Avisaron en noviembre y ya lo están haciendo: los ingenios azucareros comenzaron a importar azúcar refinada de Brasil para hacer frente al supuesto desabastecimiento que se registra en el mercado local, y que ya repercutió en alzas de hasta el 100% en los valores del producto que paga el consumidor. En Tucumán, cuna de la industria azucarera local, ya se vende la mercadería importada, lo que puso en alerta a los productores, revela una nota de Clarín.

“En casa de herrero, cuchillo de palo”, señaló El Siglo, un medio de Tucumán, al dar cuenta de la aparición del azúcar brasileña en las góndolas de esa ciudad. Ese azúcar se comercializa bajo la marca “Ancaste” y es fabricada por la firma Usina Bazan SA, de San Pablo. Se trata de azúcar común tipo “A” que fue importado y fraccionado por el ingenio jujeño Ledesma, el más grande del país.

El Centro Azucarero Argentino ya había avisado en noviembre pasado que recurriría a la importación para sortear una supuesta escasez del producto, una situación que había puesto a los ingenios bajo la incómoda presión del secretario de Comercio, Guillermo Moreno. En realidad, aunque la última zafra azucarera fue algo menor a la de un año antes, por problemas climáticos, lo que sucedió en el mercado es que muchos aprovecharon el momento para retener el azúcar o venderlo al por mayor, esquivando así el tope que impuso por años el sabueso de los precios, de unos 2,80 pesos por kilo.

Como sea, el mercado explotó y hoy no se encuentra azúcar nacional a aquellos precios. Las primeras marcas están vendiendo azúcar refinado, en paquetes con la leyenda “Premiun”, a valores que arrancan desde los 5,60 pesos por kilo (aunque esporádicamente envían lotes a 3,70 pesos, para que Comercio Interior construya sus índices de inflación). El azúcar de menor calidad no baja de 5 pesos.

La importación no parece haber resuelto el problema. Según informó El Siglo, en Tucumán se vende más caro que la nacional, a 5,40 pesos en un supermercado mayorista y hasta a 6,30 pesos en un comercio minorista.

Según datos del SENASA, las primeras importaciones se registraron cuando corría 2010: ingresaron 23.000 toneladas de azúcar, por US$ 11 millones, la mayor parte de Brasil pero también desde Colombia. En enero pasado, último dato disponible, se volvieron a importar 5.658 toneladas, por 4,4 millones. Pero el mayor ajuste no parece haber estado en las compras. Las exportaciones de azúcar argentino cayeron a 5.517 toneladas (es decir, se importó más de lo que exportó) en el primer mes de 2011, desde las 152.000 toneladas de enero de 2010.

“El ingreso de azúcar de Brasil, si se da de manera descontrolada, hará caer el precio y podría llevar a la ruina a las miles de familias tucumanas”, advirtió en este contexto el titular de Cañeros Unidos del Este (CUE), Mario Tizeira.