Martín Redrado pasó ayer uno de sus peores días desde que asumió la presidencia del Banco Central.  La Política Online anticipó en exclusiva las fuertes versiones de renuncia del funcionario, que hoy reflejaron los diarios. Se trata de una combinación de factores que incluyen las fuertes internas al más alto nivel que por estas horas  al único hombre creíble para el mercado que le queda al kirchnerismo.

“Martín (Redrado) no es de los que renuncian, tiene que sufrir una desautorización muy importante y pública como le pasó en el gobierno de Carlos Menem con Domingo Cavallo”, le dijo a La Política Online un economista que lo conoce de los 90, cuando era el “Golden boy” del menemismo.

Sin embargo, un banquero que lo frecuenta, confirmó a La Política Online que “por ahora decidió seguir, pero esta muy mal”. Ayer los teléfonos del Central ardían con llamados de todo el mundo interesados en conocer la suerte de su presidente. Es que la salida de Redrado en medio de la crisis financiera global, podría causar al Gobierno un impacto aún más desestabilizador del que le ocasionó la renuncia de Alberto Fernández, luego de la derrota ante el campo.

Redrado es uno de los pocos hombres del Gobierno que mantiene contactos con el mundo financiero internacional –y lo más importante-, que todavía conserva algo de respeto de sus pares.

“En el Gobierno están furiosos con Redradro, pero saben que echarlo ahora sería convertirlo en un martir”, reconocen con indignación entre los sectores más duros del kirchnerismo.

De qué lo acusan

Desde junio, cuando comenzó a quedar en evidencia que el Gobierno se encaminaba a un nuevo default, Redrado empezó a intervenir fuerte en el mercado con la compra de bonos de la Argentina, para intentar levantar su cotización que reflejaba los dramáticos niveles de desconfianza del mercado hacia la capacidad de pago del país. Fuentes de la City confirmaron a La Política Online que ya se gastó más de 10.000 millones de reservas en esas operaciones.

Estas operaciones, ahora que su relación con el kirchnerismo entró en crisis, están siendo examinadas bajo la lupa de algunos economistas que responden a Néstor Kirchner y que sin demasiados argumentos lo acusan de haber favorecido a ciertos operadores del mercado, además de haber agravado la sensación de un nuevo incumplimiento que flota sobre la Argentina.

Fuentes del kirchnerismo explicaron a La Política Online que en junio, Redradro comenzó a comprar fuerte los bonos Discount, que son los de más largo vencimiento, para levantar su cotización y alejar a los operadores de los de corto vencimiento. Eso se llama en la jerga del mercado “desarbitrar” la curva de su rendimiento.

¿Para qué hizo esto? Una lectura benévola es que trató de levantar la cotización de los títulos de vencimiento más largo –aquellos que hay que pagar, por ejemplo, en el 2033- par atraer compradores  a esa posición y alejarlos de los de más corto plazo, que ante la idea de un default inminente se derrumbaban. Esto a su vez, habilitaba al Gobierno a recomprarlos baratos, sacarlos del mercado y alejar las versiones de cesación de pago. La tensión del mercado es siempre la misma los activos más seguros son aquellos de menor rentabilidad y al revés. Los bonos de corto plazo llegan a ofrecer rentabilidades en dólares del 70 por ciento y nadie los cobra. Eso habla a las claras de la gravísima situación financiera de la Argentina.

Como sea, el problema es que pese a que Redrado gastó más de 10.000 millones, la cotización de los bonos siguió derrumbandose y agravándose la sensación de default. “En una situación tan complicada fomentar la recompra del propio Estado de deuda que está sospechada de default es una estrategia válida para alejar los temores, pero a Redrado le falló el timming y la crisis internacional se sumó a su operación y lo único que logró que la cotización de los bonos de corto plazo –aquellos que vencen en los próximos cinco años- se destrozaran demasiado, agravando la idea que el gobierno no va a pagarlos”, afirmó a La Política Online un ex secretario de Finanzas.

Ante esta situación, intervino en el mercado directamente la Secretaría de Finanzas que comanda Hernán Lorenzino y con fondos del Tesoro compró en “las dos puntas” del mercado de bonos, tratando de equilibrar el mercado. Pero en el último mes, según las fuentes kirchneristas, Redrado volvió a operar sólo sobre el Discount y allí fue cuando la paranoia se mezcló con la política: “Redrado está gastando millones de reservas en sostener la cotización del Discount para darle tiempo a sus amigos a sacárselos de encima sin perder demasiado. Está rifando las reservas para que se beneficien sus amigos”, afirmaban furiosos.

Técnicamente la apreciación no es correcta, ya que en todo caso el Central se desprende de dólares pero se queda con bonos, que a su vez puede volver a vender. Claro que en un escenario de caída de la cotización de los mismos, debilita las posiciones de la autoridad monetaria y adquiere activos menos confiables.

Sin embargo, un operador importante del mercado le restó dramatismo a la acusación: “Todos los presidentes del Banco Central hicieron maniobras de este tipo y es imposible probar favoritismos. Cuando tenés la posibilidad de intervenir en el mercado a ese nivel, es difícil no tentarte”.

La acusación contra las AFJP

La caída del mercado de títulos públicos alarmó tanto al Gobierno, que en el kirchnerismo le atribuyen a la propia Casa Rosada haber alentado la denuncia del fiscal Guillermo Marijuán que prohibió hasta el próximo lunes operar a las AFJP en este mercado.

“A primera hora de la mañana del martes, Marijuán presenta la denuncia. A las 11 el anuncio empieza a filtrarse en los medios, y poco después del mediodía el juez Bonadío suspendió la operatoria de las AFJP por siete días. Fue una de las pocas acciones coordinadas y exitosas del Gobierno y se hizo para que Cristina (Kirchner) no tuviera que firmar un decreto de necesidad y urgencia impidiendo las operaciones”, afirmó a La Política Online un vocero del kirchnerismo.

El recurso habla a las claras de la insoportable presión que por estas horas cruza a lo más alto del kirchnerismo, que día a día tiene que soportar los mazazos del mercado. Pero también habla de la extraña destreza del fiscal Marijuán para meterse en un tema tan complejo como este.

“Gordo, ¿Desde cuando vos entendés de bonos, y sobre todo, de donde sacaste la información de los niveles de compras de las AFJP tan actualizada sino la tenía nadie cuando metiste la denuncia?”, chicanearon al fiscal. En realidad, alguien tiene esa información: El Banco Central. Este fue uno de los motivos que pusieron en zona de riesgo a Martín Redrado.

Pero por esas contradicciones propias del kirchnerismo, luego que este funcionario tuviera que soportar las sospechas de prestarse a esta maniobra; ahora lo acusan de haberse “dado vuelta” y haber filtrado un informe muy crítico de la estatización de las AFJP, para congraciarse con el mercado. En una acción a la que no había sido ajeno el jefe de Gabinete, Sergio Massa, otro de los más críticos de la medida y que no casualmente ayer también estuvo acechado por versiones de renuncia.

“La dupla Massa-Redrado ya intentó sin éxito voltear a Carlos Fernández de Economía, ahora volvieron a  las andadas”, dramatizaba un kirchnerista puro.

¿Demasiado rebuscado? Puede ser, tanto como la cola envenenada de la crisis que por estas horas trepa con ritmo de vértigo sobre la espalda de un gobierno cada vez más desconcertado.