Guillermo Noailles, uno de los fiscales generales de la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas (FIA) reemplazará a partir de hoy –y hasta que se designe por concurso a un nuevo titular– a Manuel Garrido, quien renunció el jueves pasado acusando al procurador general de la Nación, Esteban Righi, de haberle “recortado sus facultades”. Noailles ya ocupó ese puesto durante dos años y en ese lapso nunca realizó una denuncia penal, según explica hoy Crítica de la Argentina.

La FIA es el organismo encargado de investigar y denunciar los posibles actos de corrupción de funcionarios públicos. En los cinco años que estuvo a cargo de la fiscalía, Garrido impulsó más de cuarenta denuncias e impulsó un número similar de causas que no habían tenido origen en sus propias investigaciones preliminares. Su reemplazante lo precedió en los dos años anteriores a su asunción y no hay registradas denuncias durante ese período. En rigor, antes de la llegada de Garrido, hubo cuatro denuncias en una década.

El ex fiscal decidió renunciar cuatro meses después de que el procurador general de la Nación, Esteban Righi, firmara la resolución 147 que modificó y limitó las facultades de la fiscalía. El jueves pasado Garrido presentó un escrito de 21 carillas argumentando que la resolución del procurador condenó a “la FIA a un rol casi intrascendente”. En el camino quedaron sus expedientes por violación del secreto estadístico en el Indec, el caso Skanska, la bolsa de plata en el baño de Felisa Miceli y el uso de jets privados por parte del secretario de Transporte, Ricardo Jaime.

Noailles tendrá a prueba la voluntad de avanzar desde el primer día. En la carpeta de asuntos en trámite de la FIA, está la investigación por el enriquecimiento ilícito de los Kirchner –que fue archivada en Comodoro Py pero podría reabrirse si hay elementos nuevos–, también siguen trabajando sobre una nota de Crítica de la Argentina que denunciaba al Ministerio de Economía por la distribución de bonos de promoción industrial a empresas fantasma y quedó pendiente un pedido a Aeropuertos Argentina 2000 por los viajes en jet privado del secretario de Transporte, Ricardo Jaime. Según los resultados de ese informe, podría ampliar una denuncia que Garrido presentó antes de renunciar.

La designación de Noailles era casi una obviedad. Durante la gestión Garrido, era él quien quedaba a cargo cada vez que el ex fiscal tomaba alguna licencia. Sin embargo, no formaba parte de su círculo de trabajo. En la FIA recuerdan que Garrido le decía “Cucho”, en alusión al líder del grupo Los Auténticos Decadentes.