En busca de vuelo propio y de forjar su carrera política sin ataduras, el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, profundizó en los últimos días un giro hacia el kirchnerismo sin rompero puentes con su histórico jefe político, el ministro de Desarrollo Social bonaerense, Baldomero “Cacho” Álvarez.

Ferraresi fue el heredero de Alvarez que después de varios mandatos en Avellaneda, en el 2009 decidió sumarse al gabinete provincial como parte de una búsqueda de la candidatura a vicegobernador, que terminó mutando -por el veto de la Casa Rosada- en una candidatura a senador provincial.

Se sabe que más allá de que Ferraresi siempre trabajó en el equipo de "Cacho" Alvarez y que era su reemplazante natural, la relación entre profesor y alumno empezó a teñirse de las previsibles suspicacias en el mismo momento en el que el ingeniero se hizo cargo de la municipalidad.

Sucede que Ferraresi buscó darle su propia impronta a la gestión y así incluyó nuevas políticas en Derechos Humanos y participó, por caso, en varios actos en recuerdo de militantes desaparecidos. Además, incluyó varios cambios en el área comunicacional y le dio oxígeno a programas culturales como el Concurso de Murales de Avellaneda.

Se sumó al “corte progresista” que intentó el nuevo jefe comunal la incómoda situación en la que quedó cuandoantes del cierre de listas se agudizaron las rencillas entre el sector más tradicional del PJ bonaerense que integra "Cacho" Alvarez y la Casa Rosada. Ferraresi, como la enorme mayoría de los intendentes del Conurbano no se podía dar el lujo de pelearse con un gobierno nacional que financia todas las obras importantes del distrito.

Sin embargo, allegados a "Cacho" Alvarez afirmaron a LPO que lejos de existir tensión entre el ministro y el intendente "lo que parecen diferencias, no es mas que una acordada división de roles".

Aliados en tensión

Pero Ferraresi siempre tuvo que moverse en un estrecho desfiladero. Es que en su gestión, siempre pesó la posibilidad del retorno de Cacho: es Álvarez nunca presentó su renuncia a la intendencia sino que la forma legal de su salida se materializó en un pedido de licencia, que fue renovando periódicamente.

Además, Cacho se guardó la carta del armado de la lista de candidatos a concejales que contiene en su mayoría a representantes del “cachismo” más que dirigentes puros del Intendente. Por ejemplo y según pudo saber LPO, Álvarez logró que su asesor Gustavo Breque esté en la nómina y vetó a Silvia Cantero, ex colaboradora del frepasista Osvaldo Laborde, ahora funcionario k de la Cancillería.

De todos modos, eso no le impidió a Ferraresi tender puentes con el oficialismo nacional. Así, uno de los puntales de su gestión pasó a ser el ministro de Planificación, Julio de Vido, que concretó la puesta en marcha de la Universidad de Avellaneda y también prometió construir la principal torre (360 metros) de la Televisión Digital Abierta en el distrito.

Además, de acuerdo a las fuentes consultadas por este medio, siguiendo con su apertura al kirchnerismo no justicialista el intendente tuvo en los últimos meses varios encuentros con Gastón Harispe, del Movimiento Octubres, donde le prometió “armar algo propio.”

Pero con el espectacular triunfo de Cristina Kirchner en las internas y el buen porcentaje que Ferraresi cosechó en el distrito, el Jefe Comunal decidió lanzarse y comenzó a tejer políticamente con Gabriel Mariotto, candidato a vicegobernador y titular del AFSCA.

El nexo entre ambos resultó el subsecretario de Juventud de la Provincia y candidato a senador, Santiago Carreras, un hombre ligado a Cacho pero que en rigor responde a Mariotto. En tanto, el futuro del ministro no estaría en el Senado sino que podría ocupar la titularidad de alguna de las regiones en las que Scioli quiere dividir la Provincia.

“Jorge siempre quiso soltarse y acentuar una posición más kirchnerista. Fijate que la primer visita de Cristina al Conurbano después de su triunfo en las primarias fue a Avellaneda”, le dijo a LPO una fuente kirchnerista.