29 de abril, 2024
Once: Bonadío quedó a cargo de la investigación
El juez federal Claudio Bonadío quedó al frente de la investigación por el accidente ferroviario que ocurrió esta mañana en la estación de trenes de Once y que provocó al menos 400 heridos, informaron a DyN fuentes judiciales.
La causa recayó "por turno" en el juzgado de Bonadío, quien estaba trabajando con la Comisaría Séptima de la Policía Federal, en cuya jurisdicción ocurrió el siniestro.
El fiscal a cargo de la causa es el titular de la fiscalía número seis, Federico Delgado.
La primera tramitación de la investigación apunta a la figura del "estrago culposo", aunque aún es prematuro especular, desde el punto de vista judicial, sobre las razones del accidente.
El fiscal a cargo de la causa es el titular de la fiscalía número seis, Federico Delgado.
La primera tramitación de la investigación apunta a la figura del "estrago culposo", aunque aún es prematuro especular, desde el punto de vista judicial, sobre las razones del accidente.
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Ya el año pasado los accidentes que conmovieron a la opinión pública, como el de San Miguel y el de Flores, dejaron más que en evidencia el abandono ferroviario y la falta de mantenimiento pese a los ingentes subsidios liquidados a las empresas gerenciadoras. Mal estado de la infraestructura que fuera denunciado por personas de gran conocimiento ferroviario, en que marcaban el estado obsoleto de rieles, señalizaciones y las falencias del material rodante como los causantes de los sucesivos accidentes que se venían registrando.
Y siempre la respuesta era el silencio oficial o la excusa pueril, cuando no una campaña orientada a cargar las culpas en los trabajadores. Nunca faltaron las declaraciones de los consabidos “voceros” de las empresas, que nunca eran responsables de nada. Y una Justicia que ni siquiera citaba a los responsables de esas concesionarias o a los funcionarios responsables, solo cargaba presurosamente las culpas sobre los trabajadores.
Y todo este ocultamiento, ¿por qué y para qué?. Muy simple, para ocultar los muy turbios negocios que se venían (y vienen) realizando en los FFCC privatizados, subsidios mediante. Negocios solo posibles con la connivencia entre empresarios, jerarcas sindicales y funcionarios. El asesinato del joven Mariano Ferreyra respondió a la necesidad de defender uno de esos turbios negocios de esa Triple Alianza de la Corrupción, el de la tercerización laboral, que sentían amenazado por el reclamo de los trabajadores.
Hoy tenemos cuarenta y nueve muertos (por ahora) y más de quinientos heridos, muchos de ellos graves. Y como siempre las víctimas son personas decentes, que viven de su trabajo. Ningún funcionario, ningún “empresario” de los privatizadores, seguramente estaba en ese tren. Entonces, si total en Argentina los que están “arriba” nunca han de rendir cuentas, ¿qué les ha de importar?.
En lo personal creo que luego de unos días de parloteo vano y un falso golpearse el pecho, el asunto será enviado al cajón de los olvidos, y ¡que sigan la fiesta y los “buenos negocios”!.
Que así no suceda dependerá en mucho, de nosotros.