Celeste Amarilla recibió a LPO un dÃa antes del reinicio de las sesiones ordinarias para hablar sobre la última convención del Partido Liberal Radical Auténtico que concretó la expulsión de los cuatro senadores liberales afines al cartismo, y la situación que atraviesa la oposición en el Congreso, golpeada tras el juicio polÃtico irregular contra Kattya González.
La senadora insiste en que el PLRA no está muerto y que la crisis se irá cerrando sola, no sin antes depurar al partido de "infiltrados y oportunistas". Pero lo cierto es que Honor Colorado gana músculo y espacios de poder, y ya demostró incluso su capacidad de disciplinamiento a través de la maniobra para sacar a Kattya. Y eso preocupa a los dirigentes opositores.
"Yo estoy en la lista también y pensaba que primero iban a ir por mÃ. Los pensábamos todos", reconoció Celeste, quien además se refirió a la elección de la mesa directiva, el rol de Santiago Peña y la pulseada entre Dionisio Amarilla y el lÃder de los liberales, Hugo Fleitas.
¿Cómo sigue el partido después de la convención del domingo pasado?
Sigue bien, con más esperanzas. Fue una convención modelo en cuanto a comportamiento, asistencia y logÃstica. No hubo plata, la gente vino sola, cosa a la que no estábamos acostumbrados en los partidos grandes. Siempre hay que ponerles toda la logÃstica para que vengan. Esta vez vinieron solos porque querÃan votar en contra de los cuatro expulsados. Es lo que se pudo leer. Por eso hubo una gran coincidencia de los convencionales con nosotros en ese sentido.
Fleitas consigue expulsar a los liberales cartistas y sale legitimado de la convención del PLRA
El martes los diputados liberales votaron a favor de la reelección de Latorre. ¿Va a haber una sanción similar a la que se les aplicó a los cuatro senadores?
No. Son casos completamente distintos. La elección de las mesas directivas, al interior de ambas cámaras, funciona dentro de un clima diferente al resto. Yo misma he votado en dos oportunidades por el actual vicepresidente Pedro Alliana, que ya era cartista, cuando estuve en Diputados. Es absolutamente diferente.
¿Cuál es esa dinámica?
La dinámica es buscar quién esté al frente de la mesa directiva y respete las normas del reglamento de las cámaras y la distribución de las comisiones. También se considera la forma de llevar las sesiones y el nivel de relacionamiento que uno tiene con la gente de esa mesa.
Es muy diferente, por ejemplo, votar a Latorre, o en aquel momento votar a Alliana, competidores más similares a nosotros, polÃticos razonables, que lo que podrÃa pasar en el Senado con Bachi Núñez. No es lo mismo votarle a Beto Ovelar o a Latorre que a Bachi Núñez. En Diputados, Alliana o Latorre son lo que acá es Beto Ovelar, un polÃtico que nos respeta y nos recibe. La mesa directiva obedece a otros parámetros. Es muy diferente a votar en contra de la Constitución Nacional por antojos del cartismo.
La expulsión de Kattya o incluso proyectos de ley donde el partido habÃa dado un lineamiento como opositores y ellos votaron en contra. Para la mesa directiva, el partido nunca da un delineamiento, no se trata a nivel de partido. Es un trámite administrativo, polÃtico, burocrático en donde los senadores tenemos absoluta autonomÃa e independencia. Por lo menos mi partido nunca se ha inmiscuido en eso.
¿Esa no lÃnea aplica a ambas cámaras?
A ambas cámaras. Al no haber una lÃnea partidaria que seguir, los votos quedan absolutamente liberados. Nunca mi partido convocó a senadores y diputados para decirles cómo votar para una mesa directiva. No corresponde. No es lo mismo que votar una ley que afecta al pueblo paraguayo, o que se contrapone con la Constitución o que obedece a intereses personales o espurios de un partido.
¿Hay libertad de conciencia entonces?
Absolutamente. Es una cuestión casi administrativa. La mesa directiva no puede hacer mucho. No tiene ni más ni menos votos. A veces es repartir lugares, cargos.
