Daniel Scioli dará mañana una muestra de respaldo al Plan de Regionalización al participar de una conferencia que se desarrollará en el Hotel Hilton de Puerto Madero. Será otro gesto de apoyo al proyecto y, en particular, a Santiago Montoya luego que Gabriel Mariotto cuestionara la iniciativa tras una recorrida por el interior bonaerense.
Según pudo saber La Política Online, la decisión de Scioli de participar de la conferencia se decidió en las últimas horas, aunque fuentes cercanas al proyecto aseguran que era una actividad pautada desde hace varias semanas.
El viernes de la semana pasada trascendieron las declaraciones de Mariotto en una recorrida por el distrito de Junín. El candidato a vicegobernador bonaerense cuestionó el proyecto y puntualizó que una nueva estructura podría burocratizar aún más la estructura provincial.
"Las declaraciones de Mariotto no me sorprenden para nada. Es lo mismo que he hablado con él”, respondió Montoya, encendiendo la polémica.
En las horas siguientes desde las dos partes prefirieron el silencio, pero dejaron marcado el campo de batalla. Detrás de los cruces, parece asomar una embestida de la Casa Rosada, a través de Mariotto y Amado Boudou, para atacar a Scioli en lo que consideran un nuevo mapa político de cara a 2015.
Es que a las críticas de Mariotto se sumaron también algunos cuestionamientos que el propio ministro de Economía y candidato a vicepresidente deslizó en sus recorridas por distintos distritos bonaerenses.
El objetivo del ataque no es puntualmente el proyecto para descentralizar la estructura del Estado provincial, sino que se trata del inicio de una nueva relación entre la Casa Rosada y el Gobernador. Un escenario en el que -en principio- se posicionaría a Boudou como posible sucesor y a Mariotto como “los ojos” de la Rodada dentro del gobierno provincial.
En ese escenario, Montoya -responsable de llevar adelante el proyecto- asoma como uno de los primeros hombres cercanos a Scioli a quienes “golpear”.
El ex recaudador de la Provincia tuvo sus roces con Néstor Kirchner cuando se negó a ser candidato testimonial para las elecciones de 2009. El tiempo pasó desde entonces y, si bien con el tiempo Montoya y Kirchner mantuvieron algunos encuentros, desde algunos sectores del kirchnerismo lo siguen viendo como un enemigo.
El escenario se enrarece dentro del propio sciolismo toda vez que dentro del gabinete provincial, Montoya tiene sus propios roces con algunos ministros que se muestran detractores del Plan de Regionalización.
Uno de ellos es el ministro de Desarrollo Social, Baldomero “Cacho” Álvarez, otro es el ministro de Economía, Alejandro Arlía, quizás el más kirchnerista de los funcionarios del gabinete sciolista. Su malestar con el proyecto estaría en la pérdida de poder que representará la Regionalización para esa cartera en función del armado de los nuevos esquemas de presupuesto.
Arlía ya expuso su malestar con el responsable del Plan de Regionalización a través de las redes sociales. “Manosean mi nombre y promocionan a Montoya. Me canse. Yo laburo, otros están muy al pedo”, escribió el economista en Twitter, luego que un diario de La Plata dejara trascender la posibilidad que el ministro no sería parte del nuevo gabinete.
Por estas horas, en el interior del sciolismo
Por ahora, la decisión de Scioli es brindar todo el apoyo a Montoya y al proyecto de Regionalización. El Gobernador lo dejó en claro al día siguiente de la controversia Mariotto-Montoya a través de un comunicado oficial.
Pero el dilema dentro del sciolismo es cómo posicionarse en su relación con la Casa Rosada. Es que hasta ahora la estrategia era clara: Obedecer al gobierno nacional a pesar de las tensiones y los chispazos que existieron en los últimos cuatro años.
Por estos días, existe un debate en el núcleo duro del gabinete respecto de la relación con Nación. Hubo algunos indicios de acercamiento a Felipe Solá, Jorge Pampuro y hasta a Hugo Moyano, pero no serían alianzas de fondo.