Andrés Manuel López Obrador mostró cierta despreocupación respecto a la queja formal que solicitó el gobierno de Estados Unidos por la política energética de la 4T e incluso ironizó sobre este tema y la reacción que ha mostrado la oposición con la canción del musico tabasqueño Chico Che, "Uy qué miedo".

El Presidente abordó el tema de la controversia promovida por la Representación Comercial de EU en su conferencia matutina de este miércoles, en donde afirmó que "no pasaría nada". Buscando concluir el tema que suscitó algunas preguntas en la prensa, dijo: "Ya vamos a terminar con esto de que nos van a llamar a cuentas para que expliquemos la política energética de nuestro país que nos tiene muy preocupados. A ver si consigues la de mi paisano Chico Che y ponemos esa de Uy qué miedo", dijo dirigiéndose a Jesús Ramírez.

Minutos después en Palacio Nacional sonó un fragmento de la canción del artista fallecido, Francisco José Hernández Mandujano que se caracteriza por el estribillo: "Uy qué miedo, mira como estoy temblando". De esta manera también mostró cierta burla a la respuesta que han tenido grupos de oposición en torno a este tema, que también genera incertidumbre entre los empresarios.

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"Ya se están frotando las manos con que ahora sí", dijo sobre los críticos en México sobre su política energética, pues en su lectura, parecieran "festejar" que el gobierno mexicano pudiera ser amonestado y dando por hecho que se escalará al panel de controversia, lo cual él descartó: "No va a pasar nada", dijo.

"Vamos a revisar la propuesta, se va a analizar corresponde a la Secretaría de Economía. No hay ningún problema de nada, todo lo que estamos haciendo en materia energética es de conformidad con la Constitución, con nuestras leyes. Les molestó muchísimo lo de la Ley Eléctrica, sobre todo la resolución de la Corte, porque pensaban que en el Poder Judicial se iban a revertir medidas como lo del auto abasto", dijo el mandatario.

Por la tarde del martes, el departamento que encabeza Katherine Tai envió al gobierno mexicano la solicitud de revisión de la política energética de la 4T, bajo el argumento de que está afectando a los intereses de Estados Unidos. Este primer paso da un plazo de hasta 75 días para alcanzar un acuerdo en mesas de diálogo entre las partes involucradas, antes de escalar a un panel de controversias.

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Pero más que hablar sobre esta queja en particular, López Obrador se enfrascó en su crítica a adversarios, resaltando que las inconformidades sobre su política -que busca fortalecer a Pemex y CFE- provienen más del empresariado mexicano que del estadounidense, e incluso en este último caso resaltó: "Una cosa son los intereses del gobierno de Estados Unidos y otro el de las empresas, son cosas diferentes".

Dijo también que no se puede hablar de que "hay una escalada" de algún conflicto, pues insistió en que la relación con el gobierno de Joe Biden es "buena", asegurando que en la reunión de empresarios en Washington no hubo reclamos y se mantiene la inversión. "Hemos llegado a acuerdos y no hay ningún problema", dijo. Aunque reconoció que hay "diferencias" con Calica, por el caso en Quintana Roo y Talos, que comparte el campo Zama con Pemex.