El PLRA atraviesa un momento complicado. ¿Fleitas puede cerrar la crisis o se tiene que buscar un nuevo liderazgo?
No, la crisis se va a ir cerrando sola en la medida que los grupos se vayan a donde se tienen que ir, como ocurrió en este caso. 86 por ciento de los convencionales presentes solos, sin logÃstica, sin nada, votando por unanimidad. El resto que no vino supongo que era por una cuestión logÃstica. Los expulsados obtuvieron solamente 74 convencionales que se retiraron. Tenemos nuevas elecciones para este año o el próximo en donde se restablecerá un liderazgo.
Después de la destitución de Kattya hay otros nombres en la lista del cartismo, incluso en Diputados. ¿Cuál es la estrategia de la oposición?
Ninguna. No tenemos los votos. Yo estoy en la lista también y pensaba que primero iban a ir por mÃ. Los pensábamos todos. Evidentemente no han encontrado nada de lo que agarrarse. Lo de Kattya es absolutamente ilegal, ilegÃtimo, inconstitucional. Sin embargo, aprovecharon un desorden administrativo en recursos humanos, algo que no tiene nada que ver con un senador. Nosotros no tenemos por qué ocuparnos de recursos humanos. Estos funcionarios son de la cámara. Recursos humanos tiene que saber qué hacer con ellos. Al encontrar esa desprolijidad, aprovecharon para sacarla. Sà sabemos que hay otros nombres. Pero nosotros no tenemos los votos para defendernos.
¿No hay ni siquiera diálogo con los colorados disidentes?
SÃ, con ellos hay diálogo. Pero ya has visto que igual no tenÃamos los 23 votos.
¿Existen senadores razonables dentro de Honor Colorado para tender algún puente?
Hay, pero en esta ocasión no han cambiado de opinión. Muy bien lo dijo el senador Ovelar. Se ha bajado lÃnea y ellos tuvieron que obedecer.
Hay una percepción general de que Paraguay se encamina a un régimen de partido único...
Quizás es lo que pretendan. Va a ser difÃcil.
¿Por qué serÃa difÃcil?
Y porque el Partido Liberal está golpeado, pero no está muerto. Tenemos que levantarnos nomás.
Me referÃa no solo a un régimen de partido único, sino a un liderazgo único como es el de Horacio Cartes.
Eso sÃ. Eso ya está demostrado. Eso ya se cumplió. Ahora, un único partido va a ser un poco más difÃcil.
¿Qué rol cumple entonces el presidente Santiago Peña?
El que ven ustedes: ninguno. Participar de inauguraciones o de viajes. Es casi un canciller.
¿Cuál es el ánimo general de la oposición en este momento?
Obviamente los ánimos están golpeados no solo por la derrota, sino que por primera vez no hemos logrado mayorÃa en el Senado. Siempre tuvimos. Esta vez no se logró ni con la disidencia colorada. Eso baja los ánimos. Pero esta convención fue otra vez un respiro para muchos. Vinieron dispuestos. Se notó un hartazgo de tener siempre un grupito que se vende y por culpa de eso no tenemos los números, porque con esos cuatros senadores, más los disidentes, la mayorÃa estarÃa con nosotros.
Algunos dirigentes liberales se mostraron en contra de la expulsión de los senadores para no dividir al partido.
No se trata de dividir al partido. No creo que le sigan sino aquellos que están como ellos, por dinero u otros intereses. Y si hay que dividir al partido, pues que se divida, que se vayan ellos.
Estás a favor de una depuración.
Claro. La división va a ser una depuración. El que le quiere seguir, que le sigan, porque evidentemente tiene los mismos vicios.
¿Qué pasó para que Dionisio rompiera de esa manera con Fleitas? Pasaron de ser aliados a que el senador lo trate de pedófilo.
Ni idea.
Son acusaciones muy fuertes.
SÃ, y muy irresponsables. Fuertes e irresponsables. Ni idea de por qué bajó a ese plano personal. Yo casi no lo conozco a él. No lo traté nunca hasta estar acá. Lo conocÃa de nombre. Nunca tuve una conversación siquiera con él. No entiendo por qué esos ataques tan personales.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.