No es casualidad que Francisco De Narváez haya tenido que salir a aclarar que con Felipe Solá “está todo bien”. Los resquemores entre ambos son cada vez más evidentes y sólo basta con revisar las listas y analizar la campaña publicitaria para notar las razones: el Colorado copó los medios y las boletas y el ex gobernador no sólo resignó el primer lugar en la lista; resignó mucho más.

El felipismo se quedó afuera de los lugares más importantes de las boletas provinciales, incluídos nombres con peso propio, como Osvaldo Mércuri,  y cualquier televidente puede ser testigo del perfil de campaña publicitaria: De Narváez y nada más.

Pero la cosa tomó otro color, más oscuro, en los últimos días. En primer lugar, los sondeos dejaron de ser tan optimistas como la semana pasada, donde estimaban meter entre doce o trece diputados.

Hoy, si bien las nuevas encuestas no incluyen la proyección de indecisos, estarían asegurados sólo ocho lugares. Así, además de Felipe, sólo entraría su ex ministro Roberto Mouillerón de los nominados por el ex mandatario bonaerense. Raúl Rivara –número 11- y Eduardo Amadeo –el 12-, los otros nombres que impuso en la boleta nacional, podrían quedarse afuera. Esto explicaría, más allá del ninguneo y la interna, la brusca salida de Jorge Sarghini, quien aspiraba a un sexto lugar y se fue cuando le ofrecieron el 11º.

A su vez, ayer apareció la gota que rebalsó el vaso. De Narváez encabezó con Mauricio Macri una recorrida por el conurbano, pero nunca giraron la invitación a Solá. La elección del distrito también aportó lo suyo para el enojo. Fue nada menos que en Lomas de Zamora, donde el Colorado la bajó el pulgar a Mércuri, el dirigente que impulsaba Felipe.

"La verdad es que nos cagaron. Tuve que hacer renunciar a mi mujer, pero no me consultan nada ni me cumplen con los lugares en las listas. Esto así no va más. El fin de semana voy a decidir qué hago" se le habría escuchado decir a Solá el martes por la noche en Las Cañitas.

Enfurecidos, un grupo de sus dirigentes más cercanos le habían reprochado al ex gobernador bonaerense la poca participación que el felipismo tuvo en la lista de candidatos de Unión-PRO, según publicó Ámbito Financiero.

Campaña solitaria

El hartazgo del felipismo desembocó en un plan: lanzar una campaña electoral en solitario. Desde su bunker confirmaron a La Política Online que están trabajando en un spot publicitario sin De Narváez, para contrarrestar el incumplimiento del empresario.

Es que en el acuerdo entre ambos, cuando Felipe resignó el número uno de la lista, se incluía la campaña a dúo. De Narváez, como tantos otros puntos que se acordaron en esa reunión –entusiasmado por las encuestas y apoyado en su billetera-, lo desoyó.

La estrategia consiste en abarcar el interior de la provincia, el terreno donde Solá es más fuerte –es ex ministro de Agricultura de la Nación y rompió con la Casa Rosada en defensa de los productores y en contra de la resolución 125-. El próximo sábado, por caso, compartirá un asado con mil productores en Ayacucho.

Desde el felipismo confirmaron este dato, pero intentaron relativizarlo en un supuesto “acuerdo”. “Lo que se charló con De Narváez es que Felipe haga recorridas por el interior y él en el conurbano. La del interior va a incluir a algunas salidas con los dos juntos, no es una campaña paralela”, aclararon.

Por último, hay otras sensaciones que hoy embargarían a Solá. Conoce a los Kirchner muy de cerca y ya ve lo que está pasando su compañero de fórmula con el intento de vinculación de su figura al escándalo de la mafia de la efedrina. Felipe siente que está poniendo mucho en juego. Incluso, la posibilidad de “comerse” un carpetazo. En su entorno, al menos por el momento, lo niegan.