Mauricio Macri invitó a cenar a la quinta de Olivos este miércoles a los tres conductores más fuertes de Canal 13: Marcelo Tinelli, Mariana Fabbiani y Mirtha Legrand, que no pudo evitar sus buenos oficios y dirigió la cena como si se tratara de uno de sus programas televisivos.

Su protagonismo eclipsó a Tinelli, que llegó a la residencia presidencial con un solo objetivo: Pedir ayuda para recuperar el dinero que, dice, Cristóbal López le debe por la compra de la productora Ideas del Sur.

En realidad, como aún es socio del empresario recién salido de la cárcel, quedó involucrado en juicios y embargos, con un agravante: En 2017 no percibió ingresos como conductor y la mayoría de los más de cien empleados que necesita para su programa tampoco cobraron, como reveló días atrás en un dramático relato Alejandro Ripoll, director del ciclo. 

La situación es tan delicada que la continuidad de Bailando por un sueño, que debería comenzar en abril es una incógnita.  

De todos estos temas, quería hablar Tinelli con Macri, pero la diva de los almuerzos monopolizó la conversación -como hace en su programa- y el bolivarense empezó a sospechar de una maniobra de Macri para licuarlo y no dejarlo hablar de temas álgidos.

En los últimos años intercalaron enfrentamientos sobre el futuro de la Asociación del Fútbol Argentina (AFA) y las chicanas al Gobierno en Showmatch. No es un secreto que Macri fue la fuerza que cortó en seco la ascendente carrera de Tinelli en el fútbol argentino.

Fabbiani no llegó sola sino acompañada de su esposo, Mariano Chihade, dueño de la productora televisiva Mandarina.

Tiene a cargo la producción del programa de su esposa, que esta tarde tuvo a Macri como invitado estelar, en una entrevista más que complaciente. Pero Chihade representa más que eso: es un viejo amigo del presiente, que ni bien llegó a la Casa Rosada lo nombró en canal 7 y lo usa como operador exclusivo.

Ambos se juntan  comer seguido con  Fabbiani y Juliana Awada en Dashi, el restaurante de suhi, vecino al Museo de Arte Latinoamericano (Malba). Esta noche fue en Olivos.