Para la calificadora Moody's, la inversión privada seguirá limitada y presionando a las empresas mexicanas en un escenario en el que advierte que seguirá la inflación y los riesgos políticos, lo que explica que prevea para el 2023 un crecimiento de solo 1%, uno de los escenarios más pesimistas en el mercado.

En particular, la calificadora crediticia hace énfasis en las limitaciones que seguirá mostrando el sector energético por las políticas de la 4T, que en opinión de la calificadora, generan "incertidumbre" en el mercado.

"La política del sector energético de México influirá fuertemente en el sentimiento entre los inversionistas privados hasta al menos 2024", señalan en un documento de análisis publicado este jueves.

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Por un lado, la fte inflación - que prevén tarde en retroceder en 2023- y el alza de tasas de interés por parte de Banxico implicarán más costos que ejercerán presión sobre la rentabilidad de las empresas en México en 2023, especialmente en los sectores relacionados con el consumo.

Un dato que también analizó es el desempeño de la inversión fija bruta, en donde ve una recuperación tras una significativa caída en 2020. Vale recordar que cerró el segundo trimestre del año con un alza anual de 2.7%. Sin embargo, la calificadora resaltó que el dato aun está por debajo de los niveles de 2018 para los próximos dos años, "con las políticas gubernamentales actuales disuadiendo la inversión privada", enfatizó al respecto.

Además, la calificadora señaló que la falta de inversión privada limita el beneficio económico de México de la inversión del gobierno en grandes proyectos de infraestructura, como es la refinería de Dos Bocas o el Tren Maya en el sur del país. La inversión recupera fuerza en junio y cierra el segundo trimestre con alza anual de 2.7%

Si bien el gobierno ha anunciado algunos proyectos con inversión privada, como lo es un gasoducto con una empresa canadiense o la propia creación de la empresa litio, para la calificadora, elementos como las tensiones comerciales con Estados Unidos en el marco del T-MEC incrementan el riesgo para los inversionistas, lo que dificulta la llegada de inversiones.

Además, la calificadora ha sido muy crítica a los modelos de negocio de CFE y Pemex, por lo que redujo la nota de ambas empresas recientemente, en el caso de la petrolera, se encuentra debajo del grado de inversión, a pesar de los datos positivos de la primera parte del año.