Una nueva amenaza narco sufrió el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, quien viene llevando desde el primer día de su gestión un plan implacable contra las bandas mafiosas que operan en Rosario.

En esta oportunidad, dejaron un mensaje escrito con aerosol en la puerta de una escuela de la zona noroeste; "con los presos no se jode" decía la amenaza firmada con las iniciales RR que tildaba al mandatario de narco, un recurso recurrente de parte de la mafia.

Es que una de las primeras medidas que tomó Pullaro apenas asumió fue el de rehabilitar los pabellones de máxima seguridad para los presos de alto perfil que había clausurado Perotti y esta semana retomó el derribo de bunkers desde donde los soldaditos despachan la droga a los consumidores y que la pelea a muerte entre distintas facciones tiñó a Rosario de sangre.

 [Pullaro mandó a los narcos presos a pabellones de máxima seguridad y los sicarios resisten a los tiros]

Con los jefes y segundas líneas en los pabellones de alto perfil, sin posibilidad de ingresar celulares a la cárcel y con un régimen de visitas mucho mas riguroso sin posibilidad de contacto y con un blindex de por medio, los capo narco vieron reducido sus capacidades para ordenar homicidios y extorsiones desde los penales.

En el primer mes de gestión, cayó sensiblemente el número de homicidios vinculados a las bandas. Como consecuencia, el gobernador y el ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni, vienen sufriendo amenazas a diario, la mayoría no se hacen públicas y cuando dejaron un cartel, su contenido no se reflejó en los medios para que estos no se conviertan en caja de resonancia de los mensajes.

Las amenazas escalaron al punto tal que Pullaro tuvo que mudar a su familia de la ciudad de Rosario por una cuestión de seguridad ya que los narcos habían dado información sensible. "Maxi está tranquilo", dijeron a LPO desde su entorno y afirman que el gobernador entiende en toda su dimensión lo que significa la guerra contra el narcotráfico.

Por eso, este viernes los narcos dejaron un grafiti con aerosol en la puerta de una escuela y su contenido no se pudo ocultar. Si bien, se desconoce el momento en que se escribió, apareció horas después de que el Ministerio de Seguridad junto con la fiscalía derrumbaran seis bunkers que operan hace años y sus inmediaciones fueron escenario de cruentos enfrentamientos entre las bandas.

Esto fue posible debido a la sanción de la nueva Ley de Narcomenudeo que transfirió a la justicia local la persecución del micro tráfico que es el que detona la guerra entre clanes y puso a Rosario al tope del ranking de homicidios.

El ministro de Seguridad Pablo Coccocioni encabezó los derrumbe de bunkers en Rosario

En su primera evaluación de gestión que hizo Pullaro este jueves, afirmó que a los narcos "les molesta que los presos estén aislados porque cuando controlamos la cárcel, controlamos las calles" y explicó que:

 "Al volver a tomar el control de las cárceles, que fueron las acciones que más molestaron al crimen organizado durante estos 32 días de gestión, retomamos el control de las calles. Cuando controlamos la cárcel, controlamos las calles. Por eso a las organizaciones delictivas les molesta tanto que los presos hoy estén aislados". 

"Nos propusimos reordenar el sistema y sacar la policía a la calle. Se logró esto en términos relativos, esperamos aún mucho más, pero podemos decirle a los rosarinos y rosarinas que tenemos cinco veces más de móviles operativos en calle. Esto hizo que haya un importante secuestro de armas de fuego por día. Eso es muy importante porque demuestra que la policía está en la calle trabajando", señaló el gobernador.