El presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, gestionó hace una semana la posibilidad de realizar una sesión después de un mes y medio de recinto cerrado, con un temario de leyes poco conflictivas que eviten debates de campaña.
Pero chocó con el PJ. Los conducidos por Carlos Caserio no aceptaron excluir los debates sobre la crisis económica y recordaron dos cuentas pendientes del Gobierno: la visita del ministro de EconomÃa Hernán Lacunza a exponer sobre la deuda externa; y el informe anual del presidente del Banco Central, Guido Sandleris.
Lacunza visitará el miércoles la bicameral de seguimiento de deuda a exponer sobre su proyecto de ley para reprogramar los pasivos, que recién enviará el lunes y que los senadores no esperan con mucha simpatÃa. Prefieren que las negociaciones la lleve a cabo el Gobierno y ya advirtieron que asà debe ser en el caso del FMI.
Pero Sandleris no tiene previsto presentarse en ninguna de las Cámaras, aun cuando la carta orgánica lo obliga a brindar a detallar la polÃtica monetaria ante el Congreso de la Nación al menos una vez al año.
Sandleris incumplió la meta de base monetaria y en los hechos está caÃdo el acuerdo con el FMI
El 25 de septiembre cumplirá doce meses de gestión pero todavÃa no pisó el parlamento y ni siquiera fue a una audiencia de la Comisión de Acuerdos del Senado, que nunca avaló su pliego como tampoco el de su fugaz antecesor, el todavÃa asesor presidencial Luis "Toto" Caputo. Macri o quien lo suceda puede echarlo cuando le parezca.
Durante la última reunión de la bicameral de deuda, en marzo, el diputado kirchnerista Axel Kicillof, el candidato a gobernador más votado en las primarias, pidió la presencia de Sandleris para explicar la polÃtica monetaria que le exigió el Fondo Monetario y esta última semana dejó de cumplir.
Los senadores del PJ solicitan dos datos claves del Banco Central para afrontar la crisis financiera: el volumen real de reservas y la deuda emitida en los tÃtulos conocidos como Leliq, que la semana pasada se licitaron a una tasa mayor al 84,3%. "Está obligado a venir y en estas condiciones lo queremos escuchar. Asà se lo pediremos", confirmó a LPO el senador José Mayans, presidente de la bicameral de endeudamiento que recibirá a Lacunza.
Las reservas que hay en el Central fueron motivo de debate tras la feroz corrida cambiaria que obligó a Sandleris a vender 12 mil millones de dólares el último mes y aun asà no evitó una devaluación de más del 30%.
Los especialistas recordaron que sólo una parte pequeña de los 57 mil millones de dólares que figuran como respaldo monetario están alojados en las bóvedas como dólares fÃsicos para intervenir en el mercado de cambios. Por lo tanto, el margen para disciplinar el mercado es acotado.
Los pasivos del Central inquietaron ala oposición durante el gobierno de Macri, que intentó sin éxito frenar la inflación con altas tasas de interés. Empezó haciéndolo con las Lebac, el instrumento elegido por Federico Sturzenegger, el primer presidente del organismo monetario que tuvo acuerdo del Senado y brindó varios informes ante los legisladores.
Se preocupaba por recordar que como eran emitidas en pesos, una devaluación reduce el déficit del Central (denomidado "cuasifiscal") y por lo tanto era una operación manejable.
Sandleris podrÃa tener un argumento similar para defender su abultado stock de Leliq, las reemplazantes de las Lebac, que según Alberto Fernández representa el equivalente al gasto en medicamentos de los jubilados. Pero por ahora, no piensa salir de su oficina.
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El crimen no paga, Guido. Algunos creen lo contrario, pero... tarde o temprano... a cada chancho le llega su San Martín.