su carrera polÃtica; y, por el otro, la de aquellos que lo ubicaban como el contendiente seguro de Morena al pronosticar unas elecciones peleadas y cerradas con la oposición que se podrÃan ganar gracias a su perfil y al trabajo que realizó durante los últimos años.
Este último análisis parte, principalmente, de los números de los diferentes sondeos de opinión que ubican al secretario de Seguridad Ciudadana como el mejor posicionado del partido guinda de cara a las elecciones del año que viene. Según estas encuestas, GarcÃa Harfuch serÃa la única figura de Morena capaz de derrotar a cualquier rival de los tres partidos de oposición en cualquier escenario ya que es el mejor evaluado de la gestión que encabezó, primero, Claudia Sheinbaum Pardo y, ahora, Martà Batres.
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De todas maneras, su reconocimiento para competir por la capital enfrenta una serie de problemas internos que podrÃan entorpecer un camino que los números le anticipan favorable. Los sectores más duros de Morena lo ven con desconfianza al considerar, por ejemplo, su pasado como agente policial y su escasa carrera polÃtica dentro de las filas del partido guinda. Además, aunque él lo niegue, las sospechas que lo rodean por su posible implicancia en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa enturbian su futuro electoral. Si finalmente corre por la CDMX, los retos serán parte de su futuro polÃtico, pero ahora, con su destape confirmado, tendrá más espacio para buscar superarlos hacia el gran desafÃo del año que viene: las elecciones.
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