Acaso emulando el extraño comportamiento de Franco Macri, Francisco de Narváez alterna caricias con golpes bajos contra su amigo Maurico, en el peor momento de su carrera política del jefe de Gobierno porteño, que enfrenta un procesamiento confirmado en segunda instancia como presunto integrante de una red de espionaje ilegal.

El martes, los dos legisladores porteños que responden a De Narávez (Daniel Amoroso y Mónica Lubertino) votaron junto al resto de la oposición el pedido para crear una comisión investigadora que evalúe los hechos que motivaron los fallos del juez Norberto Oyarbide y de la Cámara Federal.

Al día siguiente, De Narváez apoyó la decisión de Macri de pedir su juicio político con una declaración formal: “Mauricio Macri tuvo la amabilidad de informarme su determinación, se lo agradecí y le dije que me parecía una decisión que va en la dirección correcta para esclarecer definitivamente el tema”, explicó.

La escueta declaración estuvo lejos de responsabilizar al kirchnerismo de montar una operación para desprestigiar al jefe de Gobierno, como sí hicieron Felipe Solá y, sobre todo, Eduardo Duhalde.

Es más, al conocerse el fallo de Cámara, José “Pepe” Scioli, convertido en operador todoterreno de De Narváez en la Capital sólo había apelado a la prudencia. “Es imperioso que garanticemos el respeto absoluto a las instituciones y tratemos este tema con suma responsabilidad por parte de todas las fuerzas políticas", se evadió.

El martes el hermano del gobernador circuló cerca de los dos legisladores que votaron en contra de Macri. En lo que sigue, ese dueto será vital: participarán directamente en el juzgamiento de Macri. Amoroso integra la Sala Acusadora y Lubertino la Juzgadora. Con los antecedentes recientes, en el macrismo ya ni los cuentan.

Pese a todo, macristas con De Narváez

Ninguna de estas descortesías de De Narváez fue suficiente para que ningún macrista lo rodee. Por el contrario, este jueves fue a Olavarría y lo acompañaron el diputado provincial Jorge Macri y su par nacional Gladys González.

“El viaje estaba pautado de antes y Mauricio lo sabe”, se justificó el primo del jefe de Gobierno ante LPO. En su entorno repiten que la coyuntura no cambió el objetivo de que el jefe de Gobierno “sea candidato a presidente por el peronismo federal”, lo que intenta imponer al resto del Pro.

Pero cerca de De Narváez leen otra cosa. “Jorge especula con ser compañero de fórmula de Francisco y sabe que puede llegar a ese lugar aún si se cae su primo”, interpretan.

La especulación es la siguiente: "Si se cae la candidatura presidenciald e Macri, Jorge quedaría como el máximo referente del PRO bonaerense y ahí podría hacer valer su manejo de la estructura para exigir el segundo lugar de la fórmula", y agregan: "en cambio si Mauricio sigue firme, la negociaciñon va a ser entre él y Francisco y Jorge queda afuera".

Es que la relación entre De narváez y Jorge Macri -como pasa en todo Unión-PRO- estuvo marcada por los altibajos. Ya compartieron fórmula en 2007, cuando el ex dueño de Casa Tía tuvo su primer intento para ser gobernador, pero a los pocos meses los bloques de diputados bonaerenses de Unión Pro en Senadores y Diputados se dividieron entre Pro y Unión Celeste y Blanco (el sello de De Narváez).

El año pasado Jorge tuvo que lidiar con internas dentro del PRO (ver nota vinculada), donde lo desplazaron abruptamente de la conducción del partido provincial poco antes de los comicios. Sólo pudo negociar su reelección.