El acto del campo que se realizó ayer en el Rosedal de Palermo destapó la interna que vive hoy la Unión Industrial Argentina entre los pequeños y grandes empresarios.

Pese a que desde la Mesa Enlace y el lobby empresarial intentaron remarcar que los industriales habían sumado sus fuerzas a las de la oposición y el agro, el vicepresidente de la UIA, Guillermo Moretti, aclaró que no hubo una participación oficial de la entidad fabril en la convocatoria de la Mesa Enlace. “Hubo dirigentes que fueron por su cuenta”, dijo.

Se refiere a los únicos tres representantes que estuvieron acompañando a los dirigentes rurales, Miguel Acevedo de la Aceitera General Deheza, Luis Betnaza del grupo Techint y Federico Nicholson de Ledesma. Todos de importantes empresas argentinas.

Moretti es dirigente de la Federación de Industriales Santafesinos (Fisfe) y llegó a la vicepresidencia de la mano de Juan Carlos Lascurain para impulsar a las pymes. Siempre se declaró defensor del modelo productivo kirchnerista y jamás quiso sacarse una foto con, Hugo Biolcati. A tal punto que en la XV Conferencia Anual de la UIA se subió al escenario con la Mesa Enlace luego de un minucioso trabajo de convencimiento de los otros dirigentes industriales. Su reticencia viene de viejos tiempos y lo decía en voz baja. Pero luego de la poco feliz frase del titular de la Sociedad Rural que pidió “descabezar la gobernación” bonaerense de Daniel Scioli, Moretti señaló: "Ya todo el mundo sabe cuál es su forma de pensar. Cuando en 1976, Biolcati apoyaba a (el ex ministro de Economía José Alfredo) Martínez de Hoz y a la dictadura (militar), nosotros estábamos enfrente, del otro lado, éramos los perseguidos”, le dijo al diario El Litoral.

Pymes vs. grandes grupos

La pelea dentro de las pymes con los grandes grupos comenzó con el cambio de autoridades de la central, pero se acentuó con la guerra abierta del Gobierno contra Techint y Clarín.

Mientras las pequeñas y medianas empresas quieren mantenerse cerca de las políticas oficiales que hoy bajo un proteccionismo encubierto traban el ingreso a Argentina de productos manufacturados de Brasil y los países asiáticos, y aguardan conseguir créditos baratos en el mercado interno –ya que, a diferencia de las grandes, no acceden a los externos- y un tipo de cambio competitivo; las grandes empresas rechazan la intervención del Estado en el sector privado.

Tras la estatización de las AFJP, la Anses se hizo cargo de sus activos donde había importantes porcentajes de acciones en varias empresas y el Gobierno comenzó a designar directores en las compañías. Esto preocupa a los industriales y con la nueva embestida contra el grupo Clarín en la intervención de Papel Prensa, sumaron un compañero de armas en esta batalla contra el Gobierno

El punto máximo de la interna entre pymes y grandes grupos se dio precisamente por el acto del campo. Los primeros no querían participar de la foto opositora que ya había sido publicada una semana antes en la XV Conferencia Anual de la UIA, a la que vieron cooptada por los intereses de los industriales de la Asociación de Empresaria Argentina (AEA), mientras que los segundos presionaron para que fuera la cúpula de la entidad. El titular de la central fabril, Héctor Méndez, en medio de esta puja intentó hacer una salida diplomática y se fue a Medio Oriente. Aceptó la invitación de los empresarios de Israel para ver un emprendimiento industrial en el desierto.