La irrisoria elección que terminó haciendo Proyecto Sur en las primarias del fin de semana pasado, hizo que el líder del partido, Fernando “Pino” Solanas, le echara la culpa del papelón a Hermes Binner, que con su Frente Amplio Progresista dio la sorpresa y se asoma como el candidato con más chances de obtener el segundo lugar en octubre.

Pero más allá de la bronca del cineasta, lo que se puso en cuestión dentro del espacio es si la representatividad de Pino, que ya había decepcionado con su performance en la Ciudad, no está siendo opacada por la creciente figura del gobernador de Santa Fe.

Tan es así, que en el bloque de Proyecto Sur en la Legislatura porteña, ya comenzaron a vislumbrarse dos facciones: una que reporta a Pino y otra, de igual número, que pertenece al espacio del diputado nacional Claudio Lozano, hoy más cerca de Binner que de Solanas.

Sólo basta con recordar cómo estará conformado el bloque de Proyecto Sur a partir de diciembre. De los 11 legisladores, cinco pertenecen a Buenos Aires Para Todos, el espacio de Lozano: ellos son Laura Garcia Tuñón, Fabio Basteiro, Claudia Neira, María América González y Rafael Gentili.

Los otros seis reportan a Pino, si bien provienen de diversas vertientes: ellos son el sociólogo Pablo Bergel, el vicepresidente segundo de la Legislatura, Julio Raffo; Adrián Camps, Virginia González Gass y Jorge Selser (estos tres últimos del Partido Socialista Auténtico) y Alejandro Bodart (secretario general del MST).

Las diferencias explícitas entre Solanas y Lozano, y el viraje total que hizo el ex CTA hacia el sector de Binner, envalentonaron a sus legisladores, que incluso comenzaron a exigir puertas adentro que el bloque cambie de nombre y tenga una referencia con el Frente Amplio Progresista.

“Es obvio que tenemos una situación particular, que tendremos que superar con madurez e inteligencia; pero también habría que agregar una identificación con el FAP”, dijeron a La Política Online desde el espacio de Lozano en la Legislatura.

La vicepresidencia

Si bien Lozano admitió que el propio partido se autodestruyó en las primarias, sus legisladores no tienen, por el momento, intenciones de romper con el sector de Pino.

Es que con 11 legisladores, Proyecto Sur aspira a continuar siendo la segunda minoría en la Legislatura, detrás del PRO, y de este modo conservar la vicepresidencia segunda que hoy está en manos de Julio Raffo.

Pero además de los chispazos internos, a la bancada de Proyecto Sur la acecha otra amenaza, que es la probable formación de un interbloque del kirchnerismo y sus aliados.

Como pudo saber LPO, la semana pasada avanzaron las negociaciones para que el bloque Encuentro Popular para la Victoria, que hoy preside Juan Cabandié y que tendrá 7 legisladores a partir de diciembre, conforme un interbloque con otros siete diputados.

Está prácticamente confirmada la alianza legislativa con la bancada ibarrista, de 3 diputados y con la de Nuevo Encuentro, que integrarán Gabriela Cerruti y Edgardo Form.

Con la salida de Diego Kravetz del bloque Peronista, el kirchnerismo sumaría el apoyo de esta bancada que a partir de diciembre integrarán sólo Mateo Romeo y Claudio Palmeyro, que responden a los gremialistas Víctor Santa María y Omar Viviani, respectivamente.

En tanto que la legisladora Delia Bisutti, del bloque Solidaridad e Igualdad, podría oficiar de aliada ocasional para algunos temas relacionados a la Salud y Desarrollo Económico. También corrieron rumores que indican que Rafael Gentili, distanciado de Lozano por haber fogoneado la bajada de Pino a la Ciudad, podría trabajar junto a Bisutti.

Fuente del PJ porteño señalaron a LPO que ya hubo diálogos con el PRO para empezar a definir la conformación de la Legislatura a partir de diciembre. Es decir, para repartir las autoridades y la conformación de las comisiones.

Con 14 diputados, el “pankirchnerismo” se convertirá en la segunda fuerza, con inmejorables chances de negociar espacios, desplazando así al turbulento bloque de Proyecto Sur.