En la provincia de Buenos Aires, la campaña por la gobernación ya empezó. Al menos eso es lo que se desprende del cruce entre el sciolismo y Francisco De Narváez en las últimas 24 horas, que podría tener consecuencias en la Legislatura en el tratamiento de una ley clave para Daniel Scioli.

Luego de que el Colorado dijera ayer en Olavarría, rodeado de dirigentes de Unión Pro, que “el gobierno de Scioli es de cartón” y que el gobernador “es un felpudo de los Kirchner”, se sucedió una ronda de palazos hacia el diputado nacional provenientes de varios hombres importantes del Ejecutivo bonaerense.

El primero en salir al cruce del ex dueño de Casa Tía fue el jefe de gabinete, Alberto Pérez, que lo desafió “a debatir propuestas para la provincia y sobre federalismo fiscal”.

“Tiene que salir del eslogan superficial y entrar en debates serios”, dijo Pérez y detrás de él comenzó una catarata de acusaciones al empresario, casi en forma simultánea e incluso repitiendo los mismos clichés.

Tanto el ministro de Produción (Martín Ferré) como el de Desarrollo Social (Baldomero “Cacho” Álvarez de Olivera), acusaron a De Narváez de generar “slogans” todo el tiempo. “Cacho” fue más allá y dijo que el Colorado es “de cartón pintado”.

Su par de Asuntos Agrarios, Ariel Franetovich asestó que el Colorado es un “probeta” de la política, a la que ingresó "por el aburrimiento de su vida multimillonaria".

Por si fuera poco, desde Gobernación comenzaron a difundir una encuesta de la consultora Poliarquía que indica que Scioli reuniría una intención de voto del
34 por ciento, mientras que De Narváez obtendría un 25 por ciento.

La bajada de línea de Scioli hacia sus funcionarios es evidente y representa lo que en el deporte se denomina “marca personal”. Es decir, cada vez que De Narváez lanza una crítica hacia el gobierno provincial o a la figura en particular del ex motonauta, tanto la primera línea de funcionarios como la segunda salen al cruce del Colorado casi en simultáneo.

Incluso los voceros de los ministerios bonaerenses están alerta las 24 horas del día para chicanear en la creciente red social Twitter tanto a los denarvaístas como a los macristas.

Réplica con sordina

Desde Unión Pro lógicamente hubo respuesta, aunque no vino de parte de De Narváez sino de algunas de sus espadas en la Legislatura, que se enfocaron en temas específicos y no en las acusaciones de los ministros.

El presidente del bloque de diputados de Unión Pro, Ramiro Gutiérrez, señaló que a dos semanas de aprobadas las iniciativas legislativas para controlar la cadena de producción y comercialización del Gas de Petróleo Envasado, “el gobierno de Scioli no dio ninguna respuesta ni a la Cámara de Diputados ni a la gente afectada”.

Por su parte, la vicepresidente del bloque, Mónica López, cargó contra “Cacho” Álvarez de Olivera y declaró si el ministro “no está a la altura de la realidad que tiene que enfrentar desde su gestión, Scioli deberá replantearse la decisión de tenerlo en esa cartera”.

En tanto que la diputada Nancy Monzón, dijo la pobreza ya supera el 30 por ciento en la provincia de Buenos Aires y también señaló por esto a “Cacho”, su sparring preferido desde que asumió en su banca en diciembre.

Pero al margen de estos tres diputados, que son los que siempre salen a contestar y a acusar al sciolismo de forma sistemática, De Narváez está preocupado por el grueso del bloque, que acompañó todas las leyes de importancia para Scioli desde diciembre.

El Colorado sabe que del bloque de 15 diputados a varios los tiene arreglados Horacio González, el presidente de la Cámara baja. Algo de eso se hablará el próximo lunes, cuando el Colorado les vuelva a ver las caras tanto a los diputados como a los senadores, en una nueva reunión de la “mesa política” bonaerense de Unión Pro.

La deuda amenazante

En esa reunión, como pudo saber La Política Online, De Narváez podría bajar línea a sus legisladores, para que representen una oposición real en la Legislatura. Como pudo saber La Política Online, el peronismo opositor tendría prepara la mayor represalia para el mes que viene.

Como anticipó a La Política Onlie un armador bonaerense de De Narváez, que señaló que “la verdadera respuesta va a comenzar en la Cámara”, en los primeros días de agosto.

En esos días, entrará a la Legislatura el proyecto para crear el fondo de desendeudamiento que anunció Scioli para refinanciar las deudas que los municipios tienen con la provincia de Buenos Aires.

Para aprobar ese proyecto que es clave para tener a los intendentes de su lado, el oficialismo va a necesitar a necesitar los dos tercios de ambas cámaras.

“Ahí se va a empezar a notar la ruptura”, amenazó un armador de De Narváez, dando a entender que Unión Pro no le facilitaría los votos al oficialismo, cuya bancada en Diputados es de 37 legisladores y necesita el apoyo del resto de los bloques para alcanzar los dos tercios.

Justamente, una barrera que logró superar antes gracias a la ayuda que le proporcionó Unión Pro. Al menos hasta ahora.