El primer ministro António Costa podría arriesgar su futuro político en las elecciones adelantadas de este domingo. El Partido Socialista que lidera viene perdiendo terreno en las encuestas frente al opositor Partido Social Demócrata que conduce Rui Rio, lo que pone a las fuerzas más pequeñas en una posición clave a la hora de formar el próximo gobierno.

Portugal se encamina a elecciones anticipadas ante el fracaso de Costa para aprobar los presupuestos

Portugal necesita un Ejecutivo sólido para garantizar la aprobación de los presupuestos como paso previo al desembolso de los fondos europeos de recuperación, unos 16.600 millones de euros. La imposibilidad de Costa de sumar apoyos en la Asamblea para las cuentas públicas fue lo que terminó forzando al presidente Marcelo Rebelo de Sousa a convocar comicios anticipados. Y ahora tampoco está claro si saldrá fortalecido de las urnas.

"Parece que Costa está bastante desgastado y en principio está teniendo una actitud de no querer negociar con los partidos de la izquierda. Es una postura en clave electoral. El lunes creo que veremos un clima más negociador", explica a LPO la politóloga y analista Noelia Casado, en referencia al Bloco de Esquerda (BE) y a la Coalición Democrática Unida (CDU, una alianza entre comunistas y ambientalistas), con los cuales gobernó el PS entre 2015 y 2019, y que forzaron la disolución de la Asamblea el mes pasado al retirarle su apoyo. 

Ya ha habido un gobierno entre el PS y el PSD. Este escenario es más factible porque Portugal tiene que aprobar estos presupuestos para que lleguen los fondos de recuperación

En caso de ganar, Costa deberá decidir si reedita una suerte de convivencia progresista con sus exsocios de la llamada geringonça o si opta por un gobierno de centro junto al partido de Rio, que en los últimos días se mostró dispuesto a respaldar a Costa para brindar estabilidad al próximo Ejecutivo. El líder del PSD dijo que esperaba el mismo gesto del socialista si él resultaba elegido por los portugueses.

Rui Rio, líder del Partido Social Demócrata de Portugal. 

De esta forma, si "el PS obtiene entre 100 y 106 escaños, y el PSD entre 75 y 100, esas abstenciones podrían ayudar al gobierno de Costa, incluso si el resto de la derecha y la izquierda se oponen". "Ya ha habido un gobierno entre estos dos partidos. Este escenario es más factible porque Portugal tiene que aprobar estos presupuestos para que lleguen los fondos de recuperación", señala la analista.

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"A esto se lo ha llamado un ‘pacto de caballeros'. Costa no ha dicho nada todavía. Podría darse ese escenario ya que Rio no quiere pactar con Chega, y los demás partidos de la derecha no serán tan relevantes en la Asamblea", continúa. En Portugal opera un cordón sanitario para excluir a Chega del Ejecutivo, como sucede en Francia con la extrema derecha, y a diferencia de lo que ocurre con Vox en España.

El líder de Vox, Santiago Abascal, y el presidente de Chega, André Ventura. 

Chega solo cuenta con un único diputado, su líder André Ventura, cercano a los de Santiago Abascal, aunque mañana podría ver aumentada su presencia en la Asamblea. Le pelea el tercer lugar al BE y amenaza con restar influencia a otras fuerzas de la derecha como Iniciativa Liberal y los conservadores del CDS-Partido Popular. 

En Portugal opera un cordón sanitario para excluir a Chega del Ejecutivo, como sucede en Francia con la extrema derecha, y a diferencia de lo que ocurre con Vox en España

Lo cierto es que los partidos parecían poco preparados para la campaña. El liderazgo de Rio dentro del PSD fue disputado inmediatamente antes del llamado a elecciones. Algo similar podría pasarle a Costa, a medida que se aleja de la mayoría absoluta que persigue para gobernar en solitario, con antiguos aliados a los que descuidó -tras el retiro de BE y CDU, solo quedó a su lado el diminuto partido ecologista Personas-Animales-Naturaleza-, en plena ola por la variante omicron y con la urgencia de apuntalar la recuperación económica a través de los fondos europeos. Ni Costa ni Rui quieren ser responsables de desatar una crisis política.

España mira con atención el futuro de Portugal

El gobierno de Pedro Sánchez y la oposición tienen mucho interés por los resultados del domingo. La experiencia de la geringonça en Portugal inspiró al Ejecutivo de coalición que preside, con los socialistas como socios mayores y Unidas Podemos en el rol de la izquierda que acompaña y presiona por reformas más profundas. Para Pablo Casado, un triunfo de Rio sería un impulso a su intento por llegar a Moncloa, si bien hay menos similitudes entre el PP y PSD que aquellas obvias que existen entre PSOE y PS.

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Sánchez mantiene una buena sintonía con Costa, no solo porque ambos líderes son socialistas, sino por una cuestión estratégica. Noelia Casado dice que los españoles apenas prestan atención a lo que pasa en el país vecino. "Los españoles, los italianos, en ocasiones los griegos, los que eran llamados PIGS, muchas veces forman un bloque unido en el Consejo Europeo, donde tienen representación los primeros ministros, y esto es muy importante", explica.

El presidente Pedro Sánchez y el primer ministro António Costa.

Y continúa: "Esto podría cambiar si Rui Rio es nombrado primer ministro. Es cierto que el PSD no es exactamente igual al PP español, pero se perdería esa sintonía y el impulso de la victoria de Olaf Scholz en Alemania. Hay una tendencia en Europa bastante progresista en cuanto a aumentar derechos, para contrarrestar la política de recortes después de la crisis de 2008. No haría caer al gobierno español, aunque es un espejo en el que se mira y al final también es un apoyo con el que cuenta en Europa". 

Sánchez mantiene una buena sintonía con Costa, no solo porque ambos líderes son socialistas, sino por una cuestión estratégica

Otro partido que prestará atención a lo que ocurra en las elecciones portuguesas es Vox. Mientras Santiago Abascal oficia de anfitrión en una cumbre de la ultraderecha en Madrid -que incluye al primer ministro de Hungría, Víktor Orban, y a la candidata francesa Marine Le Pen-, alienta el crecimiento de Chega. Pese a algunos incidentes que hirieron los sentimientos nacionalistas de los de André Ventura, Chega es el espejo de Vox.

Pero Rio le mantiene cerrada la puerta a Ventura, un caso distinto al de Vox y el PP. La politóloga sostiene que "en esto España se mira mucho aquí, porque es lo mismo que pasó con Vox en 2019". "Aquí no se ha establecido un cordón sanitario y ahora Vox cuenta con 50 diputados, y el PP no ha establecido este veto. Chega podría tener de 6 a 12 diputados. No es relevante, pero sí preocupante que un partido de extrema derecha aumente su representación", concluye.