29 de abril, 2024
Denuncian sobreprecios en licitación del Banco Nación
La entidad dirigida por Marcó del Pont le adjudicó el boleto SUBE a G&D Latinoamericana. La compañÃa cobrará U$S 1,38 más IVA por cada tarjeta, un 100% más que lo que actualmente paga el gobierno chileno o un 51% más que los precios que abona MetrovÃas por Monedero.
Con casi un año de retraso en ponerse en vigencia el Sistema Unico de Boleto Electrónico (SUBE) ya hay datos de las licitaciones y también hay denuncias de sobreprecios.
El Banco Nación le adjudicó la tarjeta electrónica de transporte a G&D Latinoamericana. Según el diario La Nación, la compañía cobrará 1,38 dólares más IVA por cada una de las tarjetas, un 100% más que lo que actualmente paga el gobierno chileno -por cantidades mucho menores- para el Transantiago, o un 51% más que los precios que abona Metrovías, la concesionaria de los subtes de Buenos Aires, para Monedero, la tarjeta con la que se puede pagar el subte, los peajes o comprar golosinas en quioscos.
G&D ganó la licitación ofreciendo el precio más barato entre las oferentes, que fue de 1,38 dólares por cada tarjeta. La misma empresa, por ejemplo, vendió el 7 de julio pasado 100.000 tarjetas a Metronec (subsidiaria de Metrovías) a US$ 0,91. Unos días después, el Sistema de Transporte Metropolitano que comienza en Montevideo también compró 130.000 tarjetas, y pagó 0,70 cada una, y el Administrador Financiero Transantiago, en diciembre de 2008, hizo lo propio con 500.000 tarjetas, por las que convalidó un valor de US$ 0,69, la mitad de lo que pagará el Gobierno por el SUBE. En Bahía Blanca, por una licitación de 60.000 tarjetas se pagó menos, y Siemens, que compra tarjetas a G&D para alguno de los servicios que presta, adquirió 800.000 en el año y pagó entre 0,74 y 0,86 dólares por cada una.
Las licitaciones para la compra de tarjetas, equipos y servicios que necesitará el SUBE fueron diseñadas y ejecutadas por Nación Servicios, una empresa que depende del Banco Nación y que dirige Angel de Dios, un santacruceño cercano al ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. Justamente, el poder de Nación Servicios en este asunto molestó al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime. Su reemplazante, Juan Pablo Schiavi, tampoco ha podido tallar en el asunto.
G&D es una empresa alemana, una de las líderes en el mundo en este tipo de soluciones. En la Argentina está manejada por Hugo Gómez Neira, a quien en el sector sindican como el hombre clave en estas licitaciones, junto a De Dios.
El Mercedes-Benz de las tarjetas magnéticas
Los argumentos de Nación Servicios sobre el por qué de semejante precio fueron varios. La logística, las cantidades, los plazos de entrega, la necesidad de contar con un chip y una banda magnética y la gráfica que tienen impresa las tarjetas son algunas de las excusas que se dan en la empresa del Banco Nación.
"No podíamos correr el riesgo de contratar a una empresa que no fuera seria y que nos pusiese un chip clonado", dijo un ejecutivo de la empresa, que pidió que no se lo identificara. Según sus palabras, y de acuerdo con lo que surge de los estudios de costos probables que la empresa realizó antes de licitar la compra, Nación Servicios estimaba un costo probable de 1,10 dólares por cada tarjeta. "Entonces, ¿por qué se convalidó un precio 25 por ciento más caro?", preguntó el matutino. "Puede que hayamos pagado el precio de ser los primeros en realizar una compra tan grande y de tener que desarrollar un mercado que es incipiente", contestó el directivo.
Se le recordó que la misma empresa, por una cantidad mucho mayor, cobró la mitad en su operación con el Transantiago chileno. "No puede comparar. Esa tarjeta no tiene nada; está pelada. Es como si fuera a comprar un auto. Nosotros elegimos un Mercedes. Literalmente, compramos un Mercedes-Benz", dijo. Entre otras cosas, mencionó la banda magnética como una de las grandes innovaciones de la tarjeta SUBE. Lo llamativo es que la tarjeta Monedero, de Metrovías, también tiene banda magnética y que la proveedora es la misma G&D. Otro funcionario tomó la tarjeta y la comparó con la del SUBE. "No va a comparar estas dos cosas. Si hasta al tacto tiene diferencia de calidad. La del SUBE es superior", fue la conclusión.
En la empresa, se escucharon prácticamente los mismos argumentos. "La tarjeta tiene un valor similar al que se paga en Chile. Lo que sucede es que en la licitación del SUBE se pidieron algunos adicionales y eso tiene un precio. Además, en la Argentina, estas tarjetas tributan un impuesto del 16% en la Aduana", sostuvo Gómez Neira. Entre los adicionales que mencionó, se cuentan la nominación, un adhesivo con código de barras que lleva el plástico, los formularios impresos, el packaging , que consta de bolsas y cajas, y la banda magnética del reverso. Nación Servicios había presupuestado la licitación en US$ 6,5 millones. "Finalmente, se terminó en 6,9 millones, apenas el 6,15% más que lo que teníamos previsto. Son números razonables", dijo un ejecutivo de la empresa.
El 12 de junio pasado, con las firmas de Rubén San Miguel y Alejandro Vallone, gerentes general y administrativo y de finanzas, respectivamente, Nación Servicios envió una nota en la que se adjudicaba la licitación. Ese mismo día se remitió la orden de compra N° 365 (ver infografía). Allí se consagró el precio de 1,38 dólares por tarjeta: un 100% más de lo que compra Chile sus tarjetas en estos días, y un 51% más de lo que paga Metrovías. Resultaron caras, pero habrá que ver si son las mejores.
El Banco Nación le adjudicó la tarjeta electrónica de transporte a G&D Latinoamericana. Según el diario La Nación, la compañía cobrará 1,38 dólares más IVA por cada una de las tarjetas, un 100% más que lo que actualmente paga el gobierno chileno -por cantidades mucho menores- para el Transantiago, o un 51% más que los precios que abona Metrovías, la concesionaria de los subtes de Buenos Aires, para Monedero, la tarjeta con la que se puede pagar el subte, los peajes o comprar golosinas en quioscos.
G&D ganó la licitación ofreciendo el precio más barato entre las oferentes, que fue de 1,38 dólares por cada tarjeta. La misma empresa, por ejemplo, vendió el 7 de julio pasado 100.000 tarjetas a Metronec (subsidiaria de Metrovías) a US$ 0,91. Unos días después, el Sistema de Transporte Metropolitano que comienza en Montevideo también compró 130.000 tarjetas, y pagó 0,70 cada una, y el Administrador Financiero Transantiago, en diciembre de 2008, hizo lo propio con 500.000 tarjetas, por las que convalidó un valor de US$ 0,69, la mitad de lo que pagará el Gobierno por el SUBE. En Bahía Blanca, por una licitación de 60.000 tarjetas se pagó menos, y Siemens, que compra tarjetas a G&D para alguno de los servicios que presta, adquirió 800.000 en el año y pagó entre 0,74 y 0,86 dólares por cada una.
Las licitaciones para la compra de tarjetas, equipos y servicios que necesitará el SUBE fueron diseñadas y ejecutadas por Nación Servicios, una empresa que depende del Banco Nación y que dirige Angel de Dios, un santacruceño cercano al ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. Justamente, el poder de Nación Servicios en este asunto molestó al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime. Su reemplazante, Juan Pablo Schiavi, tampoco ha podido tallar en el asunto.
G&D es una empresa alemana, una de las líderes en el mundo en este tipo de soluciones. En la Argentina está manejada por Hugo Gómez Neira, a quien en el sector sindican como el hombre clave en estas licitaciones, junto a De Dios.
El Mercedes-Benz de las tarjetas magnéticas
Los argumentos de Nación Servicios sobre el por qué de semejante precio fueron varios. La logística, las cantidades, los plazos de entrega, la necesidad de contar con un chip y una banda magnética y la gráfica que tienen impresa las tarjetas son algunas de las excusas que se dan en la empresa del Banco Nación.
"No podíamos correr el riesgo de contratar a una empresa que no fuera seria y que nos pusiese un chip clonado", dijo un ejecutivo de la empresa, que pidió que no se lo identificara. Según sus palabras, y de acuerdo con lo que surge de los estudios de costos probables que la empresa realizó antes de licitar la compra, Nación Servicios estimaba un costo probable de 1,10 dólares por cada tarjeta. "Entonces, ¿por qué se convalidó un precio 25 por ciento más caro?", preguntó el matutino. "Puede que hayamos pagado el precio de ser los primeros en realizar una compra tan grande y de tener que desarrollar un mercado que es incipiente", contestó el directivo.
Se le recordó que la misma empresa, por una cantidad mucho mayor, cobró la mitad en su operación con el Transantiago chileno. "No puede comparar. Esa tarjeta no tiene nada; está pelada. Es como si fuera a comprar un auto. Nosotros elegimos un Mercedes. Literalmente, compramos un Mercedes-Benz", dijo. Entre otras cosas, mencionó la banda magnética como una de las grandes innovaciones de la tarjeta SUBE. Lo llamativo es que la tarjeta Monedero, de Metrovías, también tiene banda magnética y que la proveedora es la misma G&D. Otro funcionario tomó la tarjeta y la comparó con la del SUBE. "No va a comparar estas dos cosas. Si hasta al tacto tiene diferencia de calidad. La del SUBE es superior", fue la conclusión.
En la empresa, se escucharon prácticamente los mismos argumentos. "La tarjeta tiene un valor similar al que se paga en Chile. Lo que sucede es que en la licitación del SUBE se pidieron algunos adicionales y eso tiene un precio. Además, en la Argentina, estas tarjetas tributan un impuesto del 16% en la Aduana", sostuvo Gómez Neira. Entre los adicionales que mencionó, se cuentan la nominación, un adhesivo con código de barras que lleva el plástico, los formularios impresos, el packaging , que consta de bolsas y cajas, y la banda magnética del reverso. Nación Servicios había presupuestado la licitación en US$ 6,5 millones. "Finalmente, se terminó en 6,9 millones, apenas el 6,15% más que lo que teníamos previsto. Son números razonables", dijo un ejecutivo de la empresa.
El 12 de junio pasado, con las firmas de Rubén San Miguel y Alejandro Vallone, gerentes general y administrativo y de finanzas, respectivamente, Nación Servicios envió una nota en la que se adjudicaba la licitación. Ese mismo día se remitió la orden de compra N° 365 (ver infografía). Allí se consagró el precio de 1,38 dólares por tarjeta: un 100% más de lo que compra Chile sus tarjetas en estos días, y un 51% más de lo que paga Metrovías. Resultaron caras, pero habrá que ver si son las mejores.
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Muchas gracias,
Pablo G.
Pero en Argentina siempre existe un "costo fijo" que te cambia todo.
Te la sacan con el DNI y te la ponen por otro lado.