Santiago Montoya ocupa oficinas en el piso 18 de edificio del Banco Provincia en Capital Federal. Allí entran y salen asesores y legisladores con el libro que contiene el proyecto del Plan de Regionalización que impulsa el gobernador Daniel Scioli.

Montoya, el creador de la Agencia de Recaudación de Provincia, está al frente del proyecto. En una entrevista con La Política Online sostiene que el plan “acercará el Estado a la gente pese al establishmet corporativo que rodea a la burocracia de la capital provincial”.

El proyecto marco para la implementación del plan ya se encuentra en la Cámara Baja de la Legislatura bonaerense y por estos días, tanto en la Ciudad como en la capital provincial se mantienen reuniones en búsquedas de consensos.

“Sucede que los ministerios no están acostumbrados a una planificación estratégica. Es más, hasta podríamos acusarlos de no ser justicialistas”, dice Montoya. “Es que los dos instrumentos fundamentales de la gran transformación social del peronismo fueron los dos planes quinquenales del gobierno de Perón y fueron planes estratégicos. No puede ser que no aprendamos esa lección. Sin planes estratégicos no vamos a ninguna parte”.

-¿Por qué es necesario impulsar este Plan de Regionalización?

-Porque la Provincia está agotada, porque ya no le responde a la gente, porque cuesta un enorme esfuerzo mantenerla en funcionamiento. Porque hace mucho tiempos que los problemas no son los funcionarios, sino el sistema institucional en el cual se desempeñan que está completamente agotado.

-¿Éstos problemas surgieron en los últimos años?

-No, esto tiene que ver con el diseño institucional político de la provincia que data del siglo XIX. Cuando esta provincia se organizó no atravesaba la situación que hoy existe. Por un lado tiene un área metropolitana ubicada entre las 10 mayores del mundo. Y por otro, cuenta con un interior productivo, que sería todo menos esa área metropolitana, que significan 13 provincias y medio de Tucumán, dos provincias de córdoba completas, una Alemania completa, una Italia completa o una Francia continental completa. El interior bonaerense es tan vasto como un país.

Por lo tanto, si la realidad cambió y las herramientas institucionales para cambiar esa realidad no cambiaron, el sentido común nos dice que esto no funciona. Por eso creo que tenemos que dejar de desgastar a las sucesivas camadas de funcionarios que, uno tras otros, no consiguen generar satisfacción en la gente.

-¿Pero la regionalización será la clave para conseguir ese bienestar?

-Las políticas vinculadas al Plan Marshall que se aplicaron algunos países de Europa luego de la Segunda Guerra Mundial generaron debates en los que se definió que el mercado, la actividad económica, y la inyección directa de recursos no alcanzaban para logar un desarrollo armónico del territorio. Esa discusión política determinó un desarrollo de sistema de regiones en Italia.

-¿Y eso es aplicable a Buenos Aires?

-Por supuesto. En el caso nuestro, Buenos Aires es la provincia más unitaria de la Argentina. En todo el mundo se sostiene que la mejor práctica para administrar la cosa pública es acercar la toma de decisiones al ciudadano. Eso significa que los primeros niveles de gobierno que están en contacto con la gente puedan resolver los problemas.

Pero en Buenos Aires ocurre una particularidad. En el artículo 123 de la Constitución Nacional de 1994 se consagra la autonomía de los municipios para toda la Nación. Pero la provincia de Buenos Aires no adecua su propia Constitución y en el artículo 191 establece todo lo contrario.

Por lo tanto, la provincia tiene una constitución anticonstitucional en lo que refiere a los municipios. Mientras la Constitución Nacional dice que todos los municipios tienen que ser autónomos, la Constitución Provincial dice que no, que sólo se hará lo que la Legislatura establezca.

-¿Puede mencionarme algún caso que grafique que esta estructura está agotada?

- Cuando me reúno con intendentes surgen casos. Por ejemplo, en Tandil un ciudadano denunció a una fábrica por supuesta contaminación y el intendente siguiendo los procedimientos solicitó al Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible una inspección que tardó tres meses en enviar un inspector para verificar la denuncia y clausurar la fábrica.

Nosotros creemos que la región y el municipio deben encargarse del control y, eventualmente, disponer de una clausura provisoria hasta que la OPDS confirme o no la denuncia.

Hay más casos. Si hoy se producen vacantes en los hospitales provinciales, el director no puede designar un reemplazante. Lo hace la Provincia y, en general, pasan meses hasta que lugares claves, como una guardia pediátrica, son cubiertos. En Bahía Blanca, por ejemplo, hay médicos trabajando en negro desde hace tres años a la espera de un nombramiento.

-¿Pero esto se da por un problema de estructura agotada?

-Es que los aparatos públicos de la provincia fueron creciendo, algunos de ellos pasaron a tener tamaños inmanejables. Es muy difícil gerenciar un sistema educativo con 300 mil docentes y con 23 mil establecimientos educativos. La Provincia ha llegado a ser uno de los diez mayores empleadores del planeta y hoy está seguro entre los primeros 15.
Lo que tenemos es un sistema que se maneja con muy bajos niveles de eficiencia en la administración por cuestiones de escala.

-Pero entonces los ministerios del gobierno provincial se verían recortados en sus funciones.

-No, porque regionalización no significa división en el sentido de debilidad, al contrario. De esta descentralización surgirá un estado mucho más fuerte en donde los ministerios que estarán aliviado de las cuestiones operativas que ejecutarán las regiones y los municipios, y pasarán a centrarse en el diseño de políticas públicas.

Si el problema es gestionar el mantenimiento de los calefactores y los pupitres de 23 mil escuelas yo me preguntó qué pasa con las políticas técnico pedagógicas. La provincia de Buenos Aires pasó del puesto 2 al 12 en calidad educativa y no comparado con estados de otros países sino comparado con otras provincias argentinas.

Esto por supuesto no es responsabilidad del actual gobierno, esto es algo que se viene dando en el trascurso de los últimos 10 años. La provincia de Mendoza que tiene menos presupuesto por alumno que Buenos Aires y mejor calidad educativa. Es claro tenemos un problema de administración en nuestra provincia.

Entonces, si nuestros ministerios centrales atienden cuestiones operativas pero descuidan las estratégicas, tenemos ministerios débiles. Los ministros tienen que atender a las políticas estratégicas y quien controla las políticas estratégicas controla el destino de los Estado y ese es un estado fuerte en tanto pueda responder en el plano operativo pero también en el plano estratégico.

-¿Pero Usted cree que los ministerios van a querer desprenderse de esas urgencias?

-Seguramente no. Está en la naturaleza humana resistirse a los cambios. Va a haber quienes se pongan nerviosos o que opongan resistencia. Sin embargo yo no estoy preocupado por los funcionarios, sí me preocupa una cosa poco definida que podríamos llamar como una máquina de impedir o como los intereses de las corporaciones que se instalan alrededor de un poder centralizado. Que no siempre son los funcionarios del propio Estado sino que son todos los intereses que se instalan alrededor y que tienen que ver con la contratación centralizada de servicios de todo tipo hasta cualquier otro tipo de cuestiones. Vendría a ser algo así como un establishment capitalino vinculado a la burocracia del Estado central de la Provincia.

-¿Un establishment de carácter privado?

-Privado pero que también tiene sus ramificaciones en el Estado. Yo lo vi en el organismo tributario de la provincia. Donde existían numerosos grupos de interés que se empezaron a meter dentro del estado y empezaron a congestionar algunas cosas.

Todos estos intereses no necesariamente son mal intencionados o vinculados a hechos de corrupción. Son capas geológicas de intereses que van penetrando en la estructura del estado a lo largo del tiempo y cuando se habla de cambiar no quieren saber nada.

-¿Se prevé la creación de un ministerio coordinador entre las regiones y el poder central?

-Claro, porque trasferir la cuestión operativa a regiones nos significa el desafío de coordinar esas regiones. Eso nos llevar a definir un ministerio que nos garantice que no hay diferencias sustanciales o fricciones entre las regiones y que a su vez articule con los ministerios estratégicos.

-¿Se fusionarán ministerios?

-Para revertir problemáticas de deterioro de tejido social tan complejas como las que se han generado en el Conurbano durante tantas décadas lo que necesitamos es un enfoque integral de las políticas públicas y ese enfoque no lo garantiza la plantilla actual de ministerios que tiene solamente un enfoque sectorial. Si podría haber cambios, pero por supuesto que aún no están definidos.

Si la realidad cambia, porqué no van a cambiar las instituciones que tiene que ayudar a la gente a enfrentar esa realidad. Hoy la Provincia es la más conservadora desde el punto de vista político institucional del continente y está blindada y escudada detrás de todas las corporaciones y de los intereses ocultos que se han acomodado porque les va bárbaro en todo este desorden.

-¿Usted le propuso el proyecto a Scioli o el Gobernador se lo propuso a Usted?

-Es un proyecto conjunto.

-Pero no se les puede haber ocurrido a los dos al mismo tiempo.

Mire, cuando a mí me toca salir de la gestión en realidad no interrumpí el diálogo con el Gobernador. De hecho como estaba afuera pude mantener conversaciones con dirigentes de otros partidos políticos. Cuando salí para mí fue una frustración.

Yo tenía un proyecto de ley desde septiembre de 2002 que era la creación de Arba. Nadie lo tuvo en cuenta hasta que cinco años después Scioli lo miró y lo implementamos.

La creación de la Agencia fue el único cambio de envergadura que tuvo la Provincia en 180 años. Porque no fue como la DGI y la Aduana que siguen existiendo dentro de la Afip a nivel nacional. En la Provincia, Catastro y Rentas no existen más, no hay forma de encontrarlo.

Le digo todo esto para preguntarle: ¿De quién es la creación de Arba? Yo diría que es de los dos. Y en el mismo sentido estamos trabajando en este nuevo proyecto que es mucho más ambicioso

-Usted se mantuvo al frente de Arba durante la implementación. ¿En este caso va a ser igual? ¿Usted estará al frente de ese Ministerio Coordinador?

-Ni idea, eso no lo hablamos con Scioli.

-Son épocas electorales ¿Usted se suma a la carrera por la vicegobernador?

- Scioli y yo hemos demostrado que armamos un equipo extraordinario para cambiar y continuar con los cambios que están en marcha. Lo que no estoy seguro si ese equipo, para continuar con los cambios, implique en que yo me tenga que sumar a una posible candidatura.

No digo ni que sí ni que no. Lo que digo es que estoy trabajando en esto. Además creo que no es momento para sumarse a una carrera de ese tipo.

-Bueno, pero casi la mitad de los ministros demostraron que quieren ser parte de la fórmula con Scioli.

-El que quiera que hable, Yo trabajo.