La fiscal Gabriela Boquin, conocida por su dictamen desfavorable al acuerdo firmado por Mauricio Macri con su empresa familiar por el Correo Argentino, expuso este miércoles ante el Congreso para denunciar al procurador Eduardo Casal de fabricarle sumarios sobre presuntos maltratos laborales. Y aseguró que una de las empleadas y denunciantes había sido trasladada por pedido suyo, cuando supo que le enviaba información de esa causa al diputado del PRO Pablo Tonelli. 

"Considero que hoy el procurador me está persiguiendo a mi y se lo dije a él. Lo puse por escrito", sostuvo ante la bicameral de monitoreo y seguimiento del Ministerio Público, donde desde la semana los legisladores oficialistas llevan adelante una embestida contra Casal por supuestas irregularidades en el manejo de fondos, traslado de fiscales e instrucción de sumarios.

El jueves, cuando se vencía el plazo que la bicameral le había dado para enviar documentación, Casal llamó a Boquín para informarle que se le había iniciado un sumario por supuesto destrato a sus empleados, que luego le fue oficializado en un correo electrónico de madrugada.

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El procurador ejerce en forma interina desde noviembre de 2017 por la renuncia de Alejandra Gils Carbó y se mantuvo porque ni Mauricio Macri ni Alberto Fernández lograron reunir los dos tercios del Senado para elegir un jefe de fiscales en forma definitiva.

En su primera aparición pública, que se extendió por cinco horas, Boquín sostuvo que Casal, defendido por los legisladores de Cambiemos, no consideró su defensa antes de iniciar los sumarios y tampoco las denuncias que presentó por intimidaciones desde que instruye el caso Correo, que incluyen el robo de documentos de su auto, que está filmado; y hasta una pinchadura de su teléfono por alguien que se hizo pasar por su esposo y sabía todos sus movimientos.  

"Pedí que sumaran esta denuncia, pero me dijeron que el disco estaba dañado", relató. La causa la instruye el fiscal José María Campagnoli, que nunca la citó a declarar. Como los testimonios en su contra de los empleados no fueron bajo juramento, explicó, tampoco puede querellar.

Y relató cada caso. Contó que Gonzalo Rodríguez le había pedido su traslado a Mar del Plata porque residía su esposa, lo habilitó, las máximas autoridades del Ministerio Público se lo negaron, pero luego se le ofreció si declaraba en su contra. "Fue a la Procuración y le dijeron que tenía que denunciarme. Le dije que sabía que no lo iba a hacer. Me dijo que estaba entre dos fuegos. Lo mandé al gremio a hacer la denuncia y se lo contó al delegado del fuero comercial". 

Pablo Tonelli. 

Diputados

Según su versión, Rodríguez pidió una licencia psiquiátrica y la semana pasada terminó "cediendo ante las presiones y hace el testimonio más difamatorio y cruento hacia a mi persona, que involucra a gente que hoy está de testigo, que no tenía problemas en declarar y no la tuvieron en cuenta. El procurador recibió mi denuncia y tomó como válidas sus declaraciones". 

A una de las empleadas denunciantes Boquin le pidió el traslado por "pérdida de confianza" cuando descubrió que le enviaba información al diputado del PRO Tonelli que lo involucraba en la causa de Correo. 

"Le iba comunicando los pasos del expediente que estaban relacionados con su propia vinculación en la causa. Porque cuando denuncié el vaciamiento, estaban las facturas de él por millones de pesos retirando dinero de Correo Argentino".  

Casal no respondió en 9 meses a su pedido de mudar a la empleada infiel a otra oficina. "Le ofrecían mejores condiciones y no se iba. La situación se hizo insostenible. Estaba concursando para ser camarista y tenía diálogo permanente con Tonelli", completó la historia la fiscal. 

La otra denuncia fue de Marina Calzia, a quien Boquín conoce de cuando trabajó en la Inspección General de Justicia (IGJ) entre 2003 y 2005 y era la secretaria del titular Ricardo Niessen. Boquín relató que en un mensaje de whatsapp Calzia le envió una nota de LPO que recordaba ese vínculo, como también que en esa oficina trabajaba su esposo, el juez comercial Sánchez Cannabo. "Empezó a sentirse presionada cuando el ex presidente dio una conferencia sobre el caso Correo".

Cristian Ritondo, del PRO, sugirió una cercanía al kirchnerismo por aquel paso por el gobierno de Néstor Kirchner. "Estoy orgullosa de mi trabajo. Hicimos mucho para investigar las offshore. Siempre me excusé en los juicios en los que participó Niessen". 

"Usted dijo que es perseguida, pero para mi es persecutora de Macri y su familia. Y tiene empleados que denuncian ser maltratados", la atacó el diputado. "Mi dictamen fue sobre el Correo. Usted menciona 'la familia Macri'. También hubo uno del fiscal Pollicita en el fuero penal y otro de la fiscalía administrativa. O sea, todo el poder judicial sería persecutor".

Otro caso de intimidación fue el de Diego Villani, secretario de la fiscalía, quien aseguró que Boquín había amenazado con tirar sus cosas por al ventana. "Le pedí por escrito que fuese en el marco de 48 horas a retirar elementos tales como 'una mochila porta bebé, el volante de un Alfa Romeo, el casco de una moto, libros de automovilismo, nueve libros de Julio Verne y uno de cocina de Donato De Santi", relató el incidente.   

En una ida y vuelta de varias horas con los legisladores de Cambiemos, Boquín anticipó que no descarta denunciar al consejo evaluador de fiscales que instruyó los sumarios sin tomar en cuenta sus testimonios y sólo se basa en empleados que se fueron de su oficina, algunos porque consiguieron mejores trabajos. 

Le insistieron una y otra vez que si algún empleado y fiscal evaluador había cometido un delito debía denunciarlo, como está obligado a hacer cualquier funcionario público.   

"Resulta llamativo que la pérdida de confianza con una empleada no sea delito en el marco de una acusación grave, olvidándose denunciarlo, y solo lo califique como una figura del derecho laboral", la cruzó Graciela Ocaña. "No claro. La pérdida de confianza no es delito. Pero sí tenía certificado los mails con copias de información que le llegaban a Tonelli. Y a mí no me mostraba esos documentos", la retrucó.

"Me hubiera gustado que tuvieran la idea de proteger al género cuando Tonelli afirmaba cuando el tema del Correo que yo decía cualquier cosa y era una funcionaria sin aptitudes. El radical Luis Pastori me definió como un elefante en un bazar que hacía mal las cuentas".

"Si el dictamen lo hacía un hombre no le cargaban estos epítetos. Me callé y no abrí a boca en ningún medio, hoy es la primera vez que me presento públicamente, es el lugar que corresponde, la lucha es desigual y no me hago la víctima", se despidió Boquín.