Alberto Fernández intentará que Claudio "Chiqui" Tapia no se quede con el control de la Liga Profesional de Fútbol luego de la caída de Marcelo Tinelli pero no encuentra candidato.

A fines de 2021 Tinelli intentó un salvataje del Gobierno para que no lo corrieran de la presidencia de la liga pero se vio superado por una mayoría de clubes que pidieron su salida y debió convocar a elecciones para el próximo 31 de marzo.

El 30 de diciembre, Alberto recibió en la Casa Rosada al ex presidente de Argentinos y de la AFA, Luis Segura, que le llevó un buzo del arquero Mario Alles. La dirigencia de Argentinos, club del que es hincha Alberto, denunció que la familia de Segura había robado el buzo del museo del club.

Es que Segura está duramente enfrentado con el actual presidente del club de La Paternal, Cristian Malaspina, que es justamente el preferido del sector de Tapia para quedarse con la presidencia de la Liga. Por eso la foto de Alberto con Segura fue entendida en la AFA como un mensaje de cara al reacomodamiento de la Liga.

Tapia junto a Malaspina

Malaspina había encabezado la embestida de la mayoría de los clubes de la Liga para correr a Tinelli, lo que causó buena impresión en Tapia, que el año pasado resistió los embates del conductor de Showmatch para sacarlo de la AFA.

Acorralado, Tinelli busca un salvavidas del Gobierno para que no lo corran de la Liga Profesional de Fútbol

En el Gobierno admitieron a LPO que "el Chiqui está fuerte" y que aún no pudieron encontrar un candidato para la Liga. Incluso fracasó una movida para que el sucesor de Tinelli fuera Víctor Blanco, presidente de Racing, apoyado por los clubes grandes.

Tinelli, por su parte, intenta al menos colar a un candidato y empuja al presidente de Vélez, Fernando Rapisarda, con la ayuda del titular de Banfield, Eduardo Spinosa, y el de Atlético Tucumán, Mario Leito, que además es diputado nacional del Frente de Todos y cercano al jefe de gabinete, Juan Manzur.