En medio de la discusión por las políticas proteccionistas aplicadas por el Secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y la ministra de Industria, Débora Giorgi, y un año después que la Presidenta, Cristina Kirchner prometiera impulsar la producción de cerdo, la importación de carne porcina desde Brasil rompe récords.

Según la Asociación Brasileña de la Industria Productora y Exportadora de Carne de Cerdo (Abipecs), la venta de carne porcina a Argentina representa un 10, 35% del total de sus exportaciones, ubicándola en tercer lugar en la grilla de compradores. Argentina importó desde Brasil en enero 3602 toneladas de carne de cerdo, un 84,46% más que las 1953 toneladas traídas en el mismo mes del 2010. Esto perjudica a los productores locales, que ven en los productos brasileños un competidor de gran porte.

Las justificaciones para haber aumentado la importación desde Brasil de este tipo de carne son dos. Por un lado, que en una temporada normal, la producción local no logra abastecer al consumo interno. Por el otro, que en Argentina no se produce panceta, por lo que hay que comprarla en el mercado del vecino país.

Por esto último, productores de la rama explican que el problema es que cuando se trae panceta, desde Brasil exigen que también se les compre productos derivados del cerdo que sí se producen en Argentina, cuyo precio baja por esta nueva competencia. Los productores se quejan y piden que limiten la entrada del resto de los derivados del cerdo para que el precio no sea menor que sus costos.

La incapacidad de la producción local de abastecer al mercado interno es real, sin embargo, durante el verano 2010-2011 este fenómeno no se dio. Hector Allemann, coordinador del sector porcino de CARBAP, le explicó a La Política Online: “el jamón representa un cuarto de los productos derivados del cerdo, y este verano fue el peor en 25 años, se vendió muy poco”. Esto creó un excedente que se acumuló en las fábricas de los cortadores de cerdo, por lo que el precio bajó notablemente. “Por todo esto, que ingrese tanta carne, para los productores nacionales, es lo peor que les puede pasar”, afirma Allemann.

Durante el año pasado, Cristina Kirchner mostró asomos de medidas impulsoras para la producción porcina que nunca tomó. Por esa época, los productores aumentaron su inversión adelantándose a lo que venía. “Habían prometido darnos dinero de las retenciones y nada. Luego anunciaron que la ONCCA nos iba a devolver el dinero de los impuestos para ayudarnos, y ahora la disolvieron”, se lamenta Allemann.

“Ahora, encima, se agrava la situación: tenemos exceso de cerdo porque se está viendo la producción de aquella época, y tenemos la contrapartida del bajo consumo”, dijo Allemann.

“El gobierno tendría que tomar medidas y restringir la entrada de los productos que se producen acá”, pide el productor porcino, y suma: “lo único que nos favorece es la suba del precio de la carne vacuna, de eso dependemos”.

El consumo de carne porcina representa en el mundo el 41% sobre el total de las carnes consumidas; en Argentina representa tan sólo el 7 por ciento sobre el total de carnes consumidas en el país.

En la vereda de enfrente, Brasil se ubica por debajo de China y es ahora el segundo productor mundial.