Tanto el gobernador de Santa Fe como el intendente de Rosario Pablo Javkin rechazaron, por ahora, implementar restricciones como las que anunció este domingo a la noche el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, para la administración pública.

En principio, porque si bien se están registrando una progresión en la cantidad de casos de coronavirus, la evaluación sanitaria en curso no muestra indicadores para variar la modalidad de trabajo de las empleadas y empleados públicos santafesinos, señalaron a través de un comunicado.

En el mismo se recuerda que no hay ningún Decreto de Necesidad y Urgencia de alcance nacional y que tampoco se hayan anunciado modificaciones en el cumplimiento de tareas o establezca la eximición de asistencia a los lugares de trabajo. De hecho, Cafiero invitó a las provincias y al sector privado para que tomen medidas similares para frenar el aumento de contagios, como describió la ministra Vizzotti en el mismo anuncio.

Es que en el gobierno nacional reconocen que no hay margen para volver a decretar restricciones rígidas pese al aumento de casos y por ahora se limitó a implementar el teletrabajo para la mayoría de las reparticiones estatales y sugerir al resto de los gobernadores y al sector privado, medidas similares.

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Por su parte, el intendente de Rosario, Pablo Javkin, quien en la mañana del lunes presentó un proyecto de ordenanza en el Concejo Municipal del nuevo Código de Convivencia Ciudadana, sostuvo que luego de enterarse en la misma noche de la medida, conversó con el gobernador Perotti y definieron no adherir. 

A su vez, destacó que una parte importante de la planta municipal está afectada, directa o indirectamente, a los operativos de vacunación descentralizado que se realizan en los Distritos: "vamos a evitar toda actividad que altere ese funcionamiento. Veremos con el correr de los días pero por ahora no tomaremos ninguna medida", afirmó Javkin y adelantó que se está evaluando poder seguir vacunando durante algunos días de Semana Santa.