La expectativa sobre un acuerdo inminente entre Brasil y Paraguay por la tarifa de Itaipú va en aumento, aunque las señales que llegan del paÃs vecino se alejan de las intenciones de Santiago Peña. Los funcionarios brasileños ya dejaron en claro que la tarifa mantendrá su precio actual de USD 16,71 kW/mes y echaron por tierra la posibilidad de subirla a USD 22,23 kW/mes, como pretendÃa el gobierno paraguayo.
"No cambiaremos la tarifa aprobada en 2023. El presidente Lula es intransigente en esto", aseguró el ministro de Minas y EnergÃa de Brasil, Alexandre Silveira, que la semana pasada viajó junto al canciller Mauro Vieira a Asunción, donde se reunió con Peña en Mburuvicha Róga para transmitirle la decisión de Lula. En el gobierno entendieron la visita como un gesto de distensión, aunque no habÃa marcha atrás en la postura del mandatario brasileño.
Enio Verri, el director de Itaipú del lado brasileño, también se refirió a las negociaciones. "Hay conflicto. Y no se puede decir que alguien esté equivocado. Creo que estamos muy cerca de una solución", reconoció. Verri habÃa tenido palabras muy duras hacia la administración de Peña, a la que llegó a tildar de "irracional", y el cambio de tono en las últimas semanas parece indicar que Paraguay aceptó los términos del socio mayor de la binacional.
Desde la CancillerÃa paraguaya se habÃa prometido que el acuerdo estarÃa listo para esta semana, pero en Brasil dicen que podrÃa estar recién para los primeros dÃas de mayo. Lula quiere que una vez cerrada la discusión por la tarifa comience la revisión del Anexo C, del que depende el funcionamiento de la entidad y el Costo Unitario del Servicio de Electricidad (CUSE), que fija el costo de producir la energÃa y la contratación de potencia de la ANDE y de la Empresa Brasileña de Participaciones en EnergÃa Nuclear y Binacional (ENBPar).
Lo cierto es que antes de llegar a un entendimiento por la tarifa, Brasil tiene que ofrecer a Paraguay algún beneficio que compense el mantenimiento del monto. Silveira mencionó "compensaciones", necesaria para que su socio concrete inversiones en infraestructura y cubra gastos sociales. Sin una tarifa al alza, el gobierno de Peña se queda sin recaudar entre 300 y 400 millones de dólares por año, según reconoció Rubén RamÃrez Lezcano.
Esas compensaciones de las que habló el ministro brasileño podrÃan darse a través de las transferencias de regalÃas, pero la tarifa no se tocará. El principal argumento de Brasil, que quiere energÃa barata para sus industrias, es que la monto deberÃa haber bajado incluso a los USD 10,77 kW/mes por haberse saldado la deuda por la construcción de la hidroeléctrica el año pasado, de acuerdo a un estudio de la Comisión de Estudio para la Evaluación del Costo Unitario del Servicio Eléctrico de Itaipú (Cecuse).
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