
Cuando a principios del 2020 la pandemia comenzaba a golpear duro en Rosario, el Grupo Oroño montó en tiempo récord un edificio provisorio de durlock para atención a pacientes con Covid-19 con 24 camas para internación y atención básica para los afectados por el virus que paralizó el mundo.
Ahora, la empresa médica quiere recuperar el predio, ubicado en una de las zonas más exclusivas de Rosario, para levantar un moderno sanatorio oncológico con una inversión de más de 10 millones de dólares y para ello, le ofreció a la Municipalidad donarle la construcción provisoria del centro de salud para el Barrio OlÃmpico, en la zona norte de la ciudad.
Lo curioso es que el "Acta de donación", firmado por el ingeniero Roberto Villavicencio Boretti, presidente del Grupo Oroño y el secretario de Salud de Javkin, Leonardo Caruana, prevé que el municipio asume la totalidad de los gastos de desarme, traslado y rearmado de la estructura con muebles y accesorios y exige la "contratación exclusiva" de la empresa Peicon propiedad de PÃo Enrique Imaz.
Para fundamentar esa contratación directa, el Grupo Oroño explica que fue Peicon la que instaló la estructura provisoria y que es fundamental "conocer la logÃstica y la secuencia con que se realizó la construcción y, muy especialmente, el montaje de todo el edificio para poder asÃ, desandar correctamente el proceso empleado en el armado".
[Los concejales de Javkin beneficiaron a un empresario amigo del intendente]
En ese sentido, la constructora pasó una cotización de 50 millones 880 mil pesos que se adjuntó al expediente (ver página 86 del documento adjunto) que deberá cancelarse a los 100 dÃas de comenzada la obra. En consecuencia, este martes, en la Comisión de Gobierno del Concejo Municipal, que debe aprobar la donación, pidió que se incluya en Presupuesto por la carga que implica.
Es que la donación del grupo de salud más importante de Rosario, que fundó el médico recientemente fallecido, Roberto Villavicencio, dejó expuesto los vÃnculos del poder en la ciudad y la relación con el intendente Javkin y sus aliados en el Concejo.
Por un lado, la familia Villavicencio tiene una amistad de años con los Javkin. El padre del intendente de Rosario forma parte del directorio del Grupo Oroño y es el vicepresidente del Sanatorio de Niños. El empresario de la salud apoyó la carrera polÃtica del ex radical desde muy joven y en el socialismo lo señalan como uno de los principales aportantes de su campaña.
Además, el titular de la constructora Peicon, PÃo Enrique Imaz, es uno de los socios, junto a sus hermanos Germán e Ignacio, de Crucijuegos, una próspera empresa que fabrica juegos infantiles y mobiliario urbano de excelente calidad y diseño. La empresa tuvo a su cargo la modernización de varias plazas rosarinas, como los juegos de la histórica Plaza López que se inauguró la semana pasada. Además, tuvo contratos en Ciudad de Buenos Aires, en municipios de la costa argentina, Tucumán y hasta RÃo de Janeiro, entre otros puntos.
A su vez, los Imaz son muy cercanos al diputado provincial Julián Galdeano, el operador polÃtico para que Carolina Losada sea candidata a gobernadora, quien, a su vez, hizo las gestiones para que Mauricio Macri visite a Javkin en el Palacio Municipal en su arribo a Rosario.
Todas estas relaciones entre empresarios de la salud, industriales y polÃticos del oficialismo, prendió las alertas sobre la donación con cargo por más de 50 millones de pesos. ¿Cuál es la razón por la cual se le obliga a la Municipalidad a contratar a tal o cual empresa y saltear los reglamentos de compras?, se preguntó un concejal de la oposición que el tema lo agarró desprevenido.
De hecho, el expediente generó gran incomodidad en la Comisión de Gobierno. La presidenta Caren Tepp, de la agrupación de izquierda Ciudad Futura, que cuenta con dos de los siete votos, pidió aplazar su tratamiento "para poder tener algunas interconsultas con el Ejecutivo", dijo, además de solicitar girarlo también a la comisión de Presupuesto en poco más de tres minutos que duró el debate.
La PolÃtica Online consultó insistentemente al bloque de Ciudad Futura, aliados a Juan Grabois, sobre el expediente, pero no obtuvo respuesta. "No habÃamos reparado que era una donación con cargo", dijeron al pasar durante su tratamiento en el Concejo. En la oposición creen que el giro a la comisión de Presupuesto, donde los concejales de izquierda no tienen voto, les permite sacarse el tema de encima.
En cuanto a la conveniencia de gastar más de 50 millones en la instalación de un edificio de atención primaria "provisorio" en una de las zonas más necesitadas de la ciudad como es el Barrio OlÃmpico, solamente se aclara en el expediente que "es conveniente y oportuna a los intereses del Municipio", sin mayores aclaraciones.
Este medio contactó a la especialista en arquitectura hospitalaria, Silvana Codina, quien tuvo a su cargo el diseño de los hospitales regionales, el edificio del Centro de Justicia Penal de Rosario y más de 50 centros de salud construidos durante el gobierno de Hermes Binner, con quien estuvo casada, explicó que:
"Cada edificio que se proyectó durante nuestra gestión, llevaba en el expediente un estudio pormenorizado que se fundamentaba por la morti-morbilidad, densidad poblacional, distancia de otros efectores, entre otras variables como la oportunidad del gasto/inversión en Salud Pública".
De hecho, la experta relacionada a una de las polÃticas más trascendentes del socialismo, señaló que en el área salud, el costo edilicio es insignificante ya que se amortiza en cinco años y que lo que más pesa a la hora de decidir construir un hospital o salas barriales es el presupuesto en personal: "lo que se gasta en mantenerse operable en un periodo de tiempo corto, medido en años, un efector de salud cubre el valor de su programación, proyecto, terreno y construcción".
Otra voz experta que pidió reserva de su nombre, aseguró que con los cincuenta millones se puede tranquilamente construir un efector de 130 metros cuadrados con materiales de primera calidad que no sea un edificio provisorio, aseguró a LPO y se preguntó cuánto del actual edificio se puede rescatar en condiciones para hacer el traslado ya que las placas de cemento y durlock se van a perder en el desarme y después, el detalle del mobiliario que se enumera en el expediente es mÃnimo (ver páginas 5 y 6 del archivo adjunto)
Todo ello sin entrar en detalles sobre las condiciones socioambientales donde se prevé instalar la sala y si es óptima para las necesidades del barrio. Llama la atención, cuanto menos, que la donación contemple 22 camas de internación que son innecesarias para una sala de atención primaria donde además, se aclara que no se contemplará la instalación de gases medicinales pero igualmente, en el presupuesto se donan los paneles de oxÃgeno de una y tres bocas.
En definitiva, en el Concejo Municipal se preguntaban si no se trataba de un intento del Grupo Oroño para desmantelar el centro Covid y recuperar el predio a costas del Municipio. Ahora, el tema está en manos de los distintos bloques del cuerpo colegiado.
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