Mercedes Marcó del Pont vive horas de zozobra, en los escabrosos circuitos kirchneristas se echó a rodar una versión inquietante: la Presidenta podría no renovarle su mandato al frente del Banco Nación, que vence en los primeros meses del 2010.

La versión es interesada, el viceministro de Economía Roberto Feletti, que arrastra una pésima relación con Marcó del Ponto desde su paso como vicepresidente del Banco Nación, encabeza la embestida. Pero lo más inquietante es que cuenta con un aliado de peso: el ministro de Planificación Julio de Vido.

Si bien por estas horas se sigue hablando de la salida del propio De Vido, esto integra la zona de reserva del kirchnerismo – a la que es notoriamente ajena Marcó del Pont-. Y en todo caso adentro o afuera del gobierno, el ministro de Planificación sigue siendo un adversario de peso por su complicada, pero íntima, relación con Néstor Kirchner.

Precisamente, la economista comenta a los cuatro vientos que días atrás compartió un seminario con el ex presidente y este le pidió que la ayude a trabajar en un proyecto que regule la entidades financieras, una de las primeras iniciativas que quiere impulsar como diputado nacional.

Cuando no se tienen certezas o cierto nivel de diálogo, no queda otra que interpretar las “señales” del poder. Acaso sea este peligroso oficio el que esté ejerciendo Marcó del Pont para tranquilizarse cuando la ansiedad la embarga.