Lejos de la grieta que se alimenta desde Buenos Aires, Cambiemos y el kirchnerismo no tuvieron inconvenientes para unirse en Chubut y llevar adelante una polémica jugada para desplazar al vicepresidente primero de la Legislatura, virtual vicegobernador de la provincia, y suspender el desdoblamiento de las elecciones que había firmado Mariano Arcioni.

La jugada sorprendió al oficialismo chubutense, que esperaba el intento de suspender el llamado a elecciones pero no vio venir que la oposición se uniría para desplazar al dasnevista Roddy Ingram de la presidencia de la Legislatura, que por la muerte de Mario Das Neves ocupa el segundo lugar de la la línea sucesoria. Es decir que ahora Arcioni tendrá como su segundo a un opositor, el kirchnerista José Grazzini.

Se trata de una maniobra legal pero al filo de lo considerado desestabilizador y lejos de los consensos habituales en los poderes legislativos de garantizarle al Ejecutivo una línea de sucesión afín. De hecho, el FPV chubutense tiene la primera minoría desde 2015 y nunca intentó imponer a un legislador suyo en ese lugar.

"Lo que ocurrió no tiene ningún justificativo. Es un golpe político sin causa. No estaba en la agenda legislativa ningún tipo de modificación que tuviera que ver con los reemplazos de las autoridades de la Legislatura", se quejó Arcioni. "Es parte de una actitud desestabilizadora de la oposición que no comprende que los intereses de Chubut pasan por otro lado y así ponen en juego la estabilidad social y económica de la provincia", disparó el gobernador.

El argumento del kirchnerismo para desplazar a Ingram fue que la oposición necesita un lugar en el Tribunal Electoral, donde se dirime la polémica por la fecha de las elecciones. Pero en realidad el FPV y Cambiemos necesitaban comandar la sesión para poder imponer la lectura de reglamento favorable a su idea de derogar los decretos de Arcioni que adelantaron los comicios. Es que el oficialismo consideraba que necesitaban tres cuartos de los votos y la oposición la mitad.

Cambiemos (que mantiene la vicepresidencia segunda de la Cámara) se sumó a la jugada kirchnerista porque pretende que las elecciones sean simultáneas con las nacionales, lo que creen que mejora las chances de ganarle la gobernación a Arcioni y al candidato que represente al FPV. Aunque el costo político de su unión con los K podría ser mayor al rédito que podría traerle pegar la boleta local a la de Mauricio Macri, que tiene una imagen negativa altísima en la provincia.

La simultaneidad de las elecciones fue aprobada por el FPV y Cambiemos pero Arcioni ya avisó que la vetará. Para revertir esa decisión del gobernador, el kirchnerismo y el macrismo todavía no tienen el número pero podrían lograrlo si suman al bloque Convergencia, integrado por dos legisladores peronistas que ayer no estuvieron en la sesión de la polémica. Todo indica que el FPV y el oficialismo están negociando con ellos